Tienen que alargar su jornada laboral porque no tienen tiempo para hacer todo lo que se les piden
Los trabajadores de El Mundo no aguantan más. Llevan desde finales de mayo no sólo realizando sus funciones de redactores para la edición impresa, sino también editando cortes de audio y grabando imágenes para elmundo.es, Orbyt y ahora VEO7 Televisión.
Según fuentes del sindicato de Unidad Editorial, todo empezó antes de verano cuando trasladaron el plató de televisión de VEO7 al edificio de San Luis, donde está la redacción de papel.
Primero empezaron con los fotógrafos, pidiéndoles que además de hacer fotos grabasen los actos, convocatorias y ruedas de prensa. Pero ya han pasado a los redactores literarios que tienen que cubrir el acto, redactar la noticia, hacer la pieza grabada para Internet, una locución para Orbyt y grabar algo para la televisión. Además, están realizando cursos para formar a la gente y así, cualquier periodista pueda hacer de todo.
Los trabajadores de Pedrojota denuncian que VEO7, aunque pertenece a Unidad Editorial, forma parte de otra empresa, por lo que su trabajo en la cadena de televisión es ilegal. «Unidad Editorial tiene cerca de 20 empresas. VEO7 es una de ellas, que está registrada como Unidad Editorial de TeleComunicaciones y El Mundo es otra, Unidad Editorial de Información General«, explica uno de los trabajadores.
Según el Comité de Empresa de Unidad Editorial, que han enviado un comunicado a diferentes medios de comunicación al que ha tenido acceso Periodista Digital donde asegura que «en las delegaciones territoriales es mucho peor.»
Al haber menos gente, su trabajo es más duro y la verdad es que están desesperados. Tienen que alargar su jornada laboral porque no tienen tiempo para hacer todo lo que se les piden, sin ninguna recompensa a cambio.
No están obligados a hacerlo, pero si no lo hacen pueden tener consecuencias. Los periodistas que llevan tiempo pueden plantarse, pero uno que acaba de empezar o que tiene un contrato laboral no puede decir que no, porque en el fondo aunque no te obliguen si no lo haces sí que puede tener consecuencias posteriores.
Los trabajadores de Unidad Editorial están dispuestos a llegar a un acuerdo con la dirección sobre este asunto. Entienden que trabajan en una empresa de comunicación pero, «lo que tienen que hacer es hablarlo y negociarlo con los trabajadores, no imponerlo. Pensamos que está decisión tiene que ser voluntaria.»
COMUNICADO DE LOS TRABAJADORES DE UNIDAD EDITORIAL
“Los trabajadores de EL MUNDO –como los de todo el Grupo de Unidad Editorial– hemos dado sobradas muestras de responsabilidad aceptando unas medidas de ahorro que suponen una disminución de nuestros ingresos. Y hemos demostrado la misma responsabilidad aceptando trabajar más y más deprisa para atender a EL MUNDO.es y, últimamente, también a EL MUNDO en Orbyt, sin recibir ni reclamar ninguna contraprestación a cambio, por ser conscientes de la crisis por la que atravesamos.
Frente a esta actitud responsable, porque queremos superar la crisis y seguir trabajando, la empresa ha respondido en varias ocasiones con decisiones injustificadas y carentes del mínimo sentido común. Pero ahora bate su propio récord en relación con Veo7: actúa de una manera ilegal y, sin hablar con el Comité de Empresa, obliga a la plantilla a trabajar para otra empresa (VEO7) y, además, gratis.
El Comité ha recibido quejas de la redacción en Madrid y de varias delegaciones, porque algunos jefes obligan a fotógrafos y redactores a realizar un trabajo extra para Veo7 además del que realizan para EL MUNDO, ELMUNDO.es y, en su caso, EL MUNDO en Orbyt. Algunas personas se han negado y han sido llamadas a un despacho para decirles que deben hacer esas nuevas tareas.
El Comité ha planteado este asunto a la empresa, para llegar a un acuerdo, y la respuesta ha sido la siguiente:
1º.– Unidad Editorial es un grupo multimedia que produce contenidos informativos para varios soportes (papel, internet, radio y televisión).
2º.– Se han impartido cursos de vídeo y locución para preparar a la plantilla para esas nuevas actividades.
3º.– Las grabaciones que se solicitan a la plantilla «no suponen una mayor carga de trabajo», sino una forma diferente de realizar sus tareas, y las hacen «dentro de su jornada laboral y con respeto a su cualificación». «Ni se han producido ni se van a producir decisiones empresariales que lesionen derechos profesionales de los empleados», afirma la empresa.
Ante esas explicaciones, el Comité de Empresa afirma:
1º.– Ninguna ley dice que quien trabaja en un grupo multimedia debe hacerlo para cualquier empresa de ese grupo. No sólo no existe esa ley, sino todo lo contrario: ceder trabajadores de una empresa a otra sin cumplir determinadas condiciones es ilegal y está castigado por la ley.
2º.– Los cursos de locución y vídeo no pueden ser obligatorios, sino voluntarios. Quien no quiera asistir a ellos no puede ser obligado ni coaccionado para hacerlos.
3º.– Es falso que esas tareas no supongan «una mayor carga de trabajo». Quien dice eso no tiene la mínima idea de cómo se trabaja en las redacciones y, sobre todo, en las delegaciones de EL MUNDO donde la plantilla es más escasa.
Es falso, asimismo, que esas tareas se realicen «dentro» de la jornada laboral habitual. En la redacción se sobrepasa el horario habitual cada día y, ahora, hay que añadir las locuciones para EL MUNDO en Orbyt y las grabaciones para Veo7.
En contra de lo que afirma la empresa, estas nuevas tareas no sólo suponen una lesión en los derechos profesionales de los trabajadores –porque nos obliga a realizar trabajos para las que no hemos sido contratados y que no están contemplados en el convenio colectivo dentro de la categoría profesional correspondiente–, sino que menoscaba la calidad del producto final al obligarnos a trabajar contrarreloj. Es decir, que va en contra de los derechos profesionales y laborales.
Por todo ello, ante la actitud irresponsable de la empresa, que no duda en incumplir la ley, el Comité recuerda a la redacción que:
1º.- Nadie puede ser obligado a grabar nada para otra empresa distinta a la suya –en este caso, para Veo7– ni puede ser sancionado por negarse a ello. De manera especial, ningún fotógrafo puede ser obligado a realizar vídeos para la televisión del grupo o para EL MUNDO.es.
2º.– La colaboración con EL MUNDO en Orbyt, que los redactores realizan siempre que pueden, es voluntaria y no puede obligarse a nadie a trabajar más tiempo o a más velocidad para esa actividad.
El Comité de Empresa de EL MUNDO hace un llamamiento a los responsables de las distintas secciones, tanto de la redacción central como de las delegaciones, para que no obliguen a los redactores a realizar un trabajo que no les corresponde mientras este asunto no sea negociado con el Comité.
El Comité pide a todos los redactores que nos comuniquen cualquier presión que reciban, para efectuar la correspondiente denuncia legal y pública”.