¿Que el ruinoso ex alcalde hace esto por cálculo personal? Ya lo sé, y me da igual.
Es tan inédito, tan distinto a la habitual y tan inesperado, que hasta ha despertado comentarios asombrados entre los analistas que resumen de la prensa del día en las grandes cadenas de radio.
Federico Jiménez Losantos, que no tiene igual, alaba y sin ciaterías a dos de sus bestias negras: José Mourinho, entrenador del Real Madrid, y Alberto Ruiz-Gallardon, ministro de Justicia y ex alcalde de Madrid.
Lo hace en la columna ‘comentarios liberales’ que habitualmente publica en la segunda página del diario ‘El Mundo’.
Deberíamos hacerles un resumen, pero no nos atrevemos. La pieza es redonda y por su indudable interés, crremos que es mejor reproducirla como la escribió su polémico autor.
El titular es sobrio:
«De Mourinho a Gallardón»
El viernes pasado comentaba el paralelismo en fechas y actitudes entre el PP y el Real Madrid, criticando el maricomplejinismo lamentable que atenaza al Madrid ante el Barça en el propio Bernabéu y que es idéntico al del PP para cumplir el programa que ha presentado a sus votantes y que éstos han refrendado, a veces con mayoría absoluta.
Pues bien, hoy debo decir que tanto el Madrid como el PP, con horas de diferencia, han demostrado que no hay maldición que 100 años dure y que ambos pueden hacer lo que tienen que hacer, sea defender unos colores y jugar al fútbol, sea defender unas ideas ante la opinión pública y actuar desde el Gobierno y el Parlamento para convertirlas en leyes.
Si es posible, con un consenso amplio. Y si no, también, que para eso se les votó.
Gallardón ha planteado una reforma de la Justicia que merece el apoyo de cualquiera que no se resigne a este lamentable estado de cosas.
Tal vez por eso sólo lo ha apoyado UPyD, única fuerza reformista que puede acompañar al PP en el cambio «de la ley a la ley» que precisa España en casi todos los ámbitos. Y el primero, el de la Justicia.
Por eso mismo, aun teniendo motivos de sobra para machacar a Gallardón, yo lo he apoyado. Allá otros con sus mezquindades.
¿Que el ruinoso ex alcalde hace esto por cálculo personal? Ya lo sé, y me da igual.
Decía Adam Smith que no deberemos la prosperidad a un acuerdo de los empresarios para hacer el bien al prójimo sino a su búsqueda del beneficio personal, porque en el orden real de las cosas y bajo la ley, esa voracidad redunda en beneficio de todos.
Si un producto es bueno, lo compro; y el de Gallardón, si bajan los impuestos, lo financiaría .
En materia futbolera, la resurrección del Madrid es como la del PP reformista. Al margen del pase a semifinales, que mereció el Madrid, y del villarato arbitral, cobardón y servilmente azulgrana, lo importante es que el Madrid jugó al fútbol. ¡Y cómo!
Más de una vez he dicho aquí que es el único equipo que puede jugar de tú a tú a este Barça y ganarle, siempre que pierda esos complejos ridículos.
Pues bien, el Madrid de Mourinho, por fin, lo hizo. Se encontró a sí mismo, a lo que debe, puede y merece ser.
Así que mañana aplaudiré al equipo y a su entrenador por la misma razón que apoyo a Gallardón, que me cae peor que Mourinho.
En fútbol como en política lo importante no es perder sino perderse.