Ay, la liquidez, qué cosa tan fea. Con liquidez, por ejemplo, se compró el ‘esquerrista’ Benach el Audi A-8 limusina que luego tuneó a su gusto. Con liquidez se financia el consejo de garantías estatutarias, la política lingüística, las ‘embajadas’, los consejos comarcales, la TV3 y una miríada de instituciones redundantes que tienen su equivalente en Madrid para todo el país. Con liquidez se abonan los informes, algunos francamente interesantes, como el «Estudio del murciélago Nana como control de la plaga de la mariposa del arroz en el delta del Ebro» o el «Seguimiento del escarabajo de las palmeras». La liquidez es algo tan guay que hasta sirve para pagar estudios que son simples corta-pega de Internet o, directamente, que no existen. Total, ¿para qué?, mientras haya liquidez hay fiesta.
Pero ya no hay liquidez, así que, como bien dice el editorialista de El País –Recortes dolorosos– «el recorte que sufra el personal sanitario catalán debería poder ser asumible» (sic). Eso sí, que tampoco se pasen porque «es difícil de aceptar que 10 meses después de tomar posesión, el Gobierno de Artur Mas siga esgrimiendo el derroche del tripartito». Sí, ha dicho derroche. Como lo vea Rubalcaba, Javier Moreno tendrá que soportar una insufrible reprimenda por teléfono. Lo que no puede ser es que Mas primero elimine «el impuesto de sucesiones y luego anuncie que Cataluña no pondría trabas a una tasa para grandes fortunas». Lo dicho, hace falta liquidez, la culpa no es de José Montilla y que los contribuyentes catalanes se vayan preparando.
Los columnistas del diario de Liberty esquivan habilidosamente el tema catalán. Si todo esto estuviese pasando, pongamos, en Madrid, en Murcia o en Galicia, donde gobiernan los señores oscuros de la derechona, sería otra cosa y se merecería incendiarias columnas de denuncia a lo Victor Hugo. Pero no, está pasando en la progresista, europea, avanzada, culta y cosmopolita Cataluña, amor de sus entretelas.
Por eso Elvira Lindo sacude sin piedad al trader londinense del otro día –El Entrevistado-: «Antes de calificar a este tipejo de desgraciado tengo la esperanza de que en realidad se trate de un activista disfrazado de desgraciado», afirma sentenciosa. Debería dar las gracias a este tipejo doña Elvira, ya que ha hecho realidad sus más húmedos sueños sobre el capitalismo, los mercados y los especuladores. Normal que piense que se trataba de un activista, pero de los suyos.
EL ABORTISTA ANTIABORTISTA
Público también se hace eco de los recortes, pero para dejar bien claro que será el Partido Popular quien los haga cuando gobierne. ¿Que no se lo cree?, dos tazas: «Rubalcaba se compromete a no congelar las pensiones ni el salario de los funcionarios«, «Rajoy evita concretar y se remite al programa electoral, que aún no ha dado a conocer». Luego, un poco más abajo, titular en miniatura: «Catalunya suspende a dos meses los pagos a entidades que cuidan de ancianos y discapacitados». Es decir, no recorta, aplaza, que es muy distinto. Y ojito al detalle toponímico: Catalunya. Maraña, una pregunta, ¿pones Deutschland en lugar de Alemania o Zhongguo en lugar de China? Pues eso, no me seas paleto, que eres de León, y no de Lleó.
Dejando a un lado la pelea que el director del diario tiene con la toponimia, el hijo de Arsenio Escolar nos sorprendió ayer con uno de esos paralogismos tan suyos. Dice que está «contra el aborto» –Contra el aborto– para, a continuación, pasar a defenderlo ardorosamente. Observen el razonamiento: «No conozco a nadie que esté a favor de pasar por un trance así», pero «puestos a elegir el mal menor, prefiero que la interrupción del embarazo sea legal». Es decir, que sí que conoce a alguien que esté a favor de pasar por un trance así: él mismo.
Prosigue, «prefiero que sea la mujer quien tenga el derecho a decidir si quiere tener ese hijo, y no su pareja, sus padres o los obispos». El derecho a vivir del niño, obviamente, ni está ni se le espera. A diferencia de los obispos, que, si no los mete, aunque sea de rondón, revienta. No está mal el alegato abortista para uno que empieza confesándose contra el aborto. Aído, toma nota para cuando te vuelvan a nombrar ministra.
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