A Jáuregui le aterra imaginarse al PP en el Gobierno. Normal, seguro que empezaba fusilando sindicalistas
Dado que ‘El País’ se vende como “el periódico español de referencia”, algo así como un ‘The New York Times’ patrio, ninguna publicación mejor para usar uno de sus textos en un pequeño ejercicio de periodismo práctico. Lean este primer párrafo de una noticia de ‘El País’ y sugieran –mentalmente– un titular: “A un año de las elecciones generales, empieza a cundir la idea de que el PSOE no tendrá tiempo suficiente para dar la vuelta a las encuestas».
El tiempo y las circunstancias corren en contra de los socialistas. Porque se consolida la ventaja del PP y no hay indicios de remontada; porque la situación económica no sólo no mejora, sino que aparecen nubarrones por las revueltas en los países árabes; porque Zapatero está desgastado y no termina de despejar su futuro para que su hipotético sucesor pueda movilizar a sus votantes y, sobre todo, porque el Gobierno sigue estando obligado a tomar medidas impopulares”.
Si la respuesta no ha sido “Rechazo a bajar el límite de velocidad”, siento decirles que han errado. Y es que una cosa son las clases de periodismo y otra muy distinta titular “El PP consolida su ventaja (15,9 puntos) a un año de las elecciones generales”, cuando se pueden encontrar datos menos hirientes. Y eso que, de un tiempo a esta parte, como ya sabrán los lectores fieles de ‘Un paseo por la izquierda’, ‘El País’ de Liberty se ha deshecho definitivamente de la pana y está de un ‘centrista’ que asusta. Por ejemplo, en la misma noticia citada se hace eco del rechazo público a la más polémica de las medidas de ahorro del Gobierno, una iniciativa ardientemente defendida por su rival a la izquierda, el zapaterista ‘Público’.
‘Público y los110 km/h
Como suele suceder, quien más inteligentemente defiende la medida contra el furor de sus críticos es el columnista Isaac Rosa: […]
“Con la mano en el corazón, ¿a qué estamos dispuestos a renunciar nosotros? A poco, por lo que parece, o eso indican las respuestas que he oído tras la propuesta de reducción a 110 kilómetros, como si la velocidad a 120 –que pocos respetan, además– fuese un derecho adquirido, o incluso un derecho natural, irrenunciable”, –La ejemplaridad en la era digital-.
De hecho, ‘Público’ abre con una primera catastrofista sobre el particular, muy adecuada a su diseño: “Convivir con un petróleo por las nubes”, –El fin de un petroleo barato obliga a cambiar de hábitos-.
Más formas de ver las mismas cosas de modo distinto. ‘El País’ destaca otra idea anatema para ‘Público’, esta en ‘Internacional’: “Apoyo de la mayoría a una intervención militar en Libia”. Incluso con la presa fácil, el ‘caso Camps’, ‘El País’ se muestra circunspecto: “El PP reivindica la regeneración de la política con Camps como gran estrella”. E incluso lo ‘equilibra’ con esta otra noticia: “Intrusos y millones a discreción”. “El escándalo de los ERE revela una trama de fraudes en Andalucía”.
‘Público’, en cambio, se relame y lo da todo con el presidente autonómico imputado, pese a llevar haciéndolo tanto tiempo que sus lectores deben de estar agotados: “El imputado Camps firma contra la corrupción”. Don Francisco va a tener en ‘Público’ el “imputado” como segundo apellido por los siglos de los siglos. Pero hay más, mucho más; ‘Público’ no va a dejar que el PP suceda a Zapatero sin una lucha feroz. “Reguero de promesas incumplidas. El Partido Popular propone firmeza contra los corruptos mientras cierra los ojos ante la Gürtel”. Eso, para ir abriendo boca.
“Rajoy se da de bruces con el ‘show’ del PP valenciano”. ¿Van cogiendo el tono? Pues sigue: “Camps se viene arriba: ‘¡Somos imbatibles, somos los mejores!”. Realmente, si Camps no existiera, ‘Público’ tendría que inventarlo –o regalarle unos trajes–. Ah, un poquito de Doberman: “A Jáuregui le ‘aterra’ imaginarse al PP en el Gobierno”. “El ministro de Presidencia cree que el PSOE es la única garantía de una salida a la crisis con ‘contenido social”. Esto es lo que hace tan peculiar a la democracia española: el partido en el Gobierno habla de la oposición, no como de una formación política con ideas peores, sino como si fueran los camisas negras en la marcha sobre Roma. El PSOE, ya ven, no es sólo la mejor opción; es “la única garantía” de dar una salida a la crisis con contenido social.
Puede dudarse que retrasar la edad de jubilación, congelar las pensiones y reducir los sueldos de los funcionarios sea la definición exacta de “lo social”, pero todo el mundo sabe que, de ganar las elecciones, el PP se pondría enseguida a fusilar obreros, como hizo Aznar en 1996 –no mire en la hemeroteca: no sale–. Y, ahora, ‘los nuestros’. Si en el PP todo es corrupción y división, los del PSOE son “we few, we happy few, we band of brothers” de Enrique V en Agincourt: “Zapatero arenga a sus candidatos: ‘Se gana cuando se sale a ganar”.
Los ‘frikis’ ocupan titulares
Y, para terminar con un último ejemplo de la visión dialogante y pacífica de ‘Público’, la entrevista con un ‘friki’– César Strawberry– que ha escrito un libro sobre un equipo de música: “Reventaría todas las lunas de los bancos”. Imagino que los asfixiados con la hipoteca habrán sentido algo así alguna vez, pero aplaudirlo desde un titular no sé si es el modo más prudente de avanzar hacia la paz social
Originalmente publicado en La Gaceta