Miguel Ángel Gozalo (Madrid, 1938) ha tenido una amplia carrera que le ha permitido tocar prácticamente todos los palos del periodismo, puesto que ha dirigido programas de radio, de televisión y diversas publicaciones.
Considera que el periodismo los profesionales tienen mucho de autodidacta, pero que es una profesión en la que también hay muchos maestros. Recuerda a algunos de ellos, como Rodrigo Royo (‘Ro-Ro’) que tras abandonar Arriba fundó una innovadora publicación denominada SP, de la que Gozalo fue el redactor-jefe.
Rodrigo Royo era un periodista fantástico, tenía un bigote como de mosquetero. Nos enseñó mucho.Me enseñó la humildad, en SP nos se firmaba, pese a tener redactores de la talla de Pablo de Irazazabal, Armando Puente, José Luis Sampedro o Luis Ángel de la Viuda.
Ideológicamente Royo era un falangista del sector más joseantoniano, hasta el punto de que echaba en cara al régimen que no atacara a la banca privada. Su vehemencia ideológica no le impedía tener en su redacción a periodistas de izquierda o incluso comunistas como Antonio Ivorra.
Yo, por ejemplo, era sionista, partidario del Estado de Israel y, en cambio Royo era de los que sostenía que no había habido campos de concentración. Pero a pesar de eso, nos entendíamos bien. Yo llegué a ser redactor-jefe de la revista.
FONTÁN Y EL CIERRE DEL DIARIO MADRID
Miguel Ángel Gozalo fue subdirector del diario Madrid, bajo las órdenes de Antonio Fontán, «otro de mis maestros», explica el periodista.
Yo me marché de Informaciones al diario Madrid, que era el que de verdad estaba dando caña.
El diario Madrid, propiedad de FACES, una empresa vinculada al sector más aperturista del Opus Dei, fue el periódico que más abiertamente pedía una democracia parlamentaria en España. Al frente de FACES y del Consejo de Administración de Madrid estaba Rafael Calvo Serer.
Gozalo era quien estaba al frente de la redacción del diario Madrid cuando se produjo el suceso más destacado de la historia de aquel medio: la orden de suspensión de la cabecera por el artículo «Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle», con el que la dictadura entendió que se estaba atacando entre líneas al general Franco. Aparte del cierre del periódico, Gozalo fue expedientado por el Gobierno tras aquello.
Fontán, aquellos días se había marchado a un congreso y dejó el periódico en mis manos y Calvo Serer escribe ese artículo. (…) Era mayo del 68 en Francia, era una época tremenda. Titulábamos: «Francia, es el final», aunque luego De Gaulle fue reelegido en las elecciones de ese año.
El problema es que la censura lo vio a trasluz. Amando de Miguel y yo dijimos «¿por qué no en vez de ‘No al General De Gaulle’, ponemos ‘No al General'», pero el abogado Desantes nos dijo que ya estaba bastante claro. Era, en el fondo, un artículo de apoyo de Don Juan de Borbón, eso de Trevijano no…
Calvo Serer, que tenía el peso ideológico de la empresa, escribió ese artículo «Retirarse a Tiempo. No al general De Gaulle».
En aquella época el diario más hostil contra Madrid fue el periódico Pueblo, dirigido por Emilio Romero, otro de los grandes del periodismo (y enemigo del Opus Dei), que acusaba a Madrid de haber vulnerado la ley. Se daba la circunstancia de que tanto Madrid como Pueblo eran periódicos de la tarde, por lo que eran competencia, aunque fuera mucho mayor la tirada de Pueblo.
Visto con perspectiva. Era lógico, eran las batallas de competencia en aquel momento. Madrid no competía en tirada con Pueblo, pero sí en influencia en el establishment. Eso fue una labor de Fontán y de Calvo Serer.
Esos celos de Emilio Romero. Él era un periodista de cámara y toreaba toros afeitados, era muy gallito, pero cuando la gente no se podía defender. En nuestro caso no tuvo la mejor de las actitudes. Pero yo intento tener una memoria cortés, él ya no puede defenderse.
Miguel Ángel Gozalo se muestra crítico con la versión del cierre de Madrid que dio Antonio García-Trevijano en Periodista Digital, en la que explicaba que el cierre de Madrid fue provocado y que fue una estrategia económica para que un cierre que se hubiera producido por quiebra económica de manera natural se convirtiera en un cierre político. Para Gozalo no se cree esa versión y explica que el cierre pilló por sorpresa a toda la redacción.
EN LA SER DE EUGENIO FONTÁN
Gozalo también pasó por el ABC de Torcuato Luca de Tena y Brunet, que le mandó de corresponsal a Bruselas o Berlín y por la Cadena SER de Eugenio Fontán y Antonio Calderón.
Entre otras cosas, Gozalo fue uno de los directores del histórico programa radiofónico ‘Hora 25’. Y fue uno de los primeros programas de radio en desear en voz alta que un Gobierno (diciembre 1975) trajera pronto la democracia, «ahí estábamos todos en esa batalla, todos veíamos que aquí iba a pasar algo.
DIRECCIÓN DE TVE Y ‘DERECHO A DISCREPAR’
Miguel Ángel Gozalo ha sido también un destacado periodista en Radio Televisión Española, donde ha conocido la mayoría de posiciones posible: ha sido director de la cadena, presentador de programas y miembro del consejo de administración del ente, coincidiendo con destacadas figuras de ese mismo consejo como Consuelo Álvarez de Toledo, Miguel Ángel Sacaluga o Charo López Miralles.
Entre los programas que presentó en TVE destaca el de ‘Derecho a Discrepar’.
Ahora hay miles de programas… pero en aquella época como sólo estaba TVE pues se veía bastante. Era un debate de seis personas sobre actualidad. Era un programa convencional. Intento practicar lo de la humildad de Royo.
‘Derecho a Discrepar’ tuvo momentos polémicos, como el tenso debate entre el ministro José Luis Corcuera y el periodista Pedrojota Ramírez. En el que, según ha relatado Ramírez, el ministro le advirtió al acabar que «él dejaría de ser director de Diario 16 muy pronto», como, en efecto se produjo.
Debemos aplicar la sana corrección del tiempo transcurrido. Hubo cierta violencia, estaba Federico Jiménez Losantos. Corcuera era un hombre bronco y Pedrojota no se muerde la lengua, pero no tuvo tampoco tanto…
SU DESPIDO DE TVE
Miguel Ángel Gozalo fue despedido de TVE a principios de 1989. Se habló entonces de dos versiones. La de que su despido se produjo por ser Gozalo un periodista considerado crítico con el Gobierno de aquel momento (presidido por Felipe González) o si se debía a una queja de Miguel Boyer por un programa en el que se le había aludido a él y a su esposa, Isabel Preysler.
Era un programa de debate y quise hacer uno sobre la prensa del corazón, fue un programa que comparado con lo que hay ahora, sería un programa para niños. Llevé a Antonio Herrero, a Losada, a un juez. Y llevé a Jesús Mariñas, que era una persona estupenda. Y seguro que ahora en cualquier programa de tarde se dicen cosas mucho peores a las que dijo aquel día Mariñas, que hizo alguna referencia no muy explícita a las relaciones entre Preysler y Boyer.
Para Gozalo su despido fue una mezcla de los dos factores.
Luis Solana acababa de sustituir a Pilar Miró al frente de TVE, yo llegué a ese programa de la mano de Pilar Miró. Y lo último que me dijo Pilar Miró como directora fue «ten cuidado, que a estos no les gusta nada el programa».
Solana al primer programa me metió el sartenazo porque quería… seguiré discrepando con él… él era una persona que venía a cambiar la televisión mundial y fue ridículo.
El programa tuvo viveza y chispa. A la gente le interesó, era un debate crítico sobre la intimidad. Y entonces a la mañana siguiente el señor Diego Carcedo, me vino con una carta del señor Solana diciendo que me cesaban. Entonces en los pasillos de TVE me crucé con Fernández Ordoñez, que era ministro de Exteriores y me dijo: «Oye, que bueno el programa de ayer, que bien lo pasamos». Y yo dije «ah, ¿te gustó? Pues mira, a Luis Solana no le ha gustado nada». «¡No jodas!».
CONSEJERO DE RTVE
Aquel despido no fue la ruptura de Gozalo con la televisión pública, ya que volvió como consejero de Radio Televisión Española a propuesta del Partido Popular en 1994. Gozalo reconoce que ya en aquella época, «Ahí nos peleábamos, por María Antonia Iglesias».
En lo que se refiere a la TVE en la actualidad, Gozalo es escéptico sobre la supuesta neutralidad y que fuera una «auténtica etapa de libertad» en comparación con todo lo atención.
Los socialistas han sido muy hábiles al hacer creer que la TVE de ahora es muy buena. (…) Eso no es así. No tengo ningún afán revanchista, pero eso de que la TVE de ahora es la mejor de las posibles, pues no.
La TVE inevitablemente tendrá influencia superior por parte del poder que por parte de la oposición, porque el poder genera más información. (…)
Gozalo también critica la sostenibilidad económica de la cadena sin publicidad.
TVE se tiene que sostener económicamente. Suprimir la publicidad, como hizo este Gobierno fue un disparate. Ya es muy cara la televisión y se hizo para favorecer a los otros.
Zapatero empezó diciendo, como Solana, que iba arreglar todos los problemas de TVE; pero TVE siempre será compleja. Aquel comité de sabios que desaparició, hicieron un dictamen que nadie leyó. Pusieron al frente a un filósofo Emilio lledó, pero que no tenía televisión en casa. Y de ahí ha salido un consejo de administración complicado. Yo creo que el barullo de la TVE requiere dos cosas, saber que se quiere hacer realmente con la televisión.
EL HONOR DE DIRIGIR EFE
De todos los cargos que Gozalo ha ocupado, el veterano periodista tiene claro que de lo que más se enorgullece es de haber dirigido la agencia EFE (2004-2008)
El sucesor de mi sucesor [José Antonio Vera] ha declarado una cosa fantástica «Para mí es un honor». Yo digo lo mismo, para mí tras tantos años de periodismo y literatura que, como dice Neruda, «permiten conocer a mucha gente, alguna incluso interesante». Ir a EFE ha sido un honor y es lo que profesionalmente más me a llenado.
Con la colaboración de Ana Albarrán