La redacción de Cuore es como cualquier otra: con teléfonos, ordenadores, números atrasados de la revista amontonados, redactores escribiendo, diseñadores maquetando y un murmullo constante que indica que se está cociendo la próxima entrega. Una muñeca hinchable ‘descansa’ sobre una cinta estática para correr.
Álvaro García Bermejo posa para las fotos de la entrevista con Periodista Digital. «Tranquilo, que no vamos a ponerte ningún ‘Aarg'», le dice el periodista de PD. «Hacedlo si queréis». El director de la revista Cuore no tiene miedo a reírse de sí mismo. Ni sus redactores, a los que no les importa reivindicar la autoría de las frases más disparatadas dichas en la redacción, foto incluída, en las páginas de la revista. Procuran que no se escape ninguna apuntándolas en un documento de Google Docs.
En 2006 Cuore trajo a España una nueva manera de hacer corazón. Se basaron en el modelo de revistas europeas como Heat y Closer en Reino Unido o Public en Francia, que reinventaron la información rosa: bajaron del pedestal a las celebrities para enseñarlas en bata, con ojeras y celulitis. Copiaron el estilo de los cómics: sus bocadillos, onomatopeyas y signos de exclamación.
¿Cuore es el corazón o el anti-corazón?
Es el corazón que toca ahora porque todas las revistas del corazón hasta el momento lo tocaban de una forma clásica, respetuosa. Cuore lo que hace es esos mismos personajes ponerlos en el plano terrenal, mostrarlos como son. No somos perfectos, Cuore te muestra ese lado imperfecto. Al mostrar que son como tú, los ves cercanos y es una revista más amable en ese aspecto.
¿Ustedes han surgido para resarcir a la mujer real?
Sí. Nuestra filosofía es acéptate como eres, vivan las curvas. Si tienes celulitis puedes ser ‘sexy’. Es como una dosis de autoestima semanal.
¿Qué piensa del uso del Photoshop para retocar las fotos de las celebrities?
No lo utilizamos ni para aclarar las fotos. Cuando tenemos fotos que son de noche, se quedan como están. Por ahí dicen por ahí que ponemos la celulitis en Photoshop y sinceramente yo no he encontrado el filtro «poner celulitis» todavía [se ríe]. Si alguna vez publicamos algo que no es verdad es porque alguien en la agencia ha engañado. Nunca vamos a engañar al lector. No vamos a poner a una celebrity un defecto o pelillos. Lo que hay es lo que hay.
Álvaro García Bermejo (39) es madrileño y estudió Psicología en la Universidad Complutense de Madrid. Empezó su carrera editorial en Bauer dentro de la revista Bravo. De ahí pasó al mundo de los videojuegos con Screenfun y más tarde se hizo cargo de Loka Magazine, revista juvenil con un punto roquero que desapareció en 2009. Se marchó de Bauer al Grupo Zeta para dirigir Cuore en 2006.
¿Qué le resulta más divertido, el pavo de las revistas juveniles, los videojuegos o el mundo rosa?
Cuore cien mil veces. Coure es una montaña rusa de emociones desde que entras hasta que te vas. Esto es lo más divertido en lo que he trabajado en mi vida y en lo que trabajaré. La gente que lo hace también se divierte y eso rezuma en las páginas.
Ha seguido usted respetando eso de que no entren «yolasberrocales» ni «nuriasbermúdez» a la revista desde 2006. Incluso se han resistido al fenómeno Belén Esteban…
Sigo en ello [risas]. El día en que nosotros saquemos a Belén Esteban en Cuore vamos a perder a los 240.000 lectores que nos leen de golpe, de golpe [reitera]. Porque precísamente la gente que lee Cuore busca salirse de esa onda.
Rotocobrhi, filial del Grupo Berstelsmann, imprime para Cuore 300.000 ejemplares que llegan a los 400.000 en verano. Según datos facilitados por la revista, en 2010 crecieron un 5%. Tiene una página web y en 2009 lanzó una versión en Portugal con una tirada de 100.000 ejemplares.
¿Tiene el mismo éxito Cuore en Portugal que en España?
Es un mercado completamente diferente. Son muchos menos lectores y la cultura de lectura es diferente. No se puede equiparar el éxito. La forma de ser de los portugueses les hace reacios a todo lo que sea criticar a una celebrity. Tú dices que una celebrity de las suyas comete un error y a ellos les genera una sensación de repulsa. Todavía no son capaces de darse cuenta de que no son perfectos.
¿Se cansará la gente algún día de ver las bragas de Amy Winehouse o la celulitis de Kate Moss? ¿Con casi cinco años en los kioscos, qué hace Cuore cada día para que el público no se sature?
Si miras en nuestra trayectoria, hemos cambiado bastantes secciones y nos hemos adaptado a los tiempos que corren. Cuando Cuore nació, Facebook estaba en pañales. Toda esa inmediatez que te dan los contenidos en Internet antes no existía. Con tu estilo irónico, desenfadado, tienes que dar algo que no de Internet. Metemos comentarios de la gente de Facebook o los nombres de los personajes de Cuore de Twitter. No luchamos contra ellos, estamos con ellos. Pero cocinamos las noticias a nuestra manera.
De hecho, han sacado ustedes una aplicación de Facebook para que el usuario ponga sus bocadillos como en Cuore. ¿La gente se atreve a ponerse ‘Aarg’?
Sí, o a fotos de amigos o de fiestas. Es un éxito rotundo. Es muy divertido. Damos un premio en las revistas a las mejores fotos con bocadillos. Es una locura. Le recomiendo a todo el mundo que la use, ‘Cuore Photos’.
La lectora de Cuore es mujer, con una edad media de edad en torno a los 30 y 35 años, con una formación académica universitaria y de estudios medios, y trabaja y vive en nucleos urbanos.
Alguna vez han recibido alguna carta de las lectoras quejándose de las críticas que le hacen a las famosas. ¿Se está ablandando su público o ustedes se han vuelto más duros?
Dentro de las lectoras de Cuore hay una vertiente más fan. Cuando eres fanático y admiras a alguien, sólo ves sus cosas buenas, las cosas malas no las ves. Hace unos días un fan me escribió diciendo que habíamos engañado en una foto de Britney Spears porque se le veía la pierna llena de celulitis. Se había metido en la agencia que nos sirvió las fotos. Ella iba andando por la calle y en una de las fotos no se le veía la celulitis. Me enviaron la foto y la portada de mi revista para demostrarme que habíamos puesto la celulitis. Es muy difícil discutir con ellos y decirles que es una serie de 40 fotos y en una de ellas se le veía la celulitis. Él tiene razón, pero yo también.
¿Algún famoso ha llamado para quejarse de algunas de las bromas que hacen?
Tuvimos una denuncia por parte de Buenafuente, a quién admiramos, porque le sacamos con el culete al aire en Ibiza y se enfadó mucho. Pero no tenemos enemigos. Hay gente a la que le gusta salir en los ‘Aarg’.
¿Cómo quién?
Mira, Alaska y Mario Vaquerizo. Una vez recibimos unas fotos de ellos que estaban horribles porque iban sin maquillar por la calle. Llamé a Mario y me dijo: ‘Sácalas, me encanta salir en Cuore, ponme un ‘Aarg’, no hay problema». Cumplimos una labor y los famosos lo saben. Cuore no es sólo bocadillos e ironía. Tenemos un apartado de televisión y una de moda, que es una de las razones principales de compra también.
Álvaro García Bermejo coge la muñeca de la cinta de correr e intenta colgarla de un perchero por la boca. Son artículos de promoción enviados a la redacción, lo que el equipo de Cuore llama «sobornos». Y con «sobornos» se marchan los redactores de PD, con el especial número 4 de Cuore Beauty y el número 15 de Cuore Estilo, una ración de humor para el fin de semana.