Las portadas del 27 de diciembre de 2012 venían con la expectativa de saber qué iba a llevar El País después de las informaciones destacadas en la jornada anterior por El Mundo y La Gaceta en relación a las procelosas relaciones empresariales entre el clan Pujol y el emporio PRISA. Sin embargo, como si hubiese surgido de la nada un agujero negro, en la primera plana del ex diario independiente de la mañana (hoy se hace llamar el periódico global en español) no había nada en relación a defenderse de las noticias ofrecidas por la competencia mediática.
En cambio, una vez más, viene al rescate la edición digital, y ahí sí que El País lleva destacado el artículo editorial donde se desfoga a gusto contra los rotativos de Pedrojota y José Javier Esparza, a los que denomina como «prensa cavernaria» (nombrete muy del independentismo catalán) y, de paso, le sacude al Sindicato Unificado de Policía, al Gobierno de Rajoy y a José María Aznar, que pasaba por ahí también. El título del texto ya lo dice todo, La partida de la porra, y aquí van algunos pasajes:
La publicación de informes anónimos por parte de algunos policías respecto a delitos y prácticas de corrupción llevadas a cabo supuestamente por políticos nacionalistas enlodó la campaña electoral de los recientes comicios en Cataluña. El hecho de que los informes no estuvieran firmados por nadie, aunque lucieran un sello oficial de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF); la aclaración de los jueces encargados de instruir las causas de referencia (casos Palau e ITV), en el sentido de que ellos no habían encargado dichas investigaciones y de que no se incorporarán a la instrucción; la agitación orquestada por parte de la prensa de la caverna (véanse las ediciones de La Gaceta y El Mundo de ayer), y la irrupción extemporánea del Sindicato Unificado de Policía (SUP) pronunciándose al respecto, permiten suponer, entre otras cosas, que el control de los cuerpos de seguridad por parte de los responsables políticos es en gran medida inexistente. O lo que sería peor: que es absoluto y se emplea con fines partidistas, sin respeto al ordenamiento legal y con desprecio al amparo judicial efectivo que la Constitución garantiza a todo ciudadano.
Sorprende la asiduidad con que portavoces del SUP aparecen en los medios de comunicación informando sobre el desarrollo de operaciones e investigaciones de sus miembros. Los dirigentes del sindicato no tienen legitimación para convertirse en portavoces policiales, ni mucho menos para polemizar con la opinión pública sobre cuestiones sometidas a la instrucción judicial.
El País se lanza un largo ‘speech’ contra la competencia, pero no aclara si la relación Cebrián-Pujol fue comunicada a la audiencia de PRISA (El País, la SER…), que es lo que un ex del grupo, Carlos Carnicero, denunciaba el 26 de diciembre de 2012 en una tertulia radiofónica en ABC Punto Radio –Carnicero, sobre la compra de los inmuebles de PRISA por el clan Pujol: «La operación es llamativa y denunciable»-:
La hilarante información que la misma prensa cavernícola, con sospechosa coincidencia en sus datos, publicaba ayer en el sentido de que lo difundido por EL PAÍS estaba inspirado por la relación comercial de su editora con una empresa presidida por Oleguer Pujol, hijo del expresidente Jordi Pujol, ilustra bien a las claras sobre las calidades profesionales y el alineamiento con la extrema derecha del periódico propiedad de la editorial italiana Rizzoli.
La información respecto a la venta de inmuebles de PRISA a la empresa Longshore fue comunicada en su día a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y no se necesita que Mortadelo y Filemón investiguen nada al respecto. El grupo PRISA publicó además una nota de prensa hace más de cuatro años (julio de 2008) en la que informaba de las transacciones y señalaba que habían supuesto unas plusvalías de 227 millones, que iban a ser destinadas a la amortización de la deuda. Los intentos de relacionar la línea editorial de un diario con la militancia política de su casero quedarán, por lo demás, inscritos con todos los honores en la antología de las filtraciones chapuceras.
Y ya que estamos, pensarán en El País, pues vamos a darle a Rajoy y Aznar por la corrupción. ¿Felipe González, Filesa, GAL, Roldán o Mariano Rubio? Eso no existe para el diario de PRISA:
La corrupción política es un hecho que ha adquirido una gravedad inusitada en los últimos años y es de reconocer la brillante actividad de jueces y fiscales a la hora de perseguir a estos delincuentes de cuello blanco que se pretendían impunes por ejercer el poder. Desde el antiguo presidente de Baleares y exministro del Gobierno de Aznar, Jaume Matas, al yerno del jefe del Estado, una variedad de personajes de todos los colores y militancias políticas viene calentando el banquillo de los acusados, imputados como están de graves delitos económicos.
No es el partido del Gobierno el más capacitado moralmente para impartir lecciones al respecto, y en cualquier caso debe dejarse a los tribunales esta tarea, en la que la acción policial es clave si se lleva a cabo con profesionalidad, respeto a la ley y toda clase de garantías procesales al respecto.
EL MUNDO
Evidentemente, editoriales de El País al margen, si algo caracteriza a Pedrojota es que como coja un tema por banda no lo suelta hasta dejarlo desmenuzado por completo o que la cuestión llegue a un callejón sin salida. Y hoy, como no podía ser de otra manera, nuevo titular respecto a uno de los hijos de Pujol. «Oleguer Pujol acumula cientos de millones con sólo 40 años».
El diario detalla que el hijo del ex presidente de la Generalitat «es administrador único de diversas sociedades inmobiliarias y turísticas cuyos activos suman más de 382 millones de euros». Además, precisa El Mundo, «gestiona desde la misma sede en Madrid la compañía Samos, con matriz en Luxemburgo, que posee 2.143 millones en activo». Y remata la jugada el periódico destacando que «entre sus propiedades, además de los edificios de PRISA, cuenta con dos ‘resorts’ en Canarias, uno en Cádiz y unos terrenos en Melilla». ¿Con qué nuevo no desmentido saldrá mañana, día de los inocentes, dicho sea de paso, El País?».
LA GACETA
La primera plana del diario de Intereconomía lleva en su portada una foto del gran patriarca, Jordi Pujol, con las fotos de sus cuatro hijos (Oriol, Jordi, Oleguer y Josep) y un título a modo de informe policial, «Expediente Pujol», con un artículo editorial sobre «La lucrativa farsa del independentismo catalán», así como un desarrollo de todas las claves del escándalo que salpica a la oligarquía nacionalista de Cataluña.
ABC
El diario de Bieito Rubido lleva, aunque no de apertura, una información sobre uno de los hijos del clan Pujol, «Una exdirectiva de la Oficina Antifraude, implicada en la trama de Oriol Pujol» y precisa que «Los empresarios imputados dicen que estaba muy dispuesta a colaborar para lograr adjudicaciones».
Su noticia de cabecera es una medida que se aprobará en el consejo de ministros del próximo 11 de enero de 2013, «España recupera la unidad de mercado» y que consiste en que las empresas sólo precisarán licencia en una comunidad autónoma para poder operar en todo el territorio nacional. Se trata de una ley que sorteará una maraña de 100.000 normas, dos tercios de ellas autonómicas y que permitirá generar un negocio de 45.000 millones.
LA RAZÓN
El diario de Planeta abre con una información económica que deja bien a las claras que el Gobierno de España no está por la labor de permitir derroches a las comunidades autónomas, «Hacienda urge por carta a las CC.AA: si no hacen ya los ajustes, pierden las ayudas». Dentro de estas regiones incumplidoras, el Ejecutivo acusa a Cataluña, Andalucía y alguna del PP (La Razón no desvela cuál o cuáles son). También preocupante el dato de que «las comunidades apenas han cerrado 120 sociedades de las más de 2.300 con las que contaban en enero».
Sobre el caso catalán, La Razón destaca que Mas ya ultima su Ejecutivo en el que mantendrá, según todas las quinielas, a su consejero de Interior, Felipe Puig, el «conseguidor» de Oriol Pujol, ya saben, este hijo de Jordi Pujol supuestamente implicado en la trama de las ITV.