El director del digital que menos honor hace a su nombre

Sopena ataca a Rajoy con acusaciones que le van a él como un clavo

Público habla de censura en el Congreso y pone como ejemplo a Tardà, el menos indicado

El periódico de Prisa echa mano de un curioso cóctel de masonería y poscomunistas

Empieza a apretar el calor un par de días y las mentes echan chispas. En El País aparecía un contubernio masónico en una de sus tribunas, con la particularidad de que en este caso el protagonista era Silvio Berlusconi, metido de pleno en una amalgama con Licio Gelli, la Logia P-2 y la ‘censura’ imperante en  Italia. Lo firmaba una tal Concita de Gregorio, a la sazón directora de L’Unità, periódico conocido por su objetividad y escasa tendenciosidad.

Tanto, fíjense, que hasta el año 1991 era el órgano del PCI. Curiosamente, ese afán de Prisa por pegarle a Berlusconi hasta en el carné de identidad –y que lleva, incluso, a publicar artículos como el reseñado– se apagó cuando Il Cavaliere sacó la chequera para comprar Cuatro. Ahora que ya deben de tener la pasta en la cuenta –si es que Juan Luis Cebrián no se la ha gastado–, vuelven a echarse al monte. Hablando de Cuatro, su ex jefe de Informativos, José María Izquierdo, bien conocido por los lectores de esta página, se dejaba caer por las páginas del periódico polanquista con otra de sus historias de José K. El personaje ficticio daba muestras de cómo andan algunos:

  • “Nos hemos negado a rascar el bolsillo de los más ricos, para demostrar al mundo dónde está la verdadera izquierda”.

UN VETO Y UN MÁRTIR
Pues, a lo que parece, esa “verdadera izquierda” anda más preocupada por las cosas de hace setenta años que por las de ahora. Hay más espacio en ello para el lagrimeo y el ‘agit-prop’. “El Congreso veta a las víctimas del franquismo”, podía leerse  en Público a raíz de que la Mesa decidiese no autorizar una autopromoción de los de la ‘zeja’ en el hemiciclo.

“Tardà (ERC) también ha sufrido la censura” era el titular de otro despiece, en el que se explicaba que había sido censurado a la hora de presentar un libro sobre dos “guerrilleros antifranquistas”. Y eso que éstos de ERC siempre han tenido un curioso sentido de lo que representa el Congreso. Por ejemplo, como lugar de cobijo de sus cachorros tras liarla en la cadena  COPE. O para echar mano de la credencialde diputado para, con bermuda incluida,  garantizarse inmunidad parlamentaria a lahora de asaltar la pileta de la casa balear de cierto periodista de cuyo nombre no quiero acordarme.

POBRE GALDÓS
Atento, campamento, que precisamente una de las de la ‘zeja’, muñidora del documental ‘vetado’ por la Mesa del Congreso, tiene previsto convertirse en la sucesora de don Benito Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales. Almudena Grandes anunciaba en El País la publicación de Episodios de una guerra interminable, que tratará sobre los ‘maquis’ y con lo que tendrá trabajo “hasta 2017”.

Suertuda ella, que se lo garantiza hasta entonces con la que está cayendo. ¿Se colará alguna monja violada por milicianos sudorosos, como publicó en aquel escatológico artículo aparecido en el rotativo de Prisa y que, siguiendo la lógica de algunos chequistas mediáticos, dejaría traslucir los deseos de su autora? La misma, por cierto,  que soltó aquello de que fusilaría a dos o tres voces que la sacaban de quicio por las mañanas. De momento nos quedamos con esto: “En la historia del PCE hay  Suficiente gloria como para no ocultar sus miserias”. Pobre don Benito. Hay comparaciones que son para mandar unos padrinos al que las hace.

LO DEL ‘BURKA’
Algunos se han puesto de los nervios con que el Senado condenase el ‘burka’ en una votación promovida por PP y CiU. Es el caso de la subdirectora de El País Berna González Harbour, que también andaba como pollo sin cabeza, tildando el asunto de “esperpento” y de “cómo ganar votos inventando problemas y sus soluciones”.

¿El ‘burka’ es un problema inventado? “Mientras parecen  hablar de derechos de la mujer, están hablando de imposiciones al inmigrante”, clamaba la periodista cántabra, que por si acaso, se cubría un poco las espaldas: “Nadie  en su sano juicio puede defender el ‘burka”. La culpa de todo, venía a decir, es del PSOE, que “ni siquiera ha logrado articular un discurso coherente”. Que en el fondo es lo que parecía escocer a la dama: que el PSOE se hubiera dejado comer el turrón. Por la SER podía escucharse a Joaquín Estefanía:

  • “Todos estamos en contra del ‘burka’ en el espacio público y privado”.

Pues  menos mal que lo dice, amigo, porque paraalgunos eso depende de quién promueva la condena del cacharro. Para Margarita Sáenz Díez, de El Periódico, y también en la misma emisora, el ‘burka’ era un “banderín  de enganche que oculta sentimientos de rechazo”.

SOPENA SE AUTORRETRATA
Y de la señora de Sopena a su santo esposo, que en el digital que menos honor hace a su nombre quería ir de ‘ancien terrible’ y provocaba un ataque de cachondeo desde el mismísimo titular: “Zapatero pasará a la Historia, Rajoy no”. ¡Por supuesto que pasará, y no sólo por haber autorizado los matrimonios homosexuales, que era lo que le interesaba destacar al antiguo alumno de la Universidad de Navarra!

El problema  es que tanta gloria a ZP y tanto empeño en darle candela a Mariano Rajoy le acababan pasando factura: “Zapatero es un  reformista y trata de ir siempre en la buena dirección. Se equivoca, claro. Sólo se equivocan los que hacen cosas”. Pero lo bueno era esto: “Los que únicamente saben criticar no se equivocan nunca. Porque nunca hacen nada. Viven de la demagogia y del cuento”. Lo ha clavado. Un autorretrato perfecto.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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