Nicolas Berggruen amasa un capital que supera los 2.200 millones de dólares (ocupa el puesto número 163 en el listado de Forbes) y ha llegado a proclamarse “millonario sin techo” por vivir en hoteles de gran lujo
Martin E. Franklin y Nicolas Berggruen, presidente y consejero delegado, respectivamente, de Liberty Acquisition Holdings, están a punto de entrar en el consejo de administración de Prisa de la mano de una operación en la que el grupo español absorberá a sus nuevos socios y sus más de 650 millones de euros a cambio del 70% de las acciones.
En Estados Unidos, Franklin aglutina, a través de Corporación Jarden, una miríada de negocios, que van de los juegos de naipes a los grandes almacenes de productos deportivos pasando por el periodismo.
Apollo, una de sus empresas más rentables, desarrolla proyectos varios con la Fox. —Los trabajadores de Prisa temen que la operación con Liberty suponga la venta de varios de sus medios de comunicación—
Su socio, Berggruen, ha conseguido amasar una fortuna que supera los 2.200 millones de dólares (aparece como el rico número 163 en el ranking de Forbes).
Berggruen Holdings expande su actividad inmobiliaria, hotelera, petrolera y minera porlos cinco continentes. La Gaceta detalla las luces y sombras de los nuevos dueños del imperio que un
día fundara Jesús de Polanco.
“La razón por la que hemos decidido entrar en Prisa es porque hemos encontrado una buena oportunidad de negocio”.
El prosaísmo de Martin E. Franklin, presidente de Liberty Acquisition Holdings, permite ubicar a este millonario triunfador entre transacciones inmobiliarias, rentabilidad especulativa y relaciones tan públicas como políticas, rigiendo un entorno que, además de por lo adinerado, poco tiene que ver con el del periodismo. —Analistas financieros: «Liberty tiene la sartén por el mango en la operación con el grupo Prisa»—
Sin embargo, este londinense de 45 años y su socio Nicolas Berggruen, de 49, parisino y consejero delegado de Liberty, pasarán a formar parte del Consejo de Administración del Grupo Prisa tras una operación en la que, de forma simplificada, el conglomerado mediático español absorberá a sus socios y sus más de 650 millones de euros a cambio del 70% de sus acciones.
¿QUÉ ES LIBERTY?
Pero ¿qué es Liberty Acquisition Holdings? “Un fondo de capital riesgo, creado para realizar una adquisición específica”, responden desde la compañía.
La obviedad se disipa al identificar los rostros tras las siglas grandilocuentes y las declaraciones oficiales, al descubrir los currículos de empresarios de éxito, especuladores implacables, estrechamente relacionados con el Partido Demócrata de EE UU y deseosos de controlar un imperio comunicativo como Prisa.
Para Franklin, célebre por su afición a deportes extremos como la ultramaratón (etapas de 160 kilómetros), “Prisa cuenta con un sólido equipo de gestión” que no tiene por qué variar. –«Liberty no tendrá control sobre la gestión empresarial de Prisa«–
Consejero delegado de Corporación Jarden, que aglutina una miríada de negocios desde juegos de naipes hasta grandes almacenes de productos para el deporte como K2 o Campingaz, el periodismo es un negocio por encima de todo.
Sin ir más lejos, una de sus empresas más rentables, Apollo, ofrece inversiones en la conservadora Fox (“50 mercados punteros en el Sur, Medio Oeste y Oeste de EE UU”) gestionadas por los denostados Goldman Sachs e incluso Lehman Brothers.
BERGGRUEN, MILLONARIO SIN TECHO
El gran socio de Franklin en la fundación de Liberty, en enero de 2008, fue el mencionado Berggruen. Nacido en París a la sombra de sus padres, un mecenas de Picasso y la actriz Bettina Moissi, adquirió la doble nacionalidad germanoestadounidense antes de amasar una fortuna que supera los 2.200 millones de dólares (163 en el listado de Forbes) y de proclamarse millonario sin techo por vivir en hoteles de lujo extremo.
Excéntrico y bohemio, preside Berggruen Holdings, un grupo arraigado en los cinco continentes gracias a su actividad inmobiliaria, hotelera, petrolera y minera, entre otras, así como su apuesta por las renovables.
Resulta destacable el marco para el desarrollo de medios de comunicación que ofrecen algunas de sus empresas, como Smart Papers, que fabrica y distribuye papel; Infotrieve, especializada en documentos; Telnic, suministradora de tecnología y comunicaciones, o Return Path, proveedora de internet y redes de trabajo.
Incluso, Berggruen, que en 2007 vendió a Prisa su participación en el grupo portugués Media Capital, posee una pequeña cadena de televisión y radio en el Reino Unido, The Radio Development Company Limited.
La producción y realización de películas también es terreno conocido para él, pues es dueño de Bonded Services Inc., que proporciona material y estructuras a los mejores estudios de Hollywood desde 1920.
Tras el cine se adivina siempre la dimensión ideológica del personaje. No hay más que adentrarse en el think tank Nicolas Berggruen Institute, entre cuyas figuras destacadas aparecen Martin Kaplan, férreo izquierdista que escribía los discursos a Walter Mondale cuando éste era vicepresidente de Jimmy Carter, y Nathan Gardels, quien ha escrito artículos para El País, para ver que el choque teórico no será un problema en Prisa.
Así las cosas, la necesidad de influir en la sociedad que exhiben los think tanks tiene su lógico cimiento en la educación. Berggruen gestiona diversas editoriales portuguesas que comercializan “manuales de ciudadanía”, como Asa o Gailivro, donde el producto más destacado es Cordero: el evangelio según Biff, calificado en la descripción como “divertidamente irreverente” y considerado entre los “libros para infieles” de The Washington Post.
Pese a la teoría, la conexión política de Liberty Acquisition lleva el nombre de Paul B. Guenther, el estadista de la compañía. Afiliado al Partido Demócrata, participó, sin atisbo de rubor, en las campañas electorales de Hillary Clinton y Joe Biden para, una vez señalado el ganador, integrar el movimiento Obama por América.
No obstante, su pertenencia al cuadro de mando de la asociación cristiana YMCA le ha relacionado con todos los puntos de vista y orientaciones del voto, al coincidir, entre otros, con el líder de la minoría conservadora en el Congreso estadounidense, John Boehner, y el presidente de Afganistán, Amir Karzai.
Guenther pertenece también al consejo de Gabelli Assett Management, que se hizo cargo del grupo mediático Cowles, precursor de los diarios The Des Moines Register, The Star Tribune y The Buffalo Courier- Express y que realizó negocios, tales como la venta de la revista Family Circle, con The New York Times Company.
No es de extrañar, conocido el contexto, que la llegada de Liberty a Prisa condicione el rumbo de la comunicación española, a pesar de que compradores y comprados sólo se refieran a Liberty como un mero y amorfo fondo. No obstante, tras los versos se esconden las personas, una de las máximas del periodismo.
Originalmente publicado en La Gaceta.