El rojerío mediático, tras semanas de decirles a los indignantes que son lo más, se extrañan de la violencia

A la zurda no le apesta un 15-M que zarandea a diputados e intimida a periodistas

Para Ignacio Escolar (Público), 'violencia' es que haya cinco millones de parados, la retórica precisa del fascismo

A la zurda no le apesta un 15-M que zarandea a diputados e intimida a periodistas
Una joven se encara con un agente policial. EFE

Hoy, como ayer, la noticia está en Twitter, en la red. Los periódicos de papel siguen pedaleando con el Constitucional. “PSOE y PP reaccionan”, titula ‘Público’ en primera, bajo una foto de Trillo y Rubalcaba dialogando, presuntamente para desbloquear los nuevos nombramientos del Alto Tribunal. Para ‘El País’, “PSOE y PP se enrocan pese al reto lanzado por el Constitucional”. ¿Quién tiene razón? La solución, en el próximo número. Pero ahora mismo la noticia está en los helicópteros del Parlament de Cataluña.

A la izquierda le pierden las masas, tanto como a cierta derecha los ‘mercados’. El caso es que el movimiento 15-M, sobre el que ha babeado desvergonzadamente el rojerío mediático, se está portando mal, y sus padrinos del papel entonan el “no es eso, no es eso”. Los pacíficos chicos de acampada se han crecido con tanta portada y ahora obligan a los diputados catalanes a entrar en helicóptero, en el ‘air força one’, como ironiza un tuitero, en el Parlament. Y los periodistas de la zurda, como si hablaran de una mascota que han adoptado, fruncen el ceño y les dicen, muy en serio, “chico malo, eso no se hace”.

Es la idea descerebrada de la izquierda, que nada olvida pero nada aprende, y cree que se puede jalear a una masa informe de jóvenes y luego pretender que se ajusten a su programa. Pues no, una masa tiene su propia dinámica, más cuando lleváis semanas diciéndoles qué altos, guapos, justos y benéficos son. Les habéis insinuado que en sus manos, más que en las urnas, está la ‘voluntad popular’; les habéis adulado en primera tras primera plana; habéis contrastado positivamente sus esfuerzos con la gris vulgaridad de la ‘politics as usual’. Se lo han creído; se lo habéis hecho creer. ¿Por qué pensáis que van a parar donde digáis, como si fueran el perro que lleváis de la cadena, como si fuerais sus dueños?

LA MASCOTA REBELDE

Hay todo un tema recurrente en Twitter, bajo el epígrafe ‘así, no’ (‘així, no’), para llamarles al orden. Germán Temprano, columnista de ‘Público’ a la izquierda de Vladímir Ilich, se pone de un sensato que asusta en “De hábitos y monjes” en Diarioabierto. es. “Este sistema es mejorable pero no se antoja que optimizarlo pase por una regresión en el tiempo para que quienes no se creen representados por aquellos a quienes se vota se crean a su vez representar sin ser votados”. Pero, ¿qué se creían, de verdad? Me recuerdan al primo de Luis XVI, ‘Felipe Igualdad’, jugando a revolucionario hasta que acabó bajo la cuchilla.

Habéis escrito columna tras columna diciéndoles que ellos sí que molan, contraponiéndoles a la pútrida clase política, ¿y os extraña que se les haya subido a la cabeza? ¿Creéis de verdad eso de que “El movimiento 15-M se desvincula de los ‘actos violentos’ de Barcelona”, como tituláis en la versión de ‘Público online’? ¿Quién es un acampado para desautorizar a otro en un movimiento ‘anónimo’ y acéfalo? Habéis guiñado a la no aplicación de las leyes ‘por prudencia’. Y ahora os extraña que el fenómeno se haya salido de madre. Valdría todo la pena si hubierais aprendido algo. Pero no creo.

Lo de la izquierda es la indignación selectiva. O el olfato selectivo, si se prefiere. Leo en ‘Cuartopoder’, en Internet: “A veces, las cosas apestan. Apesta la desregulación financiera internacional que condena a la miseria y a la muerte a millones de personas en el planeta, apestan los paraísos fiscales y apesta también la respuesta de la Iglesia a los casos de pederastia protagonizados por sus sacerdotes. Apesta el amparo que ha prestado y sigue prestando Occidente a los regímenes corruptos y asesinos del norte de África y apestan la maldita televisión y las cunetas de media España, trufadas todavía, 75 años después, de rojos descerrajados y sin un entierro en condiciones. Apestan los bancos y apesta también la elección de cientos de imputados en las municipales y autonómicas. Y apesta, por supuesto, nuestro sistema electoral, que acuchilla a unas minorías que lo son sólo gracias al perverso método de reparto de escaños que perpetra la legislación vigente”.

No les apesta un movimiento que asalta a diputados, intimida a periodistas, zarandea a parlamentarios y desprecia el resultado de las urnas. No les apesta unos Gobiernos que han ordeñado a las cajas hasta dejarlas secas, que se han endeudado en nombre de nuestros bisnietos, de una izquierda que ha hecho del logo del puño y la rosa el ‘detente bala’ para vivir a todo tren sin tocar acera en años. Todo eso, parece, es para ellos Chanel Nº 5.

¿Quién puede creerles ahora? Ponen el gesto serio para ‘condenar’ la ‘inexplicable’ violencia de unos cuantos ‘descontrolados’. Ignacio Escolar, uno de los aprendices de domadores, les amenaza con el índice, para quien, “en mi diccionario, 5 millones de parados también es violencia”. Me suena. Como decía aquel ‘intelectual’ occidental de izquierdas en plena Guerra Fría, sí, la URSS tiene el ‘gulag’, pero América tiene ‘fábricas’. Olé. La violencia que ejercen los indignantes es reflejo de la que sufren, el paro. Pero hasta Ignacio entenderá –si se lo propone– que nadie en concreto es responsable de que este tipo o este otro no tenga trabajo –no más que el propio Roures, digamos, por no colocarle–, mientras que los que han impedido a los diputados entrar en el Parlament tienen todos nombre y apellido. “Y es con este tipo de planteamientos con los que se pierde toda la razón –escribe Escolar en Twitter–: “El Parlamento debate hoy los presupuestos del ‘tijeretazo”. Oh, en ese caso, duro con ellos.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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