¿Qué actitud tomará el grupo Prisa respecto al PSOE? Tras la debacle socialista del 20-N, y la aplastante victoria del PP de Mariano Rajoy, en el seno de la compañía se produce una mezcla de sentimientos entremezclados respecto a la postura que tomarán sus medios de comunicación más representativos respecto al PSOE.
Y al igual que ocurría la semana pasada, cuando aludíamos al complejo análisis que rodea al marco en el que jugará Prisa con el nuevo Ejecutivo–¿Cuanto durará el idilio entre el diario ‘El País’ y el PP de Mariano Rajoy?–, el punto de partida sobre el que parte el grupo respecto al partido saliente del poder tampoco resulta sencillo.
A día de hoy, y hasta que se celebre el 38 Congreso General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, como último candidato a la Presidencia del Gobierno, seguirá siendo la cabeza visible del proyecto socialista. Por tanto con él corresponde analizar como serán las relaciones con Prisa.
Y lo cierto es que Rubalcaba siempre tuvo buena relación con el Grupo. Si Zapatero o Chacón eran afines al conglomerado laSexta/Público, el político cántabro lo era a El País/SER. Pero algo ha cambiado. Veámos cómo.
En primer lugar, está la SER. La emisora que siempre fue la casa de Rubalcaba, ahora ya no lo es tanto. ¿Por qué? Pues por la presencia de Javier Pons como consejero delegado de Unión Radio, la matriz de la emisora de Gran Vía, un hombre afín a Mediapro, salido de El Terrat, la productora de Andreu Buenafuente, y que también pasó por la dirección de TVE en una de las épocas más oscuras a cuenta del amiguismo entre la Corporación y el chiringuito de Roures–Las ‘pelotas’ y los pelotazos de Javier Pons–. Su peso específico actual en la SER contrasta con la marcha del ‘rubalcabista’ Rodolfo Irago, en su momento Director de Informativos de SER, al equipo de trabajo del entonces candidato a la Presidencia por el PSOE.
¿Significa esto que la SER pasó de ser pro-Rubalcaba tras la salida de Irago a pro-Chacón tras la llegada de Pons? No. Significa que la emisora de Prisa ya no es tan afín al ex Ministro de Interior como lo era antes, aunque sigue manteniendo apoyos entre algunos de los directivos. El resultado de este conglomerado de afinidades se traduce en la apuesta de la cadena por la renovación.
Y luego está El País, el periódico que tan fuerte ha sacudido a Rubalcaba a lo largo de la campaña electoral -y después de esta-. Si en el caso de la SER está por ver como se posiciona ante la llegada de esas ‘primarias’ en el PSOE, en el periódico de Prisa está más claro aún: en el Grupo no quieren a Chacón, a la que ya atribuyen el sempiterno apoyo de Mediapro, pero tampoco a Rubalcaba. Por lo que en febrero no sería extraño esperar un apoyo a un tercer candidato que represente una nueva vía en el PSOE.
Las fuertes críticas de El País a Rubalcaba -sin que esto se traduzca en una apuesta por Carme Chacón- llevan la firma de José María Ridao. Fueron tan feroces los reproches que le hizo éste (para ello hay que leer el artículo que le dedicó el pasado 5 de diciembre de 2011–La crisis, compañeros–) que provocó una airada respuesta de ex candidato del PSOE, que fue remitida por escrito y posteriormente publicada en el rotativo que dirige Javier Moreno–Puntualización de Pérez Rubalcaba a Ridao–.
«Entre la opinión y el insulto hay una línea que un medio de comunicación serio nunca debería traspasar. Lamentablemente, el artículo ‘La crisis, compañeros‘ firmado por José María Ridao, lo hace. […] No acabo de acostumbrarme al ataque personal, y mucho menos al insulto y a las mentiras. Pero cuando esos ataques aparecen publicados en un diario que siempre he tenido como referencia del buen periodista, se me hacen inadmisibles»
Así se despachaba Rubalcaba tras haber leído las siguientes palabras:
Salvo en un circo desternillante o en una horrorosa pesadilla, nadie daría crédito a la noticia de que un candidato que ha cosechado los peores resultados electorales de la historia de su partido aspira seriamente a dirigirlo.
El candidato derrotado se sacude las solapas con aire de haber sufrido una caída tonta y le echa la culpa al secretario general, todavía presidente del Gobierno en funciones. […]
Ante fracasos tan rotundos como los de mayo y noviembre, nada de decir a los ciudadanos que su mensaje ha sido escuchado; nada de dimitir y dejar paso a una gestora; nada de preocuparse por recomponer un partido que ha salido de las últimas citas electorales como un juguete roto
Así pues, el grupo Prisa será, durante estos meses, exigente con el Gobierno sí, pero también con el PSOE, pero para que se renueve.
ROMÁN CENDOYA, ANTES DEL 20-N: «CEBRIÁN NO QUIERE QUE SI FRACASA RUBALCABA EL CONGRESO LO CONTROLEN LOS RESTOS DEL ZAPATERISMO»
El contertulio de Intereconomía, el pasado 21 de julio de 2011, escribía en ‘La Gaceta’ lo siguiente–«Prisa tiene prisa por volver a aquellos tiempos del monopolio pogre»–:
Rubalcaba es la última esperanza para Juan Luis Cebrián. Prisa ha quedado relegada durante el zapaterismo por la apuesta mediática del presidente en favor de Barroso y el conglomerado de Público y laSexta. […]
Lo que no ha contado en su columna [Cebrián] es que la petición de Congreso encubre el deseo del total aniquilamiento del zapaterismo. Cebrián no quiere que, si Rubalcaba fracasa, el próximo congreso lo puedan manejar los restos del zapaterismo. O sea, Barroso & Cia. Prisa tiene prisa por volver a aquellos tiempos del monopolio progre.
Todavía quedaban cuatro meses para las elecciones y no se había producido la debacle de Rubalcaba. Tras la aplastante victoria de Rajoy, Cebrián tiene motivos para creer que esos «restos del zapaterismo», como escribió Cendoya, controlen el próximo Congreso, y por tanto Público y laSexta se vuelvan a ver favorecidos. Quizás por eso, y para pescar en río revuelto, le retiró de esa manera el apoyo al derrotado. A las pruebas nos remitimos.
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