Hoy vamos a aburrirnos mucho, ustedes y yo, porque nos sabemos las noticias que da la Prensa zurda el día después, ¿a que sí? Ya saben, clamor, habla la calle, rechazo multitudinario a la reforma laboral… La cosa va así: la izquierda convoca una manifestación, la izquierda va a la manifestación y al día siguiente la izquierda dice que ha sido un éxito. Gran bostezo.
A ver: hay mucha gente que se opone a la reforma laboral y salió el domingo a la calle para decirlo. ¿Cuántos? Se podría calcular con bastante aproximación gracias a las fotografías aéreas y a cálculos sencillos de personas por metro cuadrado en el área cubierta. Desgraciadamente, ni yo ni usted podemos saberlo, porque nadie tiene interés en contárselo. Ya, ya sé que es una vergüenza que cuando la Policía dice 50.000 los organizadores le ponga un cero más, porque eso no es una horquilla, es un abismo. Y también es triste que la Prensa elija cifra como el que escoge un menú, al gusto. Pero es lo que hay.
MASIVO RELATIVO
Si me notan un poco ‘de vuelta’, lo estoy. La derecha ha convocado manifestaciones verdaderamente multitudinarias, por no hablar de auténticos fenómenos de masas igualmente aborrecidos por la izquierda como las visitas del Papa. Y en cada ocasión la Prensa de progreso ha ninguneado los números y despreciado el impacto. El domingo salió mucha gente a la calle. Muchísimas más se quedaron en sus casas o se fueron al campo. Ahí acaba todo.
Pues no. «Una marea humana pide a Rajoy que corrija su política laboral». Es raro en El País titular con una metáfora. Por otra parte, una marea humana mucho, mucho mayor le pidió a Rajoy que gobernara, y es lo que está haciendo. ¿A partir de qué número la masa empieza a cambiar leyes en una democracia? Público es más directo, como si aspirara a que su primera fuera pancarta en la manifestación: «No masivo al decretazo».
Lo de masivo ya hemos visto que es relativo. No para Manuel Rico, subdirector del diario rouresí, que ya sabemos que no necesita decretazos para darle al rico ERE o tener a sus redactores esperando pagas atrasadas. Lo de Rico, la verdad, podía tenerlo escrito desde que se convocó la marcha. «Éxito rotundo«, titula, como no podía ser de otra manera.
Es un ejemplo maravilloso del wishful thinking de la izquierda, lean: «Las manifestaciones de ayer en toda España contra el decretazo de Rajoy suponen un éxito rotundo para los convocantes. Primero, porque la asistencia fue masiva, lo que demuestra el profundo malestar que ha provocado en los ciudadanos el hachazo a derechos laborales reconocidos desde hace décadas. Y, segundo, porque los sindicatos salen reforzados después de sufrir una campaña de desprestigio montada contra ellos por el PP y difundida ampliamente por sus escuadrones mediáticos». Eso de que los sindicatos «salen reforzados» es especialmente divertido. Pero no se preocupe, don Manuel, que enseguida lo comprobaremos.
«El 19-F es sólo el principio«, titula Escolar El Chico, don Ignacio, al que teníamos últimamente muy descuidado. «A pesar de la propaganda, de las mentiras sobre los sueldos de los liberados y del ataque permanente contra los sindicatos, las masivas manifestaciones de ayer fueron un éxito: cientos de miles de personas dejaron claro en la calle que no van a rendirse sin más, que no van a permitir en silencio que el Gobierno de Rajoy pisotee sus derechos». Di que sí, Nacho, en el mejor estilo de manifiesto estudiantil.
Luchar es otra cosa
Me gusta eso de que lo del domingo, ese picnic que terminó con un llamamiento a irse de cañas, fue un modo de dejar claro «que no van a rendirse». Ahí había mucha gente que nació rendida, Nacho, no te engañes. Luchar es otra cosa.
También: «Se equivocan también el Gobierno y su coro mediático con esa evidente campaña de desprestigio contra los sindicatos, esas organizaciones que quieren aparcar como obsoletas los mismos que defienden la vuelta al siglo XIX como única solución contra el paro».
¡Vaya, y yo convencido de que los que vivían en el siglo XIX -con sus marchas en plena era de Internet, su llamada a la lucha de clases y su lenguaje de un obrerismo que apenas corresponde a nuestros tiempos- eran los sindicatos! Por lo demás, el PP no tiene que hacer campaña de desprestigio contra estos desgarramantas: se la hacen ellos solitos. Y extraña que un debelador de corruptos como Nacho vea siempre la paja en ojo ajeno y nunca la viga en el propio, que se indigne con los trajes de Camps y no con los relojes de Cándido, el crucero de Toxo o el líder obrero que cobra la intemerata de un banco.
¿SE HARÁ CHÁVEZ CON PÚBLICO?
Público lleva en la cuerda floja desde que Roures anunciara la suspensión de pagos, momento desde el que el diario ha hecho campañas de solidaridad, insistiendo en que la mejor manera de apoyar al diario es comprándolo cada día. Pero quizá sea porque sus lectores han perdido el gusto por la narrativa de ficción o porque un personal que se niega a pagar en el metro no va a pagar por un periódico, el caso es que el empresario catalán no se fía mucho de lo que pueda ingresar por ahí y ha ido a buscar ayuda de un correligionario político. Así, Periodista Digital anuncia que Roures negocia con Chávez para que aporte nueve millones de euros. Así el Gorila Rojo le devuelve el favor a Roures de haberse deshecho del corresponsal que mantenía Público en Venezuela, que osó mostrarse crítico con el bolivariano.
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