El Gobierno «no se ha planteado ningún cambio» en el régimen de los ex presidentes del Ejecutivo, que incluyen una asignación vitalicia con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, según ha asegurado el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, al tiempo que ha defendido que los ex mandatarios deben tener «cierto estatus institucional» que nunca se ha «cuestionado».
«Hay un sistema establecido desde el año 83 y el Gobierno no valora este tipo de cosas que son parte de nuestro entramado institucional y donde no se ha planteado ningún cambio», ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, preguntado sobre si sería partidario de limitar la asignación pública de los ex presidentes en caso de que estos reciban retribuciones de la empresa privada.
Rubalcaba ha replicado que este es un asunto «institucional» y que así lo han entendido todos los partidos. Según ha dicho, la juventud de la democracia española hace que aún le dé «un poco de pudor» hablar de estos asuntos pero ha recalcado que en otros países de Europa con democracias más antiguas también los exmandatarios tienen cierto estatus institucional.
Es más, ha insistido en que este estatus es lógico porque los ex presidentes lo son «toda la vida» y, por tanto, siguen ostentando cierta «representación institucional». De hecho, ha añadido que cuando el Gobierno critica «alguna salida de tono del ex presidente del Gobierno» –minutos antes había lamentado unas palabras de José María Aznar– lo hace justamente por eso, porque los ex presidentes «siguen teniendo un valor institucional para el país».
El ‘número dos’ del Gobierno ha respondido así después de que varios diputados ‘populares’ se hayan mostrado dispuestos a revisar las retribuciones de los ex presidentes siempre que se mantenga su estatus. Estas palabras han alimentado el debate por el hecho de que Felipe González haya sido nombrado consejero de Gas Natural y Aznar asesor de Endesa, puesto que, en este caso, se suma a los cargos que el ex presidente del PP ostenta en las compañías estadounidenses News Corporation –el imperio mediático de Rupert Murdoch–, J.E. Roberts y de Global Doheny Group.
