Carod reclamaba un pacto de diputados catalanes para 2012 y Barbeta recordaba el lío que fue el tripartito
¿Cuál es el estado real de José Luis Rodríguez Zapatero? Ésa parece ser la pregunta que ronda por los cenáculos desde hace un par de semanas mínimo. Quizá a modo de respuesta podría servir el análisis de Gonzalo López Alba aparecido el domingo en ‘Público’ sobre lo que daba en definir como “folletín por entregas” con la existencia de dos ‘escuelas’ para “zapaterólogo”. Por un lado, la “palaciega”, en la que “predomina la interpretación de que todos sus movimientos conducen de forma ineluctable a la retirada”; por el otro, la “castellano-leonesa”, en la que “alertan de que no sería la primera vez que se embosca para confundir a sus adversarios y reaparecer desde el foso cuando menos se le espera con un golpe de efecto que acaba resultando aniquilador”. En el centro, la de los “eclécticos”, que son aquellos que “reconocen no disponer de todas las coordenadas necesarias para trazar un mapa global que permita hacer un pronóstico con suficiente fiabilidad”.
Conejos en primavera
Y según el periodista del diario de Jaume Roures, el panorama no comenzará a despejarse hasta las autonómicas y municipales de la primavera que viene, tras cuyos resultados “el poder decisorio estará en gran medida en manos de los barones y el 22 de mayo habrá quien consolide el rango, quien lo adquiera y también quien lo pierda”. De momento, Alfredo Pérez Rubalcaba “es consciente de que también puede acabar arrastrado por el ‘tsunami’ de la crisis y más con abrazos envenenados como el elogio desmedido de José Bono, quien sabe bien que para cazar conejos –de carne más sabrosa que la de las liebres– conviene estar agazapado”.
Dosis de bilis
Mientras tanto, uno de los que perdió el rango en el PSOE hace tiempo, Rafael Simancas, publicaba un artículo en la web de la Fundación Sistemas recogido por ‘El Plural’. En esta ocasión, el diputado Simancas volcaba su bilis, en lugar de en sus sucesores en el PSM, contra las “tertulias de extrema derecha”: “Aquellos que entierran grandes cantidades de dinero en órganos de propaganda antisocialista con la única finalidad de influir en el electorado a favor de la derecha deben ser desenmascarados. Podrán opinar lo que quieran en sus televisiones, porque para eso son suyas y las pagan. Pero los demás también somos libres para denunciar con voz alta y clara que intenten vender a los ciudadanos sus panfletos al servicio del dinero y de la extrema derecha, como si fueran expresiones legítimas de la mejor libertad de prensa”. Quizá le molesta que algunos responsables del socialismo madrileño actual, finos fajadores que con toda probabilidad conocerán mayores destinos en el futuro del PSOE que él, se dejen caer por ellas para dar voz a su partido, –¿ Cuántas tertulias de extrema drecha hay en tv?-.
Mínimos de Carod
En lo que se refiere a cómo salir de ‘tsunamis’ y cataclismos en versión partido político, Josep Lluís Carod-Rovira se sacaba una receta de la chistera en una entrevista concedida a ‘Público’ en la que ya advertía desde el titular: “La izquierda catalana debe ir unida a Madrid en 2012”. En un ejercicio de autocrítica Carod reconocía que “el Govern fue incapaz de imponerse a los partidos y a menudo éstos le fueron desleales”. La respuesta del de ERC a la debacle pasaba por poner en marcha “un programa de mínimos que guiara a los diputados catalanes en el Congreso. La prioridad será entonces la defensa de los intereses de Catalunya y no los del Gobierno central”. Claro que pedirles unidad a los partidos catalanes después de lo del 28 de noviembre pasado y la debacle del tripartito era de un optimismo desbordante.
Una de realidad
Ya lo señalaba Jordi Barbeta en ‘La Vanguardia’, para quien lo del tripartido “no fue bonito ni mientras duró”: “Así pues, sumaron fuerzas PSC y ERC para acabar con CiU y se han liquidado mutuamente disputándose el botín con demasiada antelación […] Para justificar sus contradicciones se decía que el PSC tenía dos almas y lleva camino de quedarse desalmado y sin ningún poder. Otra paradoja: en el momento en que las ansias de independencia están más extendidas, el independentismo está más dividido que nunca. La rivalidad entre grupúsculos independentistas es la mejor contribución a la unidad de España”.
Una revelación
Y en ‘El País’ su director, Javier Moreno, sorprendía publicando tres páginas de análisis sobre el ‘affaire WikiLeaks’, cuyas filtraciones “revelan de forma exhaustiva, como seguramente no había sucedido jamás, hasta qué grado las clases políticas en las democracias avanzadas de Occidente han estado engañando a sus ciudadanos”, –Lo que de verdad ocultan los Gobiernos-.
Originalmente publicado en La Gaceta