Cuando volví a mi casa y vi la foto en la pantalla fue algo así como "guau"
El fotógrafo español Samuel Aranda ha ganado el World Press Photo 2011, el más importante certamen mundial de fotoperiodismo, por la imagen de una mujer con velo sosteniendo con sus brazos a un familiar herido después de una manifestación en Yemen.
Es la primera vez que un español gana este premio desde 1981, cuando Manuel Pérez Barriopedro fotografió a Antonio Tejero en el intento de golpe de Estado del 23-F.
La fotografía, publicada el 15 de octubre de 2011, fue tomada en una mezquita en Saná, Yemen, que estaba siendo utilizada como hospital de campaña dsepués de que opositores al presidente Salé se enfrentaran con las fuerzas del gobierno.
Los miembros del jurado creen que la imagen logra retratar todos los aspectos de los levantamientos durante el año 2011 conocidos como Primavera Árabe.
«Muestra un momento conmovedor, compasivo, la consecuencia humana de un gran acontecimiento que aún sigue en curso», dijo el presidente Aidan Sullivan.
«Nunca podríamos saber quién es esa mujer sosteniendo a un herido, pero juntos se convierten en la viva imagen de la valentía de la gente común».
Entre las fotografías ganadoras en esta edición hay varias imágenes de la Primavera Árabe, del conflicto en Afganistán y del terremoto y maremoto que asolaron Japón en marzo.
El presidente del jurado también resaltó que en la elección de esta fotografías se quiere prestar atención al «alto precio que los fotógrafos tienen que pagar a veces» cuando realizan su trabajo.
Samuel Aranda, fotógrafo nacido en Santa Coloma de Gramanet en 1979, publicó la fotografía en el diario estadounidense «The New York Times».
Aranda obtiene con el galardón 10.000 euros y una cámara digital con un lote de objetivos y accesorios de última generación.
Creado en 1955, el World Press Photo pretende «alentar estándares de calidad más altos en el fotoperiodismo y promover el libre intercambio de información», así como apoyar a dicho gremio en todo el mundo, según afirma en su web.
«Quizá ahora sí me cojan el teléfono»
The New York Times, periódico en el que Aranda publicó la fotografía ganadora, ha hablado con él.
«Tal vez ahora algunos de los editores que antes no me cogían el teléfono empiecen a hacerlo».
En un post del blog de fotografía del diario estadounidense, el autor de la mejor imagen del año explica qué pensó al verla:
«Cuando volví a mi casa y vi la foto en la pantalla fue algo así como «guau»».
«La mujer no estaba solo llorando. Era algo más. Podías sentir que ella era muy fuerte».
La instantánea es una de las primeras que tomó durante su viaje a Yemen, donde estuvo más de dos meses para el reportaje.
La escena ocurrió a la entrada de una mezquita que había sido convertida en hospital.