El periódico de Prisa alertaba de lo que se le viene a Zetapé y pegaba una bronca a los barones
Lunes desconcertante en ‘El País’. El periódico de Prisa dedicaba dos páginas completas a la labor del vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, la “liebre eléctrica’ de Zapatero”, según Anabel Díez; ese hombre tan cercano a ese diario al que “le desagrada que se le atribuya un poder por encima del presidente o incluso que se lo disputa”, y eso que lo calificaban de “sucesor natural” por su posición aunque otros no lo tengan tan claro, como los ‘barones’ del PSOE, que “no todos consideran que esa sea una verdad revelada, sino que, llegado el momento, habrá otras opciones”.
A la que va llegando el momento ese Fernando Garea lo pintaba como “un político popular entre los portavoces parlamentarios” y Carlos E. Cué lo dibujaba como un tipo respetado por sus adversarios: “En el PP se respeta y se teme al vicepresidente. Sin embargo, se le ve demasiado quemado”. Aun reconociendo, según fuentes populares, que “el único con peso como candidato es Rubalcaba”, –Un rival eficaz según el PP, pero con más pasado que futuro-.
Tres en uno
Lo curioso, y lo que llamaba al desconcierto, es que un poco antes era entrevistado el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, para quien “sin Zapatero” tenía tres candidatos para el PSOE: “Alfredo, Pérez y Rubalcaba”. “Es una opinión personal”, justificaba el ex militante de las Nuevas Generaciones después de haber situado al vicepresidente al mismo nivel que Dios, que ya saben que es Uno y Trino. Por cierto, Fernández Vara andaba un poco obsesionado con las autonómicas y José Luis Rodríguez Zapatero, aunque le quitara algo de hierro: “Debemos evitar que las próximas elecciones municipales y autonómicas se conviertan en un Zapatero sí, Zapatero no […] No se habla tanto de nuestra gestión como de la de Zapatero […] Las elecciones no pueden girar en torno al presidente Zapatero”…-Si Zapatero se retira, yo tengo tres candidatos: Alfredo, Pérez y Rubalcaba«-
Año de calvario
El ladillo titulaba el editorial del rotativo de Prisa, que le pronosticaba al habitante de La Moncloa “un calvario político al que no puede poner fin hasta después de mayo ni tampoco prolongar con el único propósito de agotar la legislatura”. Y es que “las incógnitas del nuevo año no residen tanto en la continuidad o no de Zapatero como en la manera en que llevaría a cabo su salida de escena, –Año de calvario-.
Dentro del desconcierto, y tras dar como amortizado a Zetapé, sorprendía el rapapolvo que les caiga a los barones del PSOE: “Quienes no dudaron en plegarse a su poder cuando era ascendente tampoco dudan ahora en cuestionarlo al declinar su estrella, pese a que las políticas que Zapatero desarrolla ahora no son las frivolidades de entonces. Lejos de ponerse a salvo del naufragio esos barones y esos candidatos municipales que buscan distanciarse de su partido están contribuyendo a precipitarlo”.
Sobre ETA
Gregorio Peces-Barba, ex alto comisionado para las Víctimas del Terrorismo, también se dejaba caer con una tribuna donde repasaba algunas de sus preocupaciones. A reseñar la relativa a ETA, de la que afirmaba que su único camino era dejar las armas si quería algo, en la que podía leerse esto: “Después de la rendición y de la entrega de las armas, será el momento de señalar, con el acuerdo de todos los partidos democráticos, las condiciones personales de los condenados y de aquellos que se rindan, aunque no tengan condenas”. Algo ha progresado desde aquellos tiempos en los que parecía dedicarse a ejercer de comisario de las asociaciones de víctimas que no aceptaban el guión del “proceso de negociación”, –¿Negligencia judicial o algo más?-.
Cosas del fumar
En ‘Público’ Marco Schwartz cantaba las excelencias de la entrada en vigor de la Ley Antitabaco porque “al final se probará la bondad de la ley, como sucedió con la prohibición de fumar en aviones o lugares de trabajo”. Aunque para teoría sorprendente, la de Antón Losada en la SER, que atribuía tanta expectación con la retirada del tabaco –fumado– en los locales de hostelería a los vicios de este oficio: “Es más un problema de los periodistas fumadores que de la sociedad en general”.
Originalmente publicado en La Gaceta