Ayer no hubo periódicos, una prueba más de la intolerable teocracia en que vivimos, así que el Trasgo tendrá que vérselas con los periódicos del sábado.
Se supone que este es el tiempo de volver a casa, de olvidar viejas rencillas y dejar que reine la paz y la concordia en el hogar, pero en el PSOE no deben haber captado el mensaje, y la prensa de izquierdas habla de guerra. «El manifiesto de altos cargos abre la batalla por liderar el PSOE», abre El País, mientras que Público repite término en su primera: «La batalla en el PSOE se recrudece».
Mientras el resto de la prensa va con Rajoy y los suyos -por el pequeño detalle sin importancia de que es el que manda ahora-, la zurda exquisita y de referencia y los jóvenes bolcheviques de Roures andan a la gresca por ver si se alzará con la victoria en el desarbolado socialismo Rubalcaba, el candidato de los de Berggruen, o Carme Chacón, favorecida por los rouresíes.
No sé si acabarán aburriendo a la parroquia, que a lo mejor preferiría que le contaran lo que pasa en España, pero uno entiende que lo que está en juego no es tanto el alma de la izquierda como su bolsillo y sus conexiones.
Arrancado de cuajo y de golpe de la ubre pública vía RTVE con el desembarco de los populares, Mediapro ve en serio peligro su balance, y en cuanto a Prisa nunca llevó bien que Zapatero les arrebatarse la portavocía extraoficial del partido para dársela al empresario catalán.
Primer asalto
El País, que ganó el primer asalto al conseguir que don Alfredo fuese el candidato del PSOE en las pasadas generales, pero ahora, con el manifiesto de Chacón y la inserción en sus filas de Moratinos y Pajín, no hay que dar nada por ganado. Quizá sea por eso por lo que incluye en sus páginas una tribuna de Rafael Simancas contra los chaconistas titulada «¿Por qué no hablamos más claro?«. En ella, el ex candidato de la Federación Socialista Madrileña a la Presidencia de la Comunidad de Madrid señala que «la auténtica lealtad se demuestra al disentir en un Consejo de Ministros y no desmarcándose a la carrera el mismo día en que uno se despide del Gobierno». Zas, en toda la boca.
Y, contra tanto marea la perdiz sobre el debate de las ideas, recuerda: «Seamos honestos: el quién es importante, porque determina en buena medida el qué, el para qué y el cómo». Carme, ¿no te pitan los oídos?
Público responde aseverando en «La sucesión de Zapatero desata la guerra abierta en el PSOE» que «los afines a Chacón no aceptan «lecciones de lealtad». El poder desgasta, sí, pero sobre todo a quienes lo han perdido. Pero los rouresíes se abstienen de entrar a fondo en la guerra en sus espacios de opinión.
Suelen corear las hordas indignadas que «otro mundo es posible», y deben de referirse al que sirve de comentario a las plumas de Roures, tan alejado del nuestro como se pueda imaginar. Así, Manuel Rico, subdirector, se marca una opinión tan diametralmente opuesta a lo que cualquiera ve, vive y sabe que dudamos si el titular -«Descaro«- se refiere a lo que él mismo está perpetrando: «Es prácticamente una ley científica que cuando el PP está en la oposición, la vida política está crispada, y en cuanto llega al Gobierno la situación se normaliza porque los socialistas no emplean contra la derecha el mismo método de acoso y derribo».
A ver, a ver, a ver… Voy a leerlo otra vez porque es imposible que diga lo que creo que dice. La cosa es que cuando gobierna la izquierda, el PP está todo el día montando huelgas, marchas, acampadas. Y así hasta que ganan. Don Manuel: aún quedan algunos días para el 28. Quienes llevan unos mesecitos de continua algarada, los 15-M, son izquierda, como puede deducirse de su inclusión en sus páginas cada vez que estornudan. Los sindicatos que convocan huelgas, son de izquierdas también. En cuanto a la normalización, le apuesto un pincho de tortilla y una caña a que no va a durar, que el rojerío tiene muy mal perder.
Guerra europea
El País sigue empeñado en su particular guerra europea, empeñado en ir recogiendo los pedacitos de europeísmo disperso a ver si logra devolvernos la ilusión por la construcción de la UE. Lo hace en esta ocasión prestando espacio a Timothy Garton Ash, quien en su tribuna ¿Deben separarse Reino Unido y la UE? amenaza: «Se equivocan los ingleses al marginarse de Europa. Cuando lo descubran, quizá sea tarde y no puedan volver». Y yo no digo que no, pero parece que los británicos -el pueblo tanto o más que el Gobierno- sí lo han dicho.
También en El País, Manuel Vicent despide con amargura a la izquierda en el poder en su columna La derecha, con referencias a la Navidad -esas referencias sarcásticas a cara de perro que se le da tan bien al rojerío por estas fechas- y manejando los tópicos victimistas habituales, como si los socialistas no hubieran gobernado más que cualquier otro partido en democracia. «La derecha lo tiene todo a favor, Dios, el dinero, el Boletín Oficial del Estado y el miedo del ciudadano atenazado por la crisis económica. En esta partida de naipes la derecha tiene además la última carta en la manga: consiste en que los pobres desean ser ricos, los obreros sueñan con ser burgueses y al final hasta los más rojos quieren ir de vacaciones a Cancún o a Punta Cana».
Qué cruz la de estos señoritos, que ni de la clase obrera se pueden fiar ya. Yo, en cualquier caso, les deseo una Feliz Navidad.
Lea el artículo La Gaceta