Nada irrita más a los rojillos que reivindicar algo y que se lo concedan, prebendas aparte, naturalmente.

A la izquierda le han hecho un traje

Después de 24 años de gobernar en Extremadura, Rodríguez Ibarra tiene la cara de posar como ‘antisistema’

Uno puede ver lo mismo noventa y nueve veces sin sobresaltos y tener la centésima una revelación, como si la viera por primera vez. Y entenderla. Ayer tuve una de estas epifanías con la izquierda leyendo su prensa; descubrí que, siendo una rebelión contra la realidad, sólo está realmente cómoda en la oposición, en la barricada.

Por ejemplo, no hay nada que irrite más a la izquierda que el que le den la razón, que reivindicar algo y se lo concedan. Camps ha dimitido, y arde Internet. Mis rojillos favoritos apenas pueden disimular su disgusto, especialmente Nacho Escolar, que, pocos minutos antes, quería hacer una porra sobre la decisión de Camps apostando que no dimitiría. Olfato periodístico, como cuando decidió, hace ya lo suyo, que Zapatero tenía que dimitir pero se le olvidó decirlo. Pura modestia.

El comentario más repetido entre los desconcertados ‘rojelios’ es “si dice que es inocente, ¿por qué ha dimitido?”. Entiéndanlo: con tal de aferrarse a su muñeco de pimpampum favorito olvidan hasta el sentido común más elemental; ¿o es que están contra el principio elemental de que nadie está obligado a declarar contra sí mismo? Ahora sólo les falta pedir que cuelgue en la plaza Mayor. Pero lo que nos incumbe –las responsabilidades políticas– está resuelto y finiquitado, y eso les mata. El resultado lo resume un Twitter del que no tengo el gusto, un Antonio Elvira: “Hay algunos contertulios que se quedarán sin trabajo al no poder contraargumentar hablando de Camps. ¿Hablarán del Faisán ahora?”. Seguir hablando de Camps ya no va a colar; la noticia es ahora de tribunales, no de la sección de Nacional. Y lo saben. El gran elefante blanco de la derecha ha sido abatido: ¿hablamos ahora de las ‘minucias’ del PSOE, del Faisán, del extraordinario ‘desequilibrio patrimonial’ de Bono? Pues eso.

Nacho tuiteaba hiperactivo, cada vez más desesperado: “¿Algún abogado en la sala sabe explicarme qué pueden hacer ahora en el juicio los dos que ya se han declarado culpables?”. Criaturitas, que les han dejado sin caramelo. En tanto gruñido tuiteado se leía, como en un test de Rorshchach digital: “¡Vuelve, Paco, vuelve!”.

EL ‘INDIGNADO’ MANDAMÁS

Pero si verle echando espuma por la boca es una satisfacción legítima, el deber me lleva a los periódicos. Como ‘El País’, que ya va por el segundo día de hacer penitencia tras haberle dado la razón a Rajoy con su “Zapatero, márchese”. El otro día fue su arrogante vileza de justificar el chivatazo a ETA. Ayer fue dejarle una tribuna a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, “Resetear”, que confirma punto por punto la tesis que adelantaba en el primer párrafo.

Pónganse en antecedentes. Este hombre ha gobernado Extremadura durante 24 años. Este hombre no está en el sistema; Es el sistema. Pues bien: dedica su tribuna a halagar hasta extremos de vergüenza ajena a los ‘indignados’ que, supuestamente, se han levantado para protestar contra la política de toda la vida. Pueden haber convertido la poltrona en un fiel molde de su trasero y regir los destinos de los pueblos hasta hartarse, que siempre tendrán hambre de rebelión y pose de ‘indignados’. “Parecería que [los ‘indignados’] quieren recomenzar, que pretenden arrancar con la democracia, sabiendo que todo está adentro, pero que quieren que empiece de nuevo para eliminar los virus que han prostituido el sistema”. A él que lo registren; él era el de las cervezas, parece.

Rodríguez Ibarra, como esos abuelos que quieren dárselas de enrollados con sus nietos en una torpe referencia a sus modismos, emplea la metáfora del PC que hay que reiniciar. “Habían comprado un programa llamado ‘democracia”, en el que la soberanía nacional reside en el pueblo y en el que el voto de los ciudadanos vale lo mismo cualquiera que sea su condición. Cuando han empezado a usarlo han visto que el programa se había colgado y que no era cierto lo de la igualdad del voto”. Da vértigo el grado de irresponsabilidad necesario para que un cargo elector que ha gobernado casi dos décadas y media comente como de pasada que no es cierto “lo de la igualdad del voto”. ¿¿Perdón?? ¿Sabe el señor Ibarra algo que no sabemos los del vulgo? El ex sátrapa socialista de Extremadura no explica su gravísima acusación. ¿Es por eso por lo que ha ganado el PSOE en su región todos estos años, porque no todos los votos valen igual? Denuncie, don Juan Carlos, denuncie.

NOTICIAS DE AYER

‘Público’, siempre en el filo de la actualidad, abre con lo último: 1936. En realidad llevan algún tiempo encallados en esa fecha estos chicos cargados de futuro. “Bono indigna a las víctimas del franquismo”. Al parecer, Bono –que será lo que sea pero no tiene un pelo de tonto– se negó a declarar reabierta la Guerra Civil con motivo del 75 aniversario del Alzamiento Nacional, y eso duele. Después de todo, llevan décadas usando a sus cómicos de carné para ganar la guerra que perdieron.

A esta rabiosa actualidad dedican, de ‘información’, las cuatro primeras páginas interiores. Las dos últimas están dedicadas a un reportaje ‘Contra el olvido’ –no hemos querido saber si el asesinato del diputado Calvo Sotelo por orden del Gobierno republicano a manos de pistoleros está o no dentro de lo que no queremos olvidar. Un lapsus– y a “La causa inconclusa del juez Garzón” y que no se refiere a las causas contra el juez, sino a una incoada por el magistrado-‘vedette’, del que dice que se propuso “restablecer la verdad histórica de los derechos humanos”. De una parte sólo, añadimos aquí.

Lea el artículo en La Gaceta

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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