Merkel siente cada vez mayor desprecio por quienes dirigen la política exterior española
Chiquilicuatre es el título del artículo de opinión que este jueves publica Herman Tertsch en las página de ABC.
Tertsch reprocha la actitud de Evo Morales, que acusó el martes en Madrid al PP de estar detrás del intento de golpe de Estado de 2008, pero más aún de la pasividad y falta de crítica y defensa del PSOE sobre este asunto. «Que un individuo como Evo Morales venga aquí a insultarnos en los foros públicos es un escándalo mayúsculo. Pero, por supuesto, aquí no pasa nada», dice el periodista.
Estas son algunas de sus reflexiones:
La cosa tendría coña si no fuera tan patética y peligrosa la deriva. Resulta que nos llega un chiquilicuatre boliviano iletrado, vendido y comprado, inepto y siniestro a España, un tal Evo Morales, y acusa aquí, en España, al partido principal de la oposición de organizar algo así como un golpe de Estado en su país.
Son muchos los chiquilicuatres que nos insultan desde hace unos años desde los países más fracasados de Latinoamérica porque consideran, y ahí probablemente lleven razón, que en este país no pueden recibir respuesta de esos políticos que tienen enfrente, es decir aquí, es decir en La Moncloa y en el Palacio de Santacruz.
Es Angela Merkel, quien, como tantos otros responsables europeos siente cada vez mayor desprecio por quienes dirigen la política exterior española.
Que Barack Obama y Angela Merkel asuman el control de la economía española no es hoy por hoy signo de alarma sino de tranquilidad.
Dinos con quién andas y sabremos quién eres.
Eso sí, estamos cosechando lo sembrado. Nuestra política exterior, de debilidad, entreguismo, oportunismo y tantos errores como han podido cometer Zapatero, Moratinos y la inefable vicepresidenta De la Vega tiene su precio.