Los diarios nacionalistas sólo tienen, en realidad, una noticia: el centro nos esquilma, nos odia y nos maltrata
No hay laicidad. No existen laicos, y el enfrentamiento es entre religiones. La progresía es una religión, con sus dogmas, su inquisición, sus autos de fe… Y sus espacios sagrados. «El presidente del tribunal: ‘Cuestionar la independencia del Constitucional es atentar contra lo más sagrado», leemos en El País. Es ridículo e irracional confiar en Dios, nos dicen. Pero tenemos que fiarnos a ciegas de la frágil voluntad, la limitada inteligencia, los azarosos devaneos de seis hombres vestidos con una toga, porque juntos son «lo más sagrado». Qué quieren que les diga: hemos salido perdiendo en el cambio.
Público es más expresivo titulando los comentarios de Pascual Sala: «Pone la carne de gallina que se cuestione la independencia del TC». Uno pensaba que la democracia era precisamente eso, cuestionar al poder. Se ve que no. Parece ser que se trata de un cambio de sacralidades, una indemostrable por otra demostrablemente falsa. Quizá a Sala le ponga la carne de gallina que se le cuestione; a mí me la pondría lo contrario un país en el que todos dijéramos «amén» ante los dictados del poder. ¿Me coloca eso a la izquierda de la izquierda, o es que me han vendido un modelo falso?
La Gaceta y El País han coincidido con La Vanguardia en la foto de primera, Don Juan Carlos junto al monarca marroquí recibiendo leche y dátiles. Aquí acaba el juego de las semejanzas. O casi, porque La Vanguardia y el diario de Prisa también coinciden en llevar la crisis griega a sus primeras. El País evita la información nacional, titulando casi a la manera de Público -esas frases grandilocuentes sin verbo- «El recurso al voto del miedo», en el que presuntamente se castiga a los dos partidos principales por recurrir al «que viene el lobo» en sus esfuerzos por captar el voto, en uno de esos ejercicios de equidistancia que hace a veces el buque insignia de Prisa para seguir mereciendo el título de «diario de referencia».
S. O. S
Público, en su línea: «Auxilio ignorado'» lo que puede estar bien para una película, pero que en la portada de un periódico deja al lector in albis. Leyendo el subtítulo se entera uno de que se refiere a la presunta negación de auxilio por parte de efectivos de la OTAN a 61 emigrantes náufragos. Debajo, dominando con la fotografía de las protagonistas, «Chacón saca los colores a Cospedal». A lo que parece, la ministra le ha reprochado a la popular lo mucho que gana. Si el demagógico dardo ha llegado o no a colorear las rosadas mejillas de Cospedal es algo que el diario de Roures presupone, encantado.
Ya les dije en su día que, empezando la campaña de las municipales, la izquierda mediática se pondría a rastrear ayuntamiento por ayuntamiento en busca de basura que arrojar al PP, por ridícula que fuera. Hasta dónde pueden llegar en su empeño podía verse ayer en este titular que parece inventado: «Bob Esponja’ amenaza al Partido Popular de Getafe». Ya ven: hasta los personajes de dibujos animados más populares entre los niños se oponen a nuestra extremísima derecha. Lástima que las esponjas no tengan derecho a voto.
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