El País regala este 11 de septiembre a sus lectores el amplio resumen de tres horas largas de entrevista con el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba –«He podido cometer errores, pero donde he estado, he hecho; y Rajoy, ha pasado»-. El País ha hecho bueno ese dicho de que el periodismo es todo aquello que queda después de la publicidad. Aunque como muestra la captura que ilustra esta foto, es difícil en la web de Liberty diferenciar la noticia de la pura propaganda porque hasta los banners del diario ensalzan al líder socialista Rubalcaba.
Realizada por su director, Javier Moreno, el que se considera a sí mismo líder del partido de Ferraz asegura que los componentes del movimiento 15-M, al menos el grueso de ellos, no van diciendo por ahí que la democracia es basura, en un claro guiño a captar su respaldo.
También habla, cómo no, de la carencia de propuestas de Rajoy o de la oportunidad que hay que darle a Bildu como reflejo del fin de una ETA que mataba y ponía bombas y reflexiona sobre la necesidad de disponer todos los recursos sanitarios cuando se sabe que una persona está en estado terminal.
Considera Rubalcaba durante la entrevista que:
Sobre el 15-M, estoy de acuerdo con la demanda de cambios en la forma de actuar en política, con algunas reformas institucionales, con todo eso estoy de acuerdo.
Eso sí, aprovecha para darle un palo a quien fuera ministro de Empleo e Inmigración, Jesús Caldera –«Todo empezó con el ‘papeles para todos’»-:
Hay cosas de este movimiento con las que no estoy de acuerdo, por ejemplo con la política de inmigración. Proponen que entre todo el mundo que quiera, y con eso no puedo estar de acuerdo.
El candidato del PSOE esboza un retrato ideal de estos ‘indignados’ y entiende que no hay que obsesionarse con los votos:
Más que esos votos, lo que yo creo que no puedes es dejar de ver que está ahí y que está recogiendo un malestar profundo de la sociedad. Tiene que ver bastante con el empleo juvenil. Jóvenes ahora sin empleo y que abandonaron su formación. Y otro sector, los titulados, que te dicen: «Hemos hecho todo lo que me dijiste. Me dijiste que estudiara y he estudiado, me dijiste que hiciese un máster y lo he hecho, me dijiste que me fuese a un Erasmus y lo he hecho». Es gente que lleva a la política sus quejas porque la política no le resuelve sus problemas. Y por eso no son antisistema ni antiinstituciones. El quincemero medio no es alguien que vaya por ahí diciendo que la democracia es una basura, no; es sencillamente un ciudadano al que la democracia no le resuelve sus problemas. No escuchar a esa gente es de necios, es simplemente un problema de cultura democrática.
CASO FAISÁN y BILDU
Alfredo Pérez Rubalcaba hace su particular visión del ‘caso Faisán’ sin nombrar el sustantivo ‘bichado’, chivatazo:
Lo que sé es lo que he contado. Una operación policial que el día programado finalmente no se realizó. Todo el mundo sabe que fue Francia la que la paralizó, porque los papeles no llegaron. Eso está en el sumario, eso lo ha investigado el juez Garzón. Y yo me remito a esa investigación, que nunca pasó por mis manos. Ahora, sí sé que a las tres semanas la operación se hizo, y todos los que iban a ser detenidos fueron detenidos, todos han sido procesados, en Francia y en España. Por tanto, desde la perspectiva de la lucha antiterrorista la operación se completó. La pregunta es ¿hay algún terrorista de ETA que se escapó por lo que pasara aquella noche, sea lo que pasara? La respuesta es no. Eso es lo importante. El resto serán los jueces los que digan qué pasó y cómo pasó.
Y responde sobre la imputación del entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo:
Le han imputado, lo que quiere decir que no ha sido juzgado. Y desde el punto de vista de nuestro Estado de derecho hay una fórmula que hay que respetar: la presunción de inocencia. En general, sobre este tema tengo una opinión, pero no es prudente que la dé. Porque de alguna forma, de una manera o de otra, se podría entender que estoy condicionando o interfiriendo en la actividad judicial.
Sobre Bildu, una imagen dulce y amable:
Creo que a Bildu hay que exigirle que pida a ETA que lo deje. Que lo deje definitivamente. Hay que exigírselo, y quien tiene que exigírselo, además de los políticos, son los ciudadanos. Muchos ciudadanos votaron a Bildu pensando que iba a ser como usted dice. Que, al final, Bildu era el final.
Pensaba que el camino no lo habían recorrido del todo. No podemos negar que en el mundo de la llamada izquierda abertzale ha habido una separación de la banda terrorista. No se puede negar que esa separación ha existido, y los pasos se han ido dando. Lo que pasa es que esa separación no se había completado todavía. Y por eso les decía: «O completáis la ruptura, o la banda lo deja». No hay más que dos opciones. Creo que la separación no se había producido, y de hecho no se ha producido del todo.
PRIMA DE RIESGO
El aspirante a la Moncloa niega que España estuviese al borde del precipicio o incluso despeñarse por él cuando la prima de riesgo se disparó por encima de los 400 euros y hasta pone en tela de juicio que Zapatero reconociese al líder de CC.OO, Fernández Toxo, que la situación estuviese descontrolada:
No, yo creo que no corrimos serios riesgos en agosto. No, sé que no. Estuvimos un tiempo, no mucho, en 400 de prima de riesgo. Pero no al borde del descalabro. Desconozco en qué términos se produjo la conversación entre Zapatero y Toxo. Yo he hablado con el presidente todos los días del mes de agosto y es verdad que hemos vivido un mes inimaginable.
LÍDER ABSOLUTO
Rubalcaba recuerda que él es el líder absoluto del PSOE, pese a cercenarse las primarias y, por tanto, sin que las bases hayan tenido ocasión de determinar quién era su candidato (o candidata) predilectos:
El líder soy ahora yo. El líder del PSOE, el líder de un partido, es aquél que éste presenta a las elecciones generales. En el Partido Socialista mando yo.
El socialista entiende que el acuerdo entre Zapatero y Rajoy sobre la reforma constitucional no va a ser beneficioso para el líder del PP, al que pone la etiqueta de no haber hecho nada en ocho años e incluso de inventarse los problemas:
Rajoy tiene una trayectoria de cuatro años con un rótulo en su despacho que dice «me conviene o no me conviene» como único elemento de decisión de los grandes temas de España. Bueno, cuatro no, en realidad han sido ocho. Lo que pasa que los cuatro primeros él se inventó los problemas. Los segundos cuatro años, sí existían los problemas, pero el rótulo es el mismo. Desde que llegó a la oposición dijo: a ver, me conviene, no me conviene. Eso no se borra de repente por una imagen. Admito que él además está jugando a tener aires de hombre de Estado. Que él está dando la idea de que con esa decisión ha lavado la cara de cuatro años haciendo de míster no. Yo le diría a Rajoy una cosa: si lo que yo hice aquella noche, dejar a un lado mis reticencias para salvar un acuerdo que era bueno para la economía española, lo hubieras hecho tú durante cuatro años, igual las cosas hubieran sido un poco distintas en España.
SANIDAD
Rubalcaba, que tiene entre sus principales proyectos, por no decir el primero, la Ley de muerte digna, reflexiona sobre el gasto en sanidad:
Desde el punto de vista presupuestario se trata de un problema que tiene una difícil solución a largo plazo, porque la gente cada vez vive más, y eso cuesta, sobre todo la tecnología, que cuesta muchísimo. Mi obsesión por la financiación sanitaria sale de eso. Cuando yo era [ministro] de Educación decía: claro, el problema entre educación y sanidad es que en educación la solución es política, pero en sanidad casi es moral: si le haces a un hombre un TAC o no se lo haces; ¿cuándo desahucias a un enfermo?; ¿cuál es el límite de los servicios que le das a alguien que sabes que va a morir? Todo eso es un mundo a caballo entre la ciencia, la política, la economía y la moral.