En la misma mañana en que José Blanco aseguraba en la Cadena SER que “no está descartada una prórroga del estado de alarma”, en el periódico del grupo donde manda Liberty, ‘El País’, Enrique Gil Calvo le preparaba una ración de estopa como desayuno al presidente del Gobierno, al que ni “Ulises Rubalcaba” es capaz de sostener porque encadena crisis tras crisis. No era la menor la “cínica doblez de nuestros gobernantes sin escrúpulos para contradecir en sus confidencias privadas el talante ‘buenista’ y la retórica justificatoria con que alardean en público defender los derechos humanos”.
El panorama esbozado por el columnista, como otros antes que él, tampoco invitaba al optimismo: “Ahora la Z del Gobierno Zapatero ya parece la Z del ‘zombi’: y es que el suicidio de Zapatero al que me he referido desde esta columna le ha convertido en un muerto viviente que devora a sus propias víctimas, condenándole a tambalearse hasta 2012 como un cadáver político que se resiste a desaparecer”.
En esta ocasión, la frase que suele atribuirse a José Zorrilla –pese a que no es suya–, esa de “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, parece no hacer honor a la situación del presidente del Gobierno.
EN SU MUNDO
Y mientras ‘El País’ continuaba aireando cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks –en los que España volvía a llevarse un broncazo por la retirada de Kosovo– y publicaba que “Blanco y Chacón pactaron en agosto cómo ‘militarizar’ el espacio aéreo” –a pesar de que luego insistiera en que “los convenios de desarrollo del protocolo, aunque ultimados, están sin aprobar”–, por ‘Público’ entrevistaban al ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, con alguna respuesta de puro eslogan: “No hay nada más progresista en estos momentos que sacar a España del torbellino y de la turbulencia de la desconfianza”.
Preguntado sobre la cuestión saharaui, directamente pasaba a residir en su mundo: “En cuanto a los sucesos de El Aaiún, es un asunto que hemos cerrado razonablemente bien con la resolución que se adoptó tanto en el Parlamento español como en el europeo” o “El Gobierno del PSOE ha sido clave en todo lo que significa la mejora del bienestar del pueblo saharaui y no podemos perder nuestra privilegiada posición con Marruecos, porque es decisiva para la búsqueda de una solución justa y duradera al conflicto”, -«Para que Batasuna pueda ir a unas elecciones no son suficientes unos estatutos más o menos hábiles»-.
DOBLE MORAL
En el semanario ‘El Siglo’ daban voz al hermano del cámara José Couso, Javier, que preguntando sobre la actitud aparecida en los cables del Departamento de Estado sobre la Fiscalía y el Ejecutivo, respondía lo siguiente: “El fiscal general conculca la propia naturaleza de la institución a la que representa, cuando en vez de perseguir un delito se convierte en defensor sobrevenido de los supuestos delincuentes. En el caso del Gobierno, es un ataque a la soberanía nacional y al propio Estado de Derecho cuando se pone al servicio de una potencia extranjera para evitar tutelar a un ciudadano español, que ha sido asesinado en extrañas circunstancias”, –Con impunidad jamás puede existir la democracia-.
DIAGNÓSTICO CERTERO
Y en ‘El Plural’, su director, Enric Sopena, se hacía eco del titular publicado por LA GACETA tras el anuncio de cierre de CNN+, “La izquierda mediática, en caída libre”: “Debo decir de inmediato que me parece un diagnóstico certero”. La cólera del periodista catalán se volvía en esta ocasión, además de contra los medios conservadores, hacia el socialismo por su política mediática. Se las llevaba la vertiente catalana: “Las torpezas del PSC en ese sentido vienen de lejos. Si se enumeran, a algunos dirigentes del PSC tendría que caérseles la cara de vergüenza”. Y se las llevaba, iba de suyo, el líder nacional: “Y una cosa, Sr. Zapatero, es el talante y el diálogo y otra
muy distinta ir con el lirio en la mano”, –¿Está el PSOE dispuesto a dar por perdida la batalla mediática?–
LEYENDO LA CARTILLA
Se ha mencionado al PSC, y la verdad es que ese partido no deja de recibir críticas. A perro flaco todo le son pulgas. “A la pobreza intelectual de algunos de sus dirigentes se ha añadido una extraña aversión a marginar a aquellos que podían serles más próximos. Esa purga silenciosa no se ha hecho desde el sectarismo, sino con un indisimulado pánico a la inteligencia. Con gente de la cultura no se gobierna, cierto, pero con la mediocridad ni se resiste. El desprecio con el que se ha tratado a los librepensadores socialistas de la primera hora es una de las causas del aislamiento social y electoral del PSC”, entonaba Joan Barril en ‘El Periódico’, –El camino del PSC hacia la mediocridad-.
QUE NO DECAIGA
Los ‘viajes’ al socialismo catalán también le venían por la parte de algún ex socio de tripartito, por ejemplo de Joan Herrera, de ICV, entrevistado en el periódico de Zeta: “Lo que ha desorientado a los votantes es el cambio de estrategia del PSC en el último minuto: de defender el Estatut a hablar de recuperarlo renunciando a reformar la Constitución”. Claro que, después de la ‘rajada’ de José Montilla poniendo verdes a sus antiguos socios, Herrera parecía hasta moderado en sus críticas. Otra cosa era cuando valoraba la gestión del tripartito: “Área por área, la gestión ha sido buena”. Entonces, ¿por qué todos sus integrantes han perdido votos y escaños?, –Joan Herrera: «La renuncia del PSC al tripartito desorientó al votante de izquierda»–
Originalmente publicado en La Gaceta