La realidad de las cosas vienen a dar la razón a quienes mantienen que PedroJota Ramírez se dio en las Islas uno de los mayores guarrazos de su trayectoria como director. Su alianza con Fernando Peña Suárez no sólo fue nociva para El Mundo, sino que además acabó por destruir una cabecera con dos décadas de tradición, La Gaceta de Canarias.
Para comprender la dimensión del socio canario que se buscó, un detalle más. Este personaje, un arribista procedente de la construcción, pretendía poner a El Mundo-La Gaceta de Canarias como el periódico con más tirada diaria y ganarse 450.000 euros mensuales. El truco era la de convencer a la parte de Unedisa que le tirasen 15.000 ejemplares más para, camuflándolos como gratuitos, endosarlos en cafeterías y bares a razón de una media de tres periódicos por ejemplar y cobrando por ellos 1 euro.
Es decir, 15.000 euros diarios al mes alcanzan esa cifra de casi medio kilo. El problema sobrevino cuando alguien se enteró de la jugada (o mejor dicho de la golfada) y El Mundo se negó en redondo a asumir esos ejemplares de más, entre otras cosas porque la venta al número, de forma íntegra, iba para el rotativo de Unedisa. Esto, en román paladino es aquellos de dedicarse a la vida alegre y encima poner la cama.
