Iñaki Gabilondo se lía y no sabe cómo salir de su propio embrollo en el vídeoblog de El País –Seguimos en la política de incongruencias– . Con el affaire de los documentos comprometedores y que, supuestamente, se están destruyendo en Castilla La Mancha en los días previos a lo que será el relevo en la Junta, el periodista de Prisa atiza inmisericordemente tanto al PP como al PSOE. Al primero, le acusa de deslealtad por hablar de déficit y de que se están ocultando las pruebas y al otro de que no haya reaccionado ante las imputaciones de los conservadores sobre la desaparición de esos papeles. ¿En qué quedamos?
Ironiza Gabilondo que:
Esto parece una película de los Hermanos Marx. El número dos del Partido Popular en Castilla La Mancha dice que la situación en esa comunidad autónoma es de quiebra total. Automáticamente, se produce el pánico y una reacción estrepitosa por parte del PSOE. Después, el coordinador de economía del PP dice que como todavía no tiene los papeles, no puede decir la cifra exacta de la quiebra, pero estima que ésta puede rondar los 6.785 millones de euros, y todo eso sin precisar, esa cifra da sin precisar, así que esperamos que cuando tenga todos los datos nos pueda dar los decimales, los céntimos.
Después de mostrarse socarrón con el PP también le da leña al PSOE porque:
Seguimos en la política de incongruencias que parece una sopa de ganso. El Partido Socialista, en vez de aclarar, porque esa cosa parece posible de aclarar, para reaccionar contra eso que parece que son unas calumnias, dice que procede a suspender el traspaso de papeles cuando parecería que lo debería de hacer es acelerar ese traspaso para que quedara en evidencia justamente la falacia.
Lo curioso del caso es que no le importa al periodista tanto el montante de la hipotética deuda, sino que ésta se anuncie a los cuatro vientos y que eso nos ponga en solfa de cara a los mercados internacionales, amén por supuesto de meter, cómo no, de por medio a una comunidad gobernada por el PP:
Mientras el Partido Popular está denunciando en Castilla La Mancha quiebras y desastres mil con todos los vigías de los mercados internacionales atentos a nuestra economía, Mariano Rajoy prometía la lealtad absoluta de su partido. Mientras tanto, están pasando cosas que deberían ser observadas por los dos partidos de forma directa. Mientras Castilla La Mancha señala el grave problema de 6.785 millones de déficit, el año pasado el Banco de España certificó que la Comunidad Valenciana, gobernada por el PP, tenía una deuda de 17.000 millones de euros.
Pero, este juego pueril de tú debes más que yo, yo debo más que tú, jugando cada cual el juego absurdo de presentarse como el ejemplo que no puede presentar, puesto que todos a su vez están metidos en una situación similar, resulta una situación lamentable. Lo que está haciendo el PP en Castilla La Mancha es lamentable. Está resultando además peligrosísimo con todos los observadores internacionales vigilando. Pero además sería imprescindible que la respuesta no fuera la del escamoteo de los papeles, sino al contrario, la de la transparencia de los mismos
Y la conclusión es arrear a ambos partidos, pese a que quien ha tenido la responsabilidad institucional en Castilla La Mancha durante las tres últimas décadas ha sido el PSOE:
Tenemos un problema contable muy claro. Se sabía que después de la elección municipal y autonómica, iban a aflorar sobre la mesa las verdades y las miserias contables de comunidades y de ayuntamientos. Tendrían que trabajar juntos, ¿no les parece? Eso es lo que a cualquier ciudadano le parecería justo. Sin embargo, se prometen oficialmente lealtades y se juegan por debajo las deslealtades más pueriles y más ratoneras que nos hacen pensar que estamos ante un juego de incongruencias o ante una película de los Hermanos Marx. Esto es, sencillamente, una sopa de ganso.