El periodista José Oneto (Cádiz, 1942) visita Periodista Digital para narrar su historia en Cambio 16, revista de la que fue director en los momentos en que aquella publicación era el mayor símbolo de aperturismo democrático de los medios de comunicación.
Sagaz comentarista político, es un clásico de las tertulias televisivas participando en Día a día (1996-2004) y La Mirada Crítica (1999-2002), en Telecinco, Hermida y Cía (1993-1996), El primer café (1996-1998), Cada día (2004-2005), Ruedo Ibérico (2004-2006) y Espejo Público (2006- ) en Antena 3, Herrera en la Onda (2004- ) y La Brújula en Onda Cero.
Oneto entró en la plantilla de la revista Cambio 16 en 1974 escribiendo sobre información política y económica. En 1975 fue nombrado subdirector de la publicación y poco después director.
La revista política se convirtió en ese momento en uno de los baluartes de la apertura informativa que se produjo durante la transición, alcanzando el medio millón de ejemplares. Más tarde sería también nombrado Director General de Publicaciones del Grupo 16.
Los primeros pasos de la revista, como revista económica, los da Juan Tomás de Salas, que es el editor y el fundador. A partir de ahí se inicia una historia única hasta tal punto que yo creo que Diario 16 es decisivo en la historia de la transición.
Oneto recuerda que llegó un momento que casi ocho o nueve ministros eran accionistas de Cambio 16 y que hubo que ponerle el número porque la palabra ‘cambio’ no la autorizaban en el registro de empresas periodísticas: «y con el número parece que aquella era la forma de control del Ministerio de Información».
El veterano periodista rememora como Cambio 16 abanderó la oposición a la dictadura.
Era el único órgano crítico que había en ese momento. El País sale mucho mucho más tarde. Y claro, que en el año 73, en plena dictadura, antes incluso de que Carrero fuera nombrado presidente del Gobierno, fuera un semanario muy desenfadado, muy crítico, con un lenguaje que era desconocido entonces en la prensa española, pues sorprendía y producía una irritación en quienes marcaban lo que era la pureza del régimen, que eran el diario Arriba, el periódico Pueblo… y que eran nuestros grandes enemigos, que eran probablemente los que consiguieron años antes cerrar el Diario Madrid.
LOS POLÍTICOS DE LA TRANSICIÓN
El exdirector de Cambio 16 recuerda muy bien la clase política que hizo posible la transición española. En lo que se refiere al PSOE, su revista fue clave a la hora de dar a conocer el partido al público:
Cambio en ese momento se convirtió en las aspiraciones de la oposición y, sobretodo, en tribuna de personajes que estaban ocultos, que estaban en la clandestinidad, y que no habían opinado sobre la situación del país, prácticamente desde el final de la Guerra Civil.
En relación a la UCD de Adolfo Suárez, Oneto dice que fue la «mejor» clase política «que ha habido en este país». Además, confiesa que se arrepiente de la dureza de los medios -incluido Cambio 16- contra el Gobierno de Suárez.
PEDROJOTA Y SALAS AL SERVICIO DE «OPERACIÓN ROCA»
En 1986 se incorporó al Grupo Zeta, pasando a dirigir la revista Tiempo, responsabilidad en la que permaneció hasta 1996. Durante ese tiempo la publicación se convirtió en una de las de mayor tirada entre las revisas de contenido político.
Para explicar su salida del Grupo 16, Oneto contextualiza su marcha con el alineamiento del presidente del grupo, Juan Tomás de Salas y el director de Diario 16, Pedrojota Ramírez con la ‘Operación Roca’, plataforma política que, bajo la denominación Partido Reformista Democrático (PRD), fracasó estrepitosamente en las elecciones de 1986. Oneto se opuso a aquella apuesta.
Yo creo que la decadencia del grupo liberal se produce con la apuesta clara que gente del grupo Garrigues y sobretodo de Miquel Roca hacen con la ‘Operación Reformista’, con el PRD. Cuando Juan Tomás entra a formar parte de la dirección del partido, del PRD, Pedrojota, que es un hombre muy cercano también a esa dirección, y ahí es cuando se produce el conflicto cuando salgo yo del grupo. [Pedrojota] estaba encantado y formaba parte del grupo de ideólogos de la Operación. Mi enfrentamiento no solamente fue con Juan Tomás sino con Pedrojota.
«EL ARTÍFICE DEL SECUESTRO DE CAMBIO 16 FUE RUIZ GALLARDÓN»
En 1983 Pepe Oneto vivió en sus carnes el secuestro del número 593 de Cambio 16, en el que se relataban los crímenes del conocido dirigente de la Triple A, Roberto Eduardo Almirón, elevado por Fraga Iribarne a jefe de su escolta personal, y, según declaró Oneto en su momento, «es el atentado más grave contra la libertad de expresión cometido en nuestro país desde la aprobación de la Constitución en 1978«.
El escolta más cercano a Fraga era un elemento de la temible Triple A. Luego esto tendría repercusiones porque meses más tarde yo voy a un viaje a Buenos Aires e intenta secuestrarme la Triple A, tengo que refugiarme en la embajada española, tengo que salir de Buenos Aires con el embajador de España, (en la época final de Buñones) Eramos un grupo de españoles (Fernando Ruiz Martorell, Gutierrez Mellado) (…) llego un operativo de la policía preguntando por mí. Al final no me encontraron y pudieron a avisarme y me tuve que refugiar en la embajada española y estuve dos semanas en Buenos Aires hasta que me pudieron sacar.
El artífice del secuestro [de ‘Cambio 16’] fue Alberto Ruíz Gallardón. Una de sus acciones que yo jamás podré comprender porque posteriormente ha dado muestra de una moderación que en aquel momento no la dio. Era uno de los hombres de confianza de Fraga.
EL GOBIERNO FORZÓ LA VENTA DE ANTENA 3 A TELEFÓNICA
En su larga trayectoria Oneto también fue director de informativos de Antena 3 TV (1996-1998). El periodista gaditano vivió en primera fila «la primera guerra del fútbol» y recuerda a la perfección las presiones del Gobierno de José María Aznar contra el entonces presidente de aquella cadena, Antonio Asensio, para que se la vendiera a Telefónica.
«EL CASO SAMPEDRO»
La carrera de Oneto en Antena 3 acabó con la emisión de las imágenes de la muerte de Ramón Sampedro, el tetrapléjico gallego que defendía el derecho a la eutanasia. Aquel vídeo fue criticada por círculos conservadores que la tacharon de morbosa.
Yo salgo por el escándalo que se produce por la reproducción del vídeo de Sampedro.(…) En ese momento el secretario del Consejo de Administración era Jose María Mas, que era el hombre que llevaba las finanzas a la madre de Juan Villalonga, era del Opus Dei, y claro, aquello para él iba en contra de todos sus principios religiosos.
Con la colaboración de Ana Albarrán y Sandra Besga