Uno de cada cinco periodistas españoles en activo (en torno al 20%) ha perdido su puesto de trabajo desde el comienzo de la crisis en 2008.
Así se desprende del «Informe Anual de la Profesión Periodística 2010», presentado hoy por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
De los cerca de 30.000 empleos que había en el sector hace dos años, «alrededor de 6.000 se han destruido» como consecuencia de ajustes de plantilla, despidos, cierres o ERES.
A fecha de septiembre de 2010, había inscritos en las listas de Inem 5.564 periodistas, el 66% de ellos mujeres (63,7% en 2009) y el 34% hombres (36,3% en 2009). En lo que respecta a periodistas demandantes de empleo, no necesariamente desocupados, la cifra sube a 7.069, 300 más que hace un año.
«No hay precedentes de una situación tan mala como la actual», se lamentó el presidente de la APM, Fernando González Urbaneja. «Hemos sufrido un ajuste que sólo tiene comparación con el inmobiliario, pero lo nuestro no viene de una burbuja, sino de un crecimiento consistente que tiene que ver con una sociedad que ha demandado más información en los últimos años».
A su juicio, no caben paños calientes, porque la situación «es de emergencia» y urge «una toma de posición más contundente por parte de la profesión», así com un gran «pacto» que implique a editores y fuerzas políticas.
MENOS SUELDO
De acuerdo con el informe, uno de cada tres periodistas (66%) se queja de que gana menos desde el arranque de una recesión que también ha traído un descenso en los contratos indefinidos en un punto porcentual y una considerable subida de los temporales (del 8% al 13,7%).
El sueldo medio de los periodistas españoles es de unos 30.000 euros brutos anuales, cifra algo menor que los 35.000 de hace un año.
El área digital de los medios se ha convertido prácticamente en la única vía de entrada al oficio, y los periodistas de este departamento desarrollan «un contenido multitarea con una nómina mileurista», con unas condiciones laborales y salariales más precarias que las del periodista tradicional.
Según una encuesta entre los profesionales, que ha servido de base para el informe, el intrusismo ha desplazado al paro como principal preocupación de los periodistas españoles.
En segundo lugar aparece la baja remuneración y en tercero, el paro. Como nuevas variables aparecen la inestabilidad laboral (cuarto puesto), la incompatibilidad profesional con la vida familiar (séptimo) y la escasa organización profesional (noveno).
Acompañado al descenso retributivo, los periodistas reconocen que la crisis también ha traído una merma en la calidad de su trabajo: el 85% de los consultados confiesa que no contrasta suficientemente las fuentes, (83,9% en 2009).
Pese al desalentador panorama, este nuevo informe de la APM demuestra el apego que sigue despertando el ejercicio de la profesión entre los periodistas: el 72,9% de los periodistas señala que no cambiaría de profesión aunque pudiera hacerlo.
Una profesión que ya tiene 72.000 licenciados, para la que el curso pasado había 18.681 matriculados en universidades de toda España y para la que están disponibles cada año unos 3.000 nuevos licenciados.
El estudio también refleja una mejora leve de la imagen que los ciudadanos tienen de la profesión periodística. La consideran buena o muy buena el 40,9% (39,3% en 2009), si bien siguen siendo mayoría aquellos que tienen una imagen regular de la profesión (46,5%).
El medio que mayoritariamente prefieren los ciudadanos para informarse y al que otorgan mayor credibilidad es la televisión, aunque aumenta significativamente Internet: 37% frente al 25,2% del año pasado. Los periodistas eligen la radio como el medio que les parece más creíble.
