Los responsables del Grupo Prisa consideran que los periodistas deben cobrar 18.000 euros brutos al año, mientras ellos se reparten millones a pesar de la crisis
El pasado 10 de mayo de 2011, Periodista Digital se hacía eco de los malos números económicos que había presentado el diario El País durante los tres primeros meses del año, a pesar de haber aumentado sus beneficios–Prisa juega al despiste con El País: ¿qué esconden los números rojos del diario de Cebrián?–.
En aquella información, este medio focalizó la atención de esas cuentas negativas en la provisión de fondos aprobado por el grupo con el cual se buscarían dos objetivos: indemnizar a los 2.500 trabajadores que a lo largo del año se van a la calle y presentar unos resultados desfavorables que justifiquen tanto los despidos como los recortes.
EL COMITÉ DE EMPRESA HACE UN LLAMAMIENTO A LOS TRABAJADORES PARA QUE RETIREN SUS FIRMAS
Pues bien, en El País, tras varios meses de verlas venir, la temida ‘tijera’ de Cebrián y los suyos ha llegado. La ‘niña mimada’ de Prisa, que hasta ahora vivía cómodamente en su burbuja, comienza a sentir la crisis en sus carnes. La ‘Operación Liberty’ ha puesto en pie de guerra a la redacción de este diario, que este 23 de junio emitió el siguiente comunicado:
Los trabajadores de Ediciones El País han aprobado por amplia mayoría retirar sus firmas de todos los soportes informativos, hasta el próximo jueves, como protesta por la pretensión de la dirección de imponer un convenio en el que se recortan nuestros derechos y se consagra la doble escala salarial que los gestores del diario han generado con la incorporación de los compañeros procedentes de Prisacom. Los responsables del Grupo Prisa consideran que los periodistas deben cobrar 18.000 euros brutos al año, mientras ellos se reparten millones a pesar de la crisis.
La plantilla del diario ha mostrado su disposición a asumir sacrificios salariales, a pesar de que en el último ejercicio el periódico ha aumentado sustancialmente sus beneficios, para resolver la equiparación de esos trabajadores y solucionar las situaciones irregulares. La respuesta que ha recibido de la dirección se limita a proponer un «nuevo modelo» de relaciones laborales, que no consiste en otra cosa que en rebajar los sueldos y recortar derechos. Una precarización que choca frontalmente con la línea editorial que vincula al periódico con sus miles de lectores desde hace 35 años. Un periodista mal pagado es un profesional menos independiente y menos libre. Creemos que la sociedad democrática no puede permitirse que se sustituya a informadores conscientes y responsables por máquinas que reproduzcan fielmente las notas de prensa de empresas y partidos.
EL PAÍS NO PROTESTÓ CON LA MISMA ENERGÍA QUE OTRAS UNIDADES DEL GRUPO ANTE LA SITUACIÓN CONSCIENTE DE SU SITUACIÓN DE PRIVILEGIO
Como se puede observar, el Comité de Empresa de El País ha decidido movilizarse para hacer frente a esta situación. La primera medida ha sido retirar las firmas «para reclamar un convenio justo», y esta protesta ya puede comprobarse tanto en la edición digital como en la impresa. Además, han creado sendos perfiles en Twitter y Facebook para informar de la situación.
Lo que ahora acontece en El País no viene sino a confirmar el desmembramiento del Grupo Prisa desde que Liberty se hizo con las riendas del Grupo. Hasta el momento los que más habían hecho sentir su pesar habían sido los trabajadores de la sección audiovisual, sobre todo a partir del cierre de CNN+ y la venta de Cuatro.
Fuentes sindicales consultadas por PD siempre aseguraron que sus compañeros de El País «habían ido hasta el momento por libre» a la hora de consensuar las protestas, conscientes de su posición de privilegio como miembros de la joya de la corona de Prisa. Ahora la bomba en la que se ha convertido la compañía también les ha alcanzado a ellos.