Después de la demanda por malos tratos psicológicos de Natalia Alvarez a Rafi Camino, una cerradura cambiada ha vuelto a enfrentar a la ex pareja. Aunque el torero sigue siendo dueño de la casa familiar en que vive Alvarez con el hijo de ambos, la joven cambió la cerradura sin avisar y Camino tuvo que forzarla para recuperar objetos personales.
El pasado noviembre Natalia Alvarez denunció a su ex marido Rafi Camino por supuestos malos tratos psicológicos, que fueron admitidos a trámite por el juez y abrieron la veda para una lucha pública entre ambos mediada a través de sus abogados.
Ahora, una cerradura cambiada ha añadido más leña al fuego en esta disputa. Según ha declarado Camino, se acercó al antiguo domicilio familiar donde ahora residen Alvarez y el hijo de ambos para recuperar una serie de objetos personales, y se encontró con que no podía abrir la puerta con su llave.
El torero llamó entonces a un cerrajero que cambió de nuevo la cerradura, recogió sus enseres y se marchó, tras dejar las nuevas llaves a su ex en el interior de la vivienda y poner lo sucedido en conocimiento de su abogado.
«Cogí mis fotos, ahí tienes tus llaves y ya está, no ha pasado nada, una chorrada. Hay un escrito en el que se dice que puedo entrar a mi casa hasta que un juez diga lo contrario», ha afirmado el diestro, restando importancia a lo ocurrido.
Por su parte, Alvarez no ha querido hacer declaraciones y ha dejado el asunto en manos de su ex. «Preguntadle a él, gracias», es todo lo que ha comentado.
Ante este nuevo envite en su enfrentamiento con su ex mujer, Rafi Camino ha afirmado que seguirá «aguantando» la situación «tranquilo», hasta que «se arregle todo y cada uno haga su vida». Mientras, aprovecha cada momento que puede para pasarlo con el hijo de ambos, que disfrutó de los Reyes con él.
