Manuel Cerdán Alenda (Alicante, 1954) está considerado uno de los referentes del periodismo de investigación en España. Ha dirigido investigaciones en Cambio 16, en Interviú (revista de la que fue director) y uno de los primeros lanzas de investigación en el diario El Mundo. Actualmente colabora con La Gaceta, con el programa de Ana Rosa en Telecinco y encabeza un equipo de investigación en Telemadrid.
Un vistazo a la trayectoria de Manuel Cerdán permite ver el recorrido de un investigador por las ‘cloacas del Estado’. Unas ‘cloacas’ cuyas interioridades se hicieron públicas en los años noventa gracias a la labor, entre otros, de Antonio Rubio y Manuel Cerdán.
CASO ‘FONDOS RESERVADOS’
Después de que Diario 16 destapara la primera parte del caso Roldán, Antonio Rubio y Manuel Cerdán tiraron del hilo del entonces director general de la Guardia Civil hasta desenmascarar a toda la cúpula de interior.
Para mí es una de las investigaciones más complicadas y más difíciles que hicimos desde el diario El Mundo. Porque la materia periodística no estaba sustentada en documentos, como con los papeles del CESID. Aquí no había registro, porque era dinero negro, dinero opaco. Era una Caja B del ministerio, un dinero dedicado a la lucha antiterrorista y combatir el crimen, en el Ministerio de Interior habían hecho un sistema que se desviaba para pagar sobresueldos a los altos cargos del Ministerio del Interior.
El caso de los Fondos Reservados terminó en los tribunales. Entre los que se sentaron en el banquillo de los acusados por apropiación indebida se encontraban el director general de la Policía, Rodríguez Colorado, el director general de la Seguridad del Estado, Julián Sancristobal y el secretario de Estado de Defensa, Rafael Vera, que era el auténtico «hombre fuerte» del Ministerio de Interior. Todos ellos fueron condenados a penas de prisión y la legislación sobre fondos fue reformada.
FELIPE GONZÁLEZ: «LE ESTÁIS HACIENDO UN FAVOR A ETA»
Investigaciones como la de los «Fondos Reservados» o la de el ‘GAL verde’ con la que Cerdán y Rubio indagaban sobre presuntos crímenes de la brigada antiterrorista de la Guardia Civil en Guipúzcoa eran mal recibidos por sectores que consideraban que con aquello estaban perjudicando la imagen de la lucha antiterrorista:
Cuando descubrimos el ‘GAL verde’ de la Intxaurrondo nos decían eso: «le estáis haciendo un favor a ETA». Y eso no nos lo decía gente de segundo y tercer orden, lo decía Felipe González. Nos llamaban colaboradores de Batasuna, porque le estábamos haciendo el juego a ETA, según ellos.
Manuel Cerdán recuerda con una anécdota la situación de los periodistas de investigación:
En Navidades la redacción de El Mundo se llenaba de regalos y casi todos iban a la sección de economía. A la sección de investigación no llegaba ningún regalo, solamente llegaban amenazas.
ENTREVISTA AL ‘PRÓFUGO’ ROLDÁN
Y de los mayores scoops de Manuel Cerdán y Antonio Rubio fue la entrevista a Luis Roldán en el momento en el que se encontraba prófugo de la Justicia.
El ex director de la Guardia Civil, acusado de haberse enriquecido, huyó de España para intentar eludir la investigación sobre su persona. Pero mientras que la policía no era capaz de encontrarle, Cerdán y Rubio lo lograron y publicaron una amplia entrevista desde su escondite:
Puso como condición unas medidas de seguridad. Sería nefasto para un periodista que cuando estás entrevistando a tu fuente llegue la policía y lo detenga. Ahí tienes una doble responsabilidad. Hacer bien tu trabajo, pero también preservar a tu fuente, sea quien sea. Sea un etarra, sea Roldán fugado o un delincuente. Si no, mal periodista eres.
Aquella entrevista fue para mí una sorpresa. Yo no esperaba que tuviera la repercusión que tuvo. No te imaginas la cantidad de llamadas, Antonio Rubio y yo estuvimos desbordados. Cadenas de un montón de países llamando.
El periodista alicantino explica que le recomendó a Roldán que se entregara a la justicia y que se sorprendieron de la incapacidad del grupo policial que llevaba el ‘caso Roldán’ y explica que tras la publicación de una entrevista la policía les sometió a un acoso constante durante un mes, teniendo constantemente dos coches detrás.
Manuel Cerdán cuenta como se vieron obligados a utilizar las pasarela de las carreteras para cambiarse de coche y así evitar los seguimientos.
LA EXTRAÑA DETENCIÓN DE ROLDÁN
La versión oficial de la detención de Luis Roldán es que se produjo en Laos (sudeste asiático) en 1995 y de ahí fue trasladado a España. Pero la operación fue bastante más polémica de lo que parecía. Cerdán y Rubio relataron gran parte de la farsa y, entre otras cosas, el hecho de que Roldán nunca estuvo en Laos.
Ese fue otro gran trabajo que hicimos Antonio Rubio y yo. Desvelar toda la patraña y la mentira que montaron en torno a la detención de Roldán. Y todo lo referente a la falsedad de aquellos papeles de Laos. Roldán nunca estuvo en Laos. Hizo ver que se iba de París y a través de Francisco Paesa hizo creer que se había escondido en Laos. Pero Roldán estuvo todo el tiempo escondido en un piso de París. Él también me lo contó después.
Cerdán explica que la clave de esa operación fue Francisco Paesa Sánchez, «un encantador de serpientes», que fue quien engañó a Belloch, engañó a Roldán y se forró en aquel trabajo. Al final se produjo una entrega pactada. Pero, en contra de lo que se dijo, Roldán nunca estuvo en Laos.
FRANCISCO PAESA, «RESUCITADO»
Paesa aparece en la historia de la delincuencia y los servicios secretos a finales de los sesenta cuando se independiza Guinea Ecuatorial y llega el dictador Macías. Él logra estafar al Gobierno de la antigua colonia española convenciédoles de que va a crear un Banco Central y lo que hace es dar un pelotazo, les engañó. Se va a Suiza, se esconde en ese país y ahí es donde empieza a trabajar en los servicios secretos. También prestó servicios al Estado español, puesto que fue él quien engañó a ETA con los canales del tráfico de armas. Para colocarles un misil con un chip localizador que luego utilizó la policía para localizar su base en lo que se llamó la operación Sokoa. Una de las operaciones más exitosas contra el terrorismo.
Paesa «murió» oficialmente en 1996 en un supuesto accidente y su esquela fue publicada. El periodista de investigación Manuel Cerdán fue uno de los que no se acabó de creer aquella muerte y en 2005 lograría localizarle en vida.
Él desaparece porque estaba perseguido por la Justicia española, aunque luego pacta con Belloch y lo blanquea todo, queda limpio, sin ninguna causa. Pero él tenía otro motivo para huir, que era su integridad física. Como engañó a tanta gente… Si tu estafas a una mafia rusa, estos no te perdonan. Y por eso él se quito de en medio con aquella macabra esquela que mandó a El País y se hizo el muerto. Hasta que yo lo localicé en París, después de un largo proceso de investigación. Y no te puedes imaginar la cara de aquel hombre cuando yo le localizo, le toco la espalda y le digo «buenos días, señor Paesa». Se vuelve, me ve a mí. Aquello era sí que era una cara de muerto, te lo puedo asegurar.
LAS ESCUCHAS ILEGALES DEL CESID
En 1995 el diario El Mundo publicó una de sus portadas más destacadas contra el felipismo: la denuncia de que los servicios secretos, entonces dirigidos por Emilio Alonso Manglano y bajo la tutela de Narcís Serra, habían estado espiando ilegalmente a distintas figuras del Estado, políticos, periodistas y hasta al propio Rey.
Por aquel entonces otros medios insinuaron que aquella publicación se debía a Mario Conde, que era quien había conseguido la información a través del coronel Perote.
Eso es un bulo, una patraña de Ekaizer y de los que entonces colaboraban con el poder para ocultar y engañar a los ciudadanos lo que era la verdad. Ahí había un Gobierno que se había excedido en sus actuaciones políticas. Había tenido una cantidad de irregularidades, el poder absoluto corrompe absolutamente.
Unos servicios secretos que estaban totalmente desvalorizados después del 23-F, pero la última etapa de Manglano fue la descomposición absoluta.
La mejor arma de un periodista son las fuentes. Yo nunca diré cual fue la fuente de esta información. Me la llevaré a la tumba, no haré como el ronco del caso de Watergate. Fue un profesional de los servicios secretos. A un sector mediático le interesó contar que todo era un montaje de Perote y de Mario Conde. Te puedo asegurar que no fue ni Perote ni Conde.
En el juicio por el caso de las escuchas, fueron condenados tanto Perote como Manglano a penas de prisión. Durante aquel proceso hubo un careo entre el periodista y Manglano.
Nosotros queríamos que Perote trasladara a Manglano que queríamos hablar con él. Y la respuesta de Manglano fue, como dice en el juicio, mandarnos a un sitio «al que no me gusta ir».
NAVALÓN, PELOTAZOS DE «LOS CONSEGUIDORES»
Manuel Cerdán también incluyó en sus investigaciones a personajes poderosos del mundo de las finanzas, gente que al hilo de su relación personal con importantes figuras del Estado, logró conseguir importantes fortunas, como el grupo que comandaba Antonio Navalón, que se llevó millones de pesetas por mediar en la fusión entre dos empresas hidráulicas.
Todos los presidentes se han juntado con los conseguidores. Felipe González tenía a Sarasola. En el Gobierno de Aznar se privatizaron empresas que cayeron en gente próxima a él. Zapatero se rodeó de sus consejeros y amigos, que se beneficiaron de su poder político. Nosotros lo que hicimos fue una serie de reportajes en los que denunciamos. El pelotazo de Sarasola con las obras del metro de Medellín.
Navalón había sido periodista, pero se dio cuenta que como periodista no ganaba dinero y se hizo broker. Navalón nos demandó. Que te demanden viene bien porque obliga a que los tribunales acrediten que lo que publicas es verdad.
LA FIANZA MILLONARÍA DEL JUEZ PEDRAZ
Cerdán y Rubio también sufrieron excesos judiciales, como la fianza que les puso el juez Santiago Pedraz (actualmente titular del juzgado de instrucción Nº 1) por la fianza que les puso por una querella que les había presentado el catedrático Manuel Cobo del Rosal, de quien habían dicho que era el «lazarillo» de Al Kassar, de quien era abogado.
En ese proceso lo que más me dolió fue la actitud del juez, que nos impuso una fianza millonaria. Santiago Pedraz, que nos puso una fianza insultante para un periodista: 20 millones de las antiguas pesetas. Mientras, tenía un proceso contra Rodríguez Menéndez en un cajón, allí perdido, y Menéndez haciendo el sinvergüenza por la calle tranquilamente. Y se lo dijimos al juez: «Oiga usted. ¿usted nos lleva al banquillo con una fianza, a unos periodistas por un trabajo diligente… y deja en el cajón una investigación sobre Rodríguez Menéndez aparcada?». Y nos contesta «es que no me contesta la Agencia Tributaria». Y nosotros «Pues haga lo que hacen otros jueces, obligue a la Agencia Tributaria a que le conteste, porque esto es un sinsentido».
Manuel Cerdán reconoce que dedicarse al periodismo de investigación supone un peligro, porque se pone en riesgo la propia integridad del periodista:
Menos mal que nosotros, Antonio Rubio y yo, siempre hemos tenido las cuentas con Hacienda muy al día. Porque te puedo asegurar que las miraron con lupa. En estos casos tienes que tener total transparencia. Si no, te hubieran intentado atropellar. Pero si mantienes una vida muy justa y honesta, no pueden contigo.
Con la colaboración de Daniel Jarreta