En una columna firmada bajo el pseudónimo de ‘Marcello’ y con el título de Barroso perdió contra Rubalcaba, Pablo Sebastián repasa este 7 de junio de 2001 las luchas de poder dentro del PSOE abiertas por el matrimonio formado por el ex secretario de Estado de Información, Miguel Barroso, y la ministra de Defensa, Carme Chacón. Aunque centrado en las más recientes acciones para tratar de situar al frente del Partido Socialista a Chacón, el texto también repasa los antecedentes. Se trata del intento de Barroso de imponer a su mujer como vicepresidenta primera del Gobierno. En todas estas operaciones, los medios de Roures habrían sido una herramienta fundamental.
La columna deja en mal lugar a los dos miembros del matrimonio. Asegura Sebastián que el «conspirador habitual» Barroso «movía lo hilos de la ministra de Defensa como si de un muñeco de polichinela se tratara». El retrato que hace del ex secretario de Estado es duro:
Un personaje apasionado por la intriga y el control de toda clase de poder atacó con malas y despiadadas artes a los que eran los posibles competidores de su esposa y pupila en la carrera de sucesión de Zapatero: Bono y Rubalcaba.
Los antecedentes se remontan, según Sebastián, a 2008:
Primero, Barroso había intentado, tras las elecciones de 2008, colocar a Carmen Chacón como vicepresidenta primera del gobierno en el cargo que ostentaba María Teresa Fernández de la Vega. Y para ello no dudó en filtrar toda clase de rumores y noticias contrarias a la vicepresidenta primera en sus medios afines como lo hizo en la portada del diario Público -de su amigo y socio Roures-, lo que provocó las iras de De la Vega y el cese del entonces director del diario.
De esta manera explica ‘Marcello’ la destitución del joven Ignacio Escolar al frente de Público.
‘Marcelo’ repasa las operaciones tras el anuncio de Zapatero de que no se presentaría de nuevo a las elecciones generales. Tras narrar el uso de los medios de comunicación que, según él, había hecho el matrimonio contra Rubalcaba y Blanco, relata:
Barroso no quería un Congreso del PSOE para Chacón porque conoce la inconsistencia política de la ministra de Defensa y buscaba la simpatía femenina en las primarias, para lo que contó con el apoyo inicial de Zapatero. Pero el tándem Rubalcaba-Bono, al que se había unido Blanco, le dio un órdago al presidente del Gobierno y le transmitió el ultimátum según el cual Rubalcaba no se presentaría a las primarias para competir con Chacón y Barroso, y que si se retiraba lo haría también de la vicepresidencia primera del Gobierno, lo que aterrorizó a Zapatero.