Leire Pajín no predica con el ejemplo. Quien es el azote de la obesidad, sobre todo con una lucha implacable contra los chuches, bebidas azucaradas y la bollería industrial, no parece, sin embargo, predicar con el ejemplo, a tenor de las fotos publicadas este fin de semana por el Diario de Mallorca –La ministra Leire Pajín disfruta del precioso entorno del Lazareto de Maó-. En esas instantáneas, tomadas en una playa de Menorca, se puede comprobar a una ministra de Sanidad que, desde luego, no puede compararse con una sílfide, precisamente. La titular ministerial muestra sus redondeces en determinadas partes de su anatomía, demostrando que es más fácil lanzar homilías en contra de la obesidad que seguir luego esos consejos que, dicho sea de paso, cuestan una pasta gansa por vía de la publicidad institucional.
Lo cierto es que si Leire Pajín tenía intención de pasar desapercibida, su objetivo quedó truncado. Hasta dos agencias de fotografía distribuyeron las imágenes de la titular ministerial de Sanidad quien, a pesar de las dificultades económicas y sociales por las que está atravesando España, optó por desconectar de la cruda realidad durante el fin de semana. A buen seguro que la máxima responsable de la sanidad española no esperaba ser ‘cazada’ en pleno relax.