de nuestros problemas tienen más la culpa nuestros editores, que lo han hecho muy mal que el Gobierno
«El libro negro del periodismo en España», editado por la Asociación de la Prensa de Madrid y la UNESCO y escrito por el catedrático Bernardo Díaz Nosty, alerta a la sociedad española de la precariedad que aqueja a la profesión y a la institución misma, que es esencial para la democracia. «Estamos ante una crisis sistémica de la profesión, que se habría presentado aunque no hubiésemos tenido una recesión económica», apuntó el autor durante la presentación.
El libro, ilustrado por «El Roto», interpreta datos referidos al periodismo español como la pérdida de más de 4.000 empleos desde 2008 o la concentración del 75 % de la propiedad de nuestros medios en muy pocas compañías (extranjeras, además), un reparto poco compatible con el deseable pluralismo.
Fernando González Urbaneja, presidente de la APM, y Manuel Núñez Encabo, presidente de la Comisión de Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, fueron los encargados de presentar la obra.
Urbaneja señaló que «de nuestros problemas tienen más la culpa nuestros editores, que lo han hecho muy mal» que el Gobierno.
Añadió que «de ésta no nos va a sacar nadie, ni la Divina Providencia, ni Rajoy… nadie. El otro día decía Rajoy que quiere una televisión pública neutral, yo lo que creo es que quería decir una televisión pública muerta. Porque esa es la propuesta que nos hacen, unos medios dominados por ellos, que hacen la agenda. Esa será nuestra muerte, pero también la de la política».
El libro defiende que las relaciones demasiado estrechas entre la política y el periodismo, en el contexto histórico de España, produjeron en los últimos años la llamada «burbuja mediática», un exceso en el número y el volumen de los medios de comunicación, cuya existencia no respondía a la utilidad social o viabilidad económica sino a la cercanía al poder.
Estos «chiringuitos», poco viables sin la ayuda de sus cómplices políticos, señaló el catedrático Díaz Nosty en la presentación del libro, han traído el empleo precario o «empobrecimiento del capital humano».
El catedrático alertó hoy de que «dos ancianos como Murdoch y Berlusconi» podrían acabar teniendo en su poder la propiedad de la mayoría de nuestros medios.
Así las cosas, urge el rescate del periodismo, defiende el profesor, quien propone que «las políticas públicas» estimulen una información que no esté contaminada por el mercantilismo y recupere los valores que están en la esencia del discurso periodístico.
OTRAS OPINIONES
Sobre las voces que alzan a las redes sociales y que aseguran que los periodistas no son necesarios, Bernardo Díaz ha puesto de manifiesto la importancia de los periodistas con un ejemplo muy reciente, Wikileaks.
Gracias a los periodistas que fueron los que dosificaron y organizaron la información toda esa documentación pudo llegar a la ciudadanía:
‘Hay un camino, simplemente hay que empezar a separar la información de espectáculo’.
Lucía Méndez, redactora jefa de Opinión del diario El Mundo, ha subrayado en la presentación que el periodismo tiene que hacer autocrítica.
‘La profesión tal y como la conocemos ha sufrido una transformación genética que ha minado a objetividad y la pluralidad’, apunta. Y ha destacado que el periodismo está minado por la instantaneidad que piden los editores a la hora de hacer las informaciones que no permiten a los periodistas contrastar las informaciones con el suficiente rigor.
Por lo que ha hecho un llamamiento a cada periodista para que no diluyan su responsabilidad individual en la línea editorial de su medio.
En esta misma línea, Carmen del Riego, corresponsal política del diario La Vanguardia, ha planteado que si ‘todos los periodistas les discutimos a nuestros jefes las informaciones que nosotros tenemos y que ellos interpretan de otra forma… O si en las redacciones hay un periodista dispuesto a no escribir lo que mande el jefe sin pedir nada más, el periodismo saldrá adelante’.
En este momento es cuando la periodista ha recalcado que ‘los periodistas no podemos decir lo que queremos’. Ya que los contenidos muchas veces se están presionados por líneas editoriales de los medios, publicidad o demás factores.
‘Si todos estamos de acuerdo de que la situación del periodismo es muy mala, ya podemos dedicarnos a buscar soluciones. Además denota que nos gusta esta profesión y que estamos dispuestos a defenderla pero con la autocrítica’, ha mantenido Del Riego.
Como ejemplos de gran periodismo que han muerto en los últimos meses han destacado el caso de CNN+, que para el mundo del periodismo marcó un antes y un después.
para encontrar algún ejemplo de manipulación o intento de la misma no han tenido que remontarse demasiado; está muy reciente el caso de los consejeros de RTVE y su intento de controlar los medios de comunicación. Sobre la Corporación pública, Urbaneja ha acusado a Mariano Rajoy de querer ‘una televisión pública muerta’.