Es supersticiosa. En Austria llevó durante el torneo un fular de amuleto
El Mundial de fútbol de Sudáfrica está lleno de historias anónimas. Gente que trabaja sin descanso sin ser reconocido públicamente. Es el caso de Paloma Antoraz, jefa de prensa de la selección española de fútbol, que trabaja para encontrar el equilibrio entre nuestros jugadores y los medios de comunicación de todo el mundo.
El País ha publicado este lunes un artítulo, titulado Paloma, la mala de la película, en que sacan a la luz la situación de «tierra de nadie» en la que se encuentra esta periodista.
Paloma Antoranz es la mala de esta película: los jugadores la ven como una aliada del periodista y los medios, como un muro que protege a los futbolistas. Así que Paloma vive sola en una trinchera cavada en tierra de nadie.
Su trabajo no es fácil: «Como soy chica, muchos jugadores se cortan a la hora de pegarme la bronca». Dice que tiene suerte de que el grupo esté lleno de excelentes personas y explica que el momento más crítico llega al final de los partidos, cuando los jugadores deben cumplir sí o sí con los compromisos
Según publica el diario de Prisa, la mujer que se sienta al lado de Vicente del Bosque y de los jugadores en las conferencias de prensa «es despistada, trabajadora, tenaz, divertida, coqueta». Antoranz tiene un paciencia de hierro «porque a diario negocia para más de 40 medios acreditados las citas con los 23 internacionales»
En esto debe haber algo malo y para nosotros, Paloma encarna lo peor», bromea del Bosque al hablar de ella.
Supersticiosa, no desvela la cábala que mantiene desde que empezó el Mundial. Pero en Austria se la vio cada día de partido con un fular al cuello -prenda que odia- a pesar de que algunas noches en Viena el calor fuera sofocante. «Formaba parte del uniforme y me lo puse el primer día, pensando en que no lo usaría más, pero se convirtió en mi amuleto».
Con ese fular se tapaba la cara la noche del 26 de junio, cuando Iker la descubrió llorando desconsolada al recordar a Genaro. El doctor Borrás estaría orgulloso de ver cómo Paloma, la mala de la historia, saca adelante su faena sin estrangular a nadie.
Paloma nació en Madrid en 1970 y estudió periodismo en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Hizo un máster de dirección de empresas deportivas en el COE y en 1996, entró de becaria en la agencia Efe. Ese mismo año comenzó a colaborar en el departamento de prensa de la federación y lo compaginó con el ejercicio periodístico en Efe. Allí conoció a Luis Villarejo, referente del periodismo deportivo nacional y su esposo desde 1998.
La gente que conoce a Paloma sabe lo profesional y sensible que es.