La visita del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, este lunes a Túnez se ha saldado sin ningún acuerdo concreto que permita aliviar la situación que vive la isla italiana de Lampedusa, a la que en las últimas semanas han llegado miles de inmigrantes, muchos de ellos procedentes del país norteafricano, donde una ola de protestas culminó el pasado 14 de enero con la dimisión del presidente Zine al Abidine Ben Alí.
Según informa la agencia oficial tunecina TAP, «no se ha anunciado ningún acuerdo entre Túnez y Roma sobre el asunto de la inmigración clandestina al término del encuentro entre el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, y el primer ministro del Gobierno interino tunecino, Beji Caid Essebsi.
No obstante, Berlusconi ha indicado que ha encontrado «disponibilidad por parte del Gobierno de Túnez para examinar la cuestión» de la repatriación de los inmigrantes tunecinos, como desea Roma. «Existe una voluntad absoluta de encontrar una solución» e Italia desea que sea de manera «civilizada».
Asimismo, ha explicado el primer ministro, a la espera de un acuerdo en este sentido, también hay voluntad de «encontrar soluciones que vayan en la dirección de controlar las costas por parte de Túnez». En este ámbito, ha precisado, Italia también está dispuesta a ayudar.
Berlusconi, que ha dicho entender que los jóvenes tunecinos busquen una vida mejor emigrando hacia Europa, ha subrayado que con ello se crean «inconvenientes», sobre todo en el caso de Lampedusa, donde las autoridades se han visto desbordadas por la llegada de miles de clandestinos en las últimas semanas. Por ello, ha insistido, hay que «encontrar una solución».
El primer ministro había viajado a Italia acompañado de su ministro del Interior, Roberto Maroni. Una delegación de dicho departamento permanecerá en Túnez con el objetivo de trabajar con el Ministerio del Interior tunecino en el acuerdo sobre la repatriación de inmigrantes, según ha informado el propio Berlusconi, y se espera que Maroni regrese mañana a Túnez para comprobar el trabajo y «suscribir el pacto».
Asimismo, ‘Il Cavaliere’ ha confiado en que se podrán resolver las diferencias con los países europeos respecto al eventual traslado de los inmigrantes a otros países de la UE. «Es un problema que deriva de este tsunami humano que se está produciendo y se seguirá produciendo en Libia y Egipto», ha dicho.
PERMISO TEMPORAL
Respecto a esta cuestión, el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha descartado la opción de conceder a los inmigrantes un permiso temporal puesto que éste se transformaría en «un permiso de viaje por Europa» y eso no sería una muestra de «solidaridad europea». No obstante, una vez detenido el flujo de inmigrantes, Frattini no ha descartado que Italia tome esta medida si ve solidaridad de sus socios.
«Primero hay que cerrar el grifo» en Túnez, ha destacado el ministro en declaraciones a la cadena Sky, ya que de lo contrario, Italia podría convertirse en un «corredor de tránsito de personas que tienen protección temporal» y cuyo deseo es instalarse en otros países europeos. «Sería un error», ha insistido Frattini, ya que si Italia exige solidaridad debe mostrarse también solidaria.
