Espacio destacado para la iniciativa dePedro Almodóvar, el del ‘golpe de Estado’ en 2004, y demás compañeros no mártires de la ‘zeja’ en El País y Público
Lo que puede dar de sí un pañuelo. Sobre todo si se presenta la ocasión de devolver la bilis por lo de la ‘kufiya’ de José Luis Rodríguez Zapatero, hace cuatro años, en plena ofensiva israelí contra Hamás en el Líbano.
Valga como ejemplo la veterana Rosa María Artal, de todos conocida por ‘Informe Semanal’ y ahora vagabundeando de ‘blog’ en ‘blog’ por algunos medios de la ‘zurda’. El caso es que Artal descubría, oh, que el palestino está de moda. Noticia fresca, cuando lo está desde hace dos temporadas –o más, que uno es un Trasgo, no experto en moda– y basta con fijarse un poco por la calle. Y tampoco son tan caros: entre dos y cuatro euros en las tiendas del centro de Madrid.
Lo curioso de esto es que se le quiera dar un significado político a una prenda de moda, y que, en buena medida, ha quedado desvirtuada del significado ideológico que tuvo en otros tiempos. Otra cosa es el lugar y el momento, y el que le colgaron a ZP, con banderita incluida, sobraba, se pongan como se pongan.
Por lo demás, buscarle lecturas políticas a la ‘kufiya’ hoy en día daría incluso hasta sorpresas, visto quiénes la portan: desde guerrilleros árabes a activistas islamistas pasando por izquierdosos de otros tiempos, jóvenes –y no tanto– a la moda –‘pijos’ incluidos–, soldados estadounidenses desplegados en Irak, operativos de la CIA y de la SAS británica en Afganistán, etc.
VIENTOS DE HUELGA
Vayamos a otros asuntos. La huelga general, por ejemplo, que era tema de actualidad recurrente en las tertulias del martes. Allí estaba, por RNE, Carmen Chacón, ministra de Defensa, calificando la reforma laboral de “imprescindible”. El director del gratuito 20 Minutos, Arsenio Escolar, en la misma emisora, apuntaba que “uno de los aspectos de la reforma laboral que más inquietan a los sindicatos es todo lo que tiene que ver con la negociación colectiva, porque les quita mucho papel a ellos”. Interesante reflexión a tener en cuenta.
Al final, va a ser lo de siempre: cuestión de poder. Y en la SER, con su peculiar estilo, Juan Cruz se ponía trascendente, aunque, esta vez, no sin cierto interés: “Me gustaría ver en el alma de los líderes sindicales cuál es su grado de convicción respecto al anuncio que van a hacer hoy”. En su periódico, El País, la huelga general ocupaba la primera plana, aunque la fotografía fuese para Pedro Almodóvar –luego les cuento por qué–, mientras que en Público directamente le daban casi toda la primera al asunto.
También se dejaba caer Jesús Maraña con otro de sus habituales cócteles, echándole la culpa, ya saben, a “quienes hoy siguen actuando con enormes dosis de irresponsabilidad”. A saber, “los sectores más conservadores, encantados además con el hecho de que sea un Gobierno progresista quien asuma el trabajo sucio de abordar reformas estructurales que garanticen nuevos ciclos de beneficios”. Lo de siempre, vamos.
DE RAJOY A CHÁVEZ
En el capítulo de personalismos varios se llevaba la palma el diario de Prisa. El ‘maestro’ Miguel Ángel Aguilar no veía tema de mayor actualidad que obsesionarse con el Registro de la Propiedad de Santa Pola y “por qué Mariano Rajoy no ha pedido la excedencia y cuál ha sido el destino de los 20 millones de euros en que se cifran las ganancias del registro y la oficina liquidadora de Santa Pola, funciones ambas de las que continúa siendo titular ausente desde hace 20 años”.
Avanzando unas páginas se llegaba a la columna de David Trueba, que, por su parte, y tomando como referencia un reportaje de David Beriain en Cuatro, le metía un rejón a Hugo Chávez: “Con sus 42personas asesinadas al día, Venezuela convoca casi todos los delirios juntos: la herencia de la corrupción continuada y la perversión de las utopías violentas”.
LLORIQUEO DE PRISA
Por otra parte, el rotativo del difunto camarada Polanco (¡Presente!) se perdía en lloros sobre por qué no les dieron licencias de TDT en Madrid. “Localia no recibió ninguna”, podía leerse como llanto desesperado porque las licencias fueran a parar a presuntos amigos del Gobierno madrileño. Que, aún cuando eso sucediera, no le llegaría ni a la suela de los zapatos con lo que se muñó al respecto en Andalucía, entre el padrecito Manuel Chaves, su fiel perrillo faldero Gaspar Zarrías y el espirituoso Agusto Delkader, el amigo de Juan Luis Cebrián. Otro día, si se tercia, se lo contamos, que tiene su puntito.
LA ‘ZEJA’ Y LA IMPUNIDAD
Espacio destacado para la iniciativa dePedro Almodóvar, el del ‘golpe de Estado’ en 2004, y demás compañeros no mártires de la ‘zeja’ en El País y Público.Otra maniobra propagandística y unilateral–víctimas sólo las hubo de un bando, ya saben– donde tuvo su presencia destacada Fernando Macarro, más conocido como Marcos Ana y bautizado por mi comadre Genoveva como el Rafita del Frente Popular, por su afición al 9 largo y a apiolar prójimos que no eran de su cuerda comunista a la tierna edad de 16 años.
Por si fuera poco, entre los presentes, y al margen del inevitable clan Bardem, Aitana Sánchez-Gijón –a cuyo padre, comunista fichado, el régimen de Francole autorizó a regresar a España sin cortapisas– y Juan Diego. Ambos, éste y la Sánchez-Gijón, con entrevista incluida en el diario de Jaume Roures. Por cierto, ¿se habrán enterado en ese periódico desde el que desataron una campaña contra Petón que han entrevistado a un antiguo dirigente falangista, de ese Frente de Estudiantes Sindicalistas que tanto usan para sacarle su militancia juvenil a José María Aznar?
Originalmente publicado en La Gaceta.