Luis R. aizpeolea, en El País, remarcaba que el Gobierno busca el proceso terminal con ETA
A última hora será Alfredo Pérez Rubalcaba quien, como diría Spengler, salvará el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Ésa es la conclusión que podía extraerse de algunos análisis de los chicos de la zurda tras meterse una dósis de ‘rubalcabaina’ en vena.
Al final, oigan, tanta historia para acabar echando mano del felipismo, como recordaba Enric Juliana en ‘La Vanguardia’: “Ha tenido que llamar a los séniors del PSOE para que apuntalen al Gobierno”,-Adiós al postmodernismo-.
Esto huele a fin de ciclo. Lo decía el otro día alguien en ‘El País’, aunque el diario de Prisa se haya volcado con su protegido –”nuevo hombre fuerte”– al que, ¿recuerdan?, promocionaban el pasado mes de junio con un publirreportaje a toda pastilla en ‘El País Semanal’ firmado por Juan José Millás, –Rubalcaba privado-.
¡Cómo no sería la inmensa alegría de los muchachos –es un decir, porque algunos tienen más años que la tos– que hasta Antonio San José en CNN+ parecía hacerle la competencia en el ‘yupi-yupi’ al recién nombrado “hombre fuerte”! Según San José, a Zapatero le había cambiado hasta la cara, había rejuvenecido, etc. ¡Qué entusiasmo tan desbordante! ¡Qué alharaca! ¡Qué alboroto!
ETA, AL FONDO
Es normal que por las verdes praderas del grupo del difunto camarada Jesús Polanco (¡presente!) echaran las campanas al vuelo.
Apareció Rubalcaba y a ellos sólo les faltó entonar una versión de aquel ‘Y en eso llegó Fidel’ de Carlos Puebla. Luis R. Aizpeolea, en la edición digital de ‘El País’, afirmaba que su nombramiento, junto con el de Ramón Jauregui, “certifica que el presidente coloca como objetivo fundamental del tramo final de su segunda legislatura el proceso terminal de ETA, –Los gobiernos de Zapatero-.
Y no será porque no lo habíamos dicho…Desgranaba Fernando Garea, también en el mismo soporte y en el mismo medio, algunas claves de la crisis de Gobierno.
De nuestra perseguidora de periodistas favorita, María Teresa Fernández de la Vega, aseguraba que “estaba quemada también en lo personal”. ¿Iría por lo del palacete de Beneixida? ¿Continuará echando mano de la Abogacía del Estado para intentar empurar al director y a la directora adjunta de este papel? ¡Cuántas preguntas! Pero al lío, que me pierdo. “Los perdedores de las primarias de Madrid salen reforzados” (ándate con ojo, Tomás), lo que equivaldría a dar por hecho que el propio Zapatero ha sido uno de ellos, por más que digan, –Zapatero quiere ganar-.
Otra cosa es cómo queda el PSOE, porque “el partido no funcionaba”, y eso se lo achacaban a Leire Pajín: “Zapatero no podía dejarla fuera, aunque admita implícitamente que no fue un acierto hacerla ‘número tres’ del partido”.
Por ‘Público’ (edición digital) se ve que les pilló más a contramano. A Ignacio Escolar tan sólo se le ocurría resaltar lo del gabinete
“más político y menos técnico, para bien y para mal” y enchufar el discurso victimista de la ‘damnificada’ Bibiana Aído, puesto que la absorción de Igualdad por Sanidad era “una cesión a la derecha que ha criminalizado un ministerio necesario hasta convertirlo en un problema de imagen”.
NADA NUEVO
Por lo demás, la ‘vuvuzela’ de papel de Jaume Roures seguía con lo esperable. El mismo Escolar describía a Mariano Rajoy como un “opni”, “objeto político no identificado”, al que le echaba en cara “la táctica irresponsable que está siguiendo la derecha estos días, con su respuesta ante el acuerdo del PSOE con esos tradicionales socios del PP, con PNV y CC”.
Ya les advertí que no había novedad alguna. Quizá alguna voz más alta que la otra. Isaac Rosa abogaba, con reminiscencias de boletín ‘prochino’, por meter en un tren hacia Francia “a periodistas y tertulianos, pero también a Aguirre, a los sindicatos amarillos revienta huelgas y a uso cuantos empresarios de ésos que saben mantener prietas las filas entre sus trabajadores”.
Por cierto, que utilizaba como ariete descalificador eso de “nuestros legionarios”, como si eso fuera insultante para algunos. Incluido él, que no tuvo empacho en recibir el premio de una fundación que honra la memoria de un legionario metido a editor.
¡Ay, qué cosas! Hasta Manuel Rico escribiendo que “es de justicia reconocer que la ruptura del pacto que el PP mantenía con CC es un acto de coherencia”.
OTROS A LO SUYO
Por rellenar un poco más la página, cuarto y mitad de empanada mental de Enric Sopena en su singular digital, con un titular-hojaldre, transcribo literalmente: “¿Por qué Rajoy, quien dice cómo acabar la crisis no auxilia a Sarkozy?” y un relleno del tipo “el toque quijotesco ennoblecería aún más las propuestas contra la crisis del presidente popular, a punto de que le premien con el Nobel de Economía, una vez se conozca la eficacia enorme de su bálsamo”.
¿Era una ironía? ¿Un sarcasmo quizá? Vaya humor…
Tampoco era el único, porque Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, juntos pero no revueltos, firmaban sendos artículos de opinión en ‘El País’ poniendo de vuelta y media los Presupuestos Generales del Estado.
Habrá que ver qué dicen de los ‘nuevos’ ministros del Gobierno.
En fin, pásenlo bien si les dejan.
Que nosotros nos vamos a celebrar nuestro ‘cumple’,pese a quien pese.
Originalmente publicado en La Gaceta