El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se ha rendido y dispondrá una pantalla gigante el próximo domingo
Y José Bono, el dueño de la hípica y el de los áticos a granel, recibió el Premio Corazón de la Mancha otorgado por la emisora de Onda Cero por las tierras de Don Quijote.
El galardón se lo entregó José María Barreda, presidente castellanomanchego, con lo que todo quedó, casi, en familia.
Y es que es curioso cómo los discípulos pueden aprender de sus maestros.
Porque Barreda ha tenido que reconocer que, efectivamente, Caja Castilla La Mancha (CCM) le pagó un viaje de placer, gratis total, a él y a su señora, diputada socialista, a Perú cuando ostentaba la vicepresidencia de la Junta.
Quizá por ello, en el momento de entregarle el premio de marras, el alumno aventajado del Rey Midas de Salobre aseguró que le debía «varios másteres en relaciones sociales y políticas».
Ya decía aquél que todo lo bueno se pega. Lástima que, además de másteres, no pusiera el presidente del Congreso una Escuela de Negocios para darnos a todos las claves de cómo amasar semejante patrimonio. O, ya puestos, una inmobiliaria…
EL FUTURO DE CATALUÑA
En La Vanguardia -qué filón últimamente, oigan- podía leerse una crónica sobre el «acuerdo salomónico» que permitirá a José Montilla desfilar tras la ‘senyera‘. Asunto que le ha dado buenos dolores de ‘coco‘ al ‘president’ en los últimos días, visto lo visto en ciertos medios de comunicación.
No obstante, lo verdaderamente interesante de la crónica era la foto que la ilustraba. Aparecían en el Col.legi de Periodistes Jordi Pujol, Pasqual Maragall, Heribert Barrera y Joan Rigol.
¿Les suenan los nombres? Sí, son gente que está empezando… El futuro de Cataluña, vaya. Será por eso que a uno le viene a la mente la arenga de Napoleón a sus tropas en Egipto, aquello del «cuarenta siglos os contemplan».
HEREU, DESACOMPLEJADO
Le ha costado, aunque nunca es tarde si la dicha es buena. Incluso cuando desprende cierto tufillo a oportunismo.
Y es que el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se ha rendido y dispondrá una pantalla gigante el próximo domingo.
Albert Gimeno, en el diario de los Godó, aseguraba que, entre otras cosas, ese ejercicio -tardío- de falta de complejos se debía a que «las audiencias televisivas durante los partidos de la Selección española en este Mundial se han disparado en toda Catalunya«. Cierto.
Aunque nos dejaba más ‘mosca‘ esto otro, al señalar que así los aficionados podrán «disfrutar de la celebración sin miedo a que algunos cívicos nacionalistas catalanes los rocíen con el agua que contienen las cacerolas que se inclinan hacia la calle desde algunos pisos altos de la ciudad».
Gracias a la pantalla de Hereu, «no habrá talibanes antiespañoles que puedan arrojarles ni agua ni otras sustancias desde ningún piso cercano». Y que le den dos duros a Carod-Rovira.
A POR ÉL
Se abría el viernes la veda en El País contra Carlos Sanmartín, juez del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, a través de uno de esos pellizcos de monja que suele utilizar, en ocasiones, el diario de Prisa.
En plan «que si no lo digo yo, lo dicen ciertas fuentes, pero ahí queda eso«.
De esa forma, Sanmartín era presentado como «un magistrado joven [¿hay que ser un carcamal para ejercer el cargo?] y alineado con la derecha«; un juez «áspero en el trato, poco comunicativo y beligerante con las posiciones que defiende«; «un hombre acomodaticio y dócil con el poder institucional«.
¡Vaya! Eso sí, no encontrarán la menor mención a que el fiscal Anticorrupción valenciano, Felipe Briones, mantiene una relación sentimental con la diputada socialista por Alicante Juana Serna.
CULPA DE RUBALCABA
La culpa, pese a lo que cantaba Gabinete Caligari, no fue del ‘Cha Cha Cha’, sino de Alfredo Pérez Rubalcaba. Lo decía Ernesto Ekáizer, oráculo de Público, que le pegaba la chapa al ministro del Interior por haber realizado una llamada de compromiso a Mariano Rajoy por lo de Alicante.
«No debió Rubalcaba dar ese paso», «No debía hablar de ello con nadie«, «Era correr riesgos de filtraciones«… eran algunas de las frases que podían leérsele a Ekáizer, que llegaba a la conclusión de que «la manipulación del Partido Popular, eso sí, se ha servido de un ministro del Interior: Alfredo Pérez Rubalcaba».
¡Pobre Alfredo, tan desvalido él que ya no sabe dar puntada sin hilo! Ya, ya…
ESPAÑA REDONDA
Nos vamos con una de Ignacio Escolar en el mismo diario: «Por unos días no quiero saber del paro, de la corrupción, del recorte de salarios, de la crisis mundial. Al menos hasta el domingo, España es redonda y yo quiero soñar».
Pues soñemos todos. Y mañana a comer naranjas. Aunque sean mecánicas.
NOTA.- Este artículo se publicó originalmente en La Gaceta.