Silvio emperador, vitoreado, hinchado de machismo e impunidad
El País ha fichado al escritor y showman Boris Izaguirre como nueva firma para los fines de semana de la sección Gente del periódico. Boris plasmará su visión más sarcástica sobre algunos de los personajes de mayor actualidad de la política, espectáculo, cine, arte o música. Para estrenarse en el diario de Prisa ha elegido a Silvio Berlusconi.
El que en julio de 2010 fuera fichado TVE para conducir el programa ‘Humano y divinos»‘ que tan sólo duro un mes en antena debido a su escasa audiencia, —Juan Ramón Lucas y Boris Izaguirre se hacen ricos en RTVE— ha cambiado los focos por la pluma.
El papel de Silvio Berlusconi como político, seductor y vanguardista de la «cosmética masculina» es desmenuzado en el artículo Quo vadis, Silvio donde, para Boris Izaquirre, la estética ha sido su ideología, «su máximo legado». Siempre respaldado por el electorado que «aplaude».
Con adjetivos como «vulgar», «machista», «nuevo rico» o «excesivo», el escritor venezolano asegura que el verdadero triunfo del político Berlusconi es demostrar que «la corrupción cuando se expone, maravilla».
Fascina la capacidad de saltarse todos los controles y esquivar la justicia hasta el final. El que fracasa, el que es finalmente atrapado y juzgado, viene a significar el prototipo actual del perdedor. Berlusconi es el triunfador, sus harenes particulares en sus casas de Cerdeña o Roma, cada día dejan de ser oprobiosos para difundir una complicidad escapista con el hombre común.
Según Boris Izaguirre, Berlusconi ha cambiado el concepto de hombre sexy actual que «se mueve serpentino en el triángulo pelo, busto, pie».
Más busto, más poder. Y el zapato de la velina, perturba por su tacón, su sádico diseño. La comodidad queda para los que no están en la fiesta, el electorado que aplaude.
También el de las mujeres, donde lanza un dardo a los nuevos fichajes de Telecinco ya que, según sus palabras, el estilo femenino que busca Berlusconi «lo podemos ver en cualquiera de sus televisiones»
Consigan lo que consigan como seres humanos, estarán siempre sometidas a la esclavitud de la belleza y una feminidad servil. Y él, Silvio emperador, vitoreado, hinchado de machismo e impunidad.