MADRID, 17 (OTR/PRESS)
Es definitivo, Toñi Salazar se casa con Roberto Liaño. Una servidora ya anunciaba la exclusiva el pasado mes de noviembre: «Toñi Salazar prepara boda con Roberto para el 2011», «Entre Bambalinas» se hacía eco de los planes de futuro de la artista. Han sido tres años de noviazgo con altibajos y crisis que se han hecho públicas tanto por una, como por otra parte. En las desavenencias han influido los celos, la desconfianza y el hecho de que Roberto no encajase al cien por cien con la familia de su novia, especialmente con Encarna Salazar y con su marido Mauricio Trillo, que nunca vieron con buenos ojos al cántabro, pensaron que el modelo podría buscar aprovecharse de su relación con Toñi, en definitiva utilizarla.
Esta teoría queda ya descartada, doy fe de ello porque les he visto juntos y sus miradas lo dicen todo. Toñi y Roberto estuvieron a punto de romper para siempre y cuando parecía que lo suyo era inviable, retomaron y se lo tomaron en serio. Ya han fijado fecha de boda, será en febrero y rondará al día de los enamorados, para celebrarlo han elegido Segovia, marco intermedio entre Santander y Madrid. La pareja se dará el «sí quiero» en el «Hotel Cándido», un cuatro estrellas con salones habilitados para grandes celebraciones y un jardín de escándalo que a buen seguro tendrán previsto por si el tiempo acompaña. En este entorno y con este nombre está asegurado el cordero en el convite de la boda, todo un clásico de la gastronomía segoviana.
Posiblemente la pareja haya preparado un divertido fin de semana para ellos y para sus invitados entre los que se encuentran muchas caras conocidas. Los preparativos para el gran día están en plena ebullición, y por lo que me ha contado la propia novia, les adelanto que el vestido que lucirá es de la sevillana Aurora Gaviño y que será un diseño de color blanco roto en el que se mimetizarán los toques clásicos con los modernos. Seguro que del vestido se escapa algún volante, «santo y seña» presente en sus colecciones. Toñi ha confiado plenamente en esta diseñadora a la que le une una gran amistad, de hecho la hemos podido ver desfilar en alguna ocasión con los trajes de flamenca de Gaviño: «Ya me han tomado las medidas, Aurora me conoce muy bien y sabe cual es mi estilo, yo también he contribuido con alguna idea. No te puedo dar más detalles porque tengo cerca a Roberto y no quiero que sepa nada, como cualquier otra novia ese también es mi secreto».
Toñi Salazar es muy feliz junto a Roberto, está completamente enamorada del modelo y lo cierto es que ella es correspondida. Hace unas semanas pude verla en el concierto que ofreció en el Casino de Torrelodones; su novio no la quitó ojo en toda la noche, la aplaudió, la miró, la sonrió y la fotografió hasta la saciedad, desde su mesa donde cenó flanqueado por Ana Obregón y Jackeline de la Vega, y ella desde el escenario no escatimó miradas llenas de una complicidad evidente de enamorados.
Aún con tanta felicidad, Toñi podría ver como se empaña el día de su boda con la ausencia de su hermana Encarna. Su reconciliación parece que esté cada día más lejana. Sus discrepancias se remontan a hace tres años y las asperezas aún no se han limado, parece que falta camino por recorrer. Toñi piensa invitarla pero aún no ha hablado con ella: «Lo intentaré en los próximos días y ojalá que me diga que sí». Por otra parte me consta que a Encarna no le ha sentado nada bien enterarse de la boda de su hermana por la prensa.
Encarna vive ahora unos días de nervios y mucha tensión, se está sometiendo de nuevo a pruebas médicas que determinan como se encuentra del tumor de pecho que superó hace tres años; de momento los resultados de las últimas pruebas han sido muy buenos, pero será la semana que viene cuando Encarna Salazar vuelva a respirar tranquila, justo cuando escuche de boca de los especialistas que sigue perfecta y que no tiene nada que temer. ¡Animo Encarna!
