Mola. La izquierda ya se ha declarado en rebeldía y el sistema, este mismo sistema que han gestionado más de dos tercios de lo que llevamos de democracia, es súbitamente ilegítimo. «Acataremos la legalidad mientras nos convenga», dijo Pablo Iglesias, fundador del socialismo español, y esas palabras deberían ser el lema perpetuo del PSOE.
La reforma laboral les ha puesto al borde de la apoplejía, y gritan tan alto -Público: «Rajoy dinamita las relaciones laborales»; El País: «La reforma abre la puerta a una rebaja general de los sueldos»- que han logrado sacar de su aburguesado sopor a los líderes sindicales. Méndez -el Señor de los Relojes- y Toxo -Vacaciones en el mar- han contemplado sin que se les mueva un músculo cómo la España de Zapatero alcanzaba un número insólito de parados, récord absoluto superando con mucho a la quebrada Grecia. Y es que las penas, con subvenciones a manta y almuerzos en El Bulli, son bastante menos.
Pero ahora está la derecha en La Moncloa, peligra la buena vida y la pareja cómica del escenario nacional ha dado un paso al frente con acciones contundentes: una entrevista en la SER y sendas tribunas en Público. ¿Quién dice que no valen lo que pagamos por ellos?
Empecemos por la entrevista, que tiene el aliciente de incluirse en un programa cuyo nombre podía ser el lema personal de los líderes sindicales: A vivir, que son dos días. «Los sindicatos creen que Rajoy tiene en su mano evitar una huelga general«, titula la Cadena SER en su versión online. No nos cabe ninguna duda de que si Rajoy se compromete a seguir pagando el impuesto de protección, nuestros líderes obreros harán que parezca un accidente. Si todo es entenderse. «Ok, ok… No se humille usted más«, titula su tribuna en Público Cándido Méndez (o su negro), que empieza con estas palabras: «Cuando un ministro agacha la cerviz y solícito rinde cuentas ante un comisario europeo de lo que va a aprobar el Gobierno de su país, está humillando a ese Gobierno y a sus ciudadanos».
LOS NUEVOS PATRIOTAS
Es apreciable la repentina sensibilidad de Méndez con respecto a la dignidad patria frente al vil extranjero. Ha debido de ser en su camino a Damasco, caída del caballo y todo, porque cuando con una sola llamada de madrugada del líder chino y Obama Zapatero se descolgó atrasando la edad de jubilación, recortando el sueldo de los funcionarios y congelando las pensiones, no recuerdo yo una reacción similar.
Fernández Toxo va más a la raíz desde el mismo titular: «Las mismas recetas que han generado tanto paro no pueden crear empleo«. A ver, a ver, despacio, camarada Toxo: ¿este paro lo han generado medidas -¿cómo era el nombre? ¡Ah, sí!- neoliberales? ¿Aprobadas o mantenidas por quién? ¿Por ese Gobierno al que le han bailado el agua todo lo que han podido y más, garantizándoles la paz social mientras España se convertía en el ‘recordman’ del paro, que para una vez que se manifestaron con resultados perfectamente descriptibles se dedicaron a lanzar voces contra el PP?
Lean y lloren: «En primer lugar, el Gobierno ha despreciado el diálogo y la concertación social, y eso por dos razones: no se ha convocado formalmente a los agentes sociales para proceder a negociar las medidas que querían implementar y han instrumentalizado interesada y torticeramente el reciente acuerdo sobre empleo y negociación colectiva que suscribimos con los empresarios el pasado 25 de enero». Así no habla un líder obrero clamando justicia, camarada; así habla un funcionario adocenado que ve peligrar su sinecura.
constitucionalistas a domicilio
Manuel Rico, que firmaba ayer el billete inaugurando la sección de Opinión de Público, se pone estupendo desde el titular: «Ataque frontal a la Constitución«. ¿Por qué no, si es gratis? Y si el lector jurisperito se rasca la cabeza preguntándose dónde está el artículo que esta reforma vulnera, don Manuel se lo facilita: Artículo 1: «España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho». Y, hala, en ese social va que tienen que ser 45 días y no 33, y las subvenciones a la productora de Almodóvar y lo que se le vaya ocurriendo a Rico.
SIGUE EL ‘GARZONISMO’
Más divertida aún es la reacción a la condena a Garzón por el Supremo, nido de fachas donde los haya. Ahí tenemos desde todo un padre de la patria como Gaspar Llamazares diciendo que «ni acata ni respeta la sentencia» hasta el veterano Gabilondo en la SER salmodiando que «los cazadores ya tienen su trofeo«. Ya podía haber usado el hombre otra metáfora, que esta nos trae a la cabeza la cacería que compartieron mano a mano nuestro hombre y el entonces ministro de Justicia en vísperas de la operación Gürtel, en un ejemplo de conchabeo de poderes muy de la izquierda. Como muy de la izquierda es cazar venados en una finca de 700 hectáreas un día y al siguiente encabezar una manifestación por los derechos de la clase obrera.
Lea La Gaceta
Comentar desde Facebook