Los parlamentarios catalanes se ganaron este miércoles 14 de marzo de 2012 el sueldo. ¡Cómo trabajaron! Bueno, también trabajaron los traidores que fueron a Bayona a humillarse ante Napoleón y a recibir de sus manos una constitucioncita que nombraba rey a su hermano. En la cámara regional catalana se aprobaron varias normas (copago sanitario, tasa turística, consultas populares) y se propuso cambiar la Ley de Banderas.
En el resto de España existe la creencia de que los catalanes son sensatos, realistas y trabajadores, como los andaluces son graciosos, toreros y vagos. Todo son tópicos. El mismo Josep Pla reconocía que los catalanes se movían por sentimentalismo. Vamos, que un cacique o un estafador les podía llevar a donde quisiera tocando ciertas teclas.
En Cataluña, el chiringuito autonómico se cae a trozos. No hay dinero para mantener la Corporación Catalana de Radio y Televisión, los Consejos Comarcales, el uso del catalán —En Cataluña se podrá estudiar en castellano si se acude a un juez–, la acción exterior (las embajadas) y otros inventos, pero antes que suprimirlos o rebajar sus presupuestos, Artur Mas y CiU prefieren recortar en sanidad y educación.
A fin de cuentas, no hacen falta catalanes sanos y educados para construir la patria, sino sólo catalanes con nivel C y conexión a TV3. —TV3 es la autonómica que más gasta en producción externa a pesar de tener más de 2.700 trabajadores—
A la Generalitat no le basta ya con los bonos patrióticos, sino que necesita otros ingresos para reducir el déficit, y por eso en la ley de medidas fiscales y financieras aprobada ayer por CiU, gracias a la abstención del PP, establece la tasa turistica y la obligación de pagar un euro por cada receta médica.
¿Qué va a hacer Artur Mas para que los catalanes, incluidos sus votantes, traguen la píldora amarga? Les ha puesto el azúcar de un referéndum. El aparato mediático catalán lleva meses y meses machacando a los catalanes con la necesidad de que Madrid les dé más dinero para no tener que sobrevivir hurgando en la basura: el pacto fiscal.
En la misma sesión, el parlamento autonómico dio ayer vía libre al proyecto de ley de consultas populares al retirar el PSC su enmienda a la norma. Con ella, Mas podría montar un seudo-referéndum para preguntar sobre el expolio o el pacto fiscal.
Y no es lo único: en la sesión de control al Gobierno, la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, propuso que se evitase una guerra de banderas mediante la reforma de la ley que obliga a las instituciones a que la bandera nacional ondee en la fachada.
Mas ha envuelto la mano que roba la cartera a los catalanes en la senyera… y habrá más de un ciudadano que en vez de llamar a los mossos bese esa mano.