Cataluña, tan avanzada ella, nos ha mostrado a los españoles todos el camino a seguir para salir de la crisis financiera y dar una alegría a Angela Merkel: pagar un eurito por las recetas farmacéuticas y por las visitas al médico, para aumentar los ingresos (180 millones de euros según cálculos de la Generalitat) y disminuir los gastos.
«El copago catalán abre el debate en toda España» titula ‘El Periódico de Cataluña’ y «Las autonomías del PP se apuntan al copago», lo hace La Vanguardia, que parece decidida, como ya dijimos, a quedarse con los lectores de Público.
El presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, que fue presidente del Insalud en los años de José María Aznar, declaró el 15 de marzo de 2012 que en su opinión el Estado debía de estudiar una reforma para que los medicamentos se paguen en función de la renta. Ahora, todos los ciudadanos, sin diferencias de ingresos económicos, pagan solo una pequeña parte de medicinas que le recetan los médicos de la sanidad pública y Feijóo plantea que a partir de una cierta renta los ciudadanos paguen más para reducir el enorme gasto farmacéutico de las comunidades autónomas.
¿Va a subir el Gobierno de Rajoy el IVA y los impuestos al tabaco, el alcohol y la gasolina?, ¿va a imponer el copago? Según el PSOE, ‘El País’ y la prensa catalana, sí, y encima de manera inminente, después de las elecciones andaluzas, para no quitarle votos a Javier Arenas.
Por el contrario, el ministro Cristóbal Montoro ha negado la subida de impuestos:
Hay márgenes dentro de los impuestos, pero no tomaremos medidas que agudicen la caída de ingresos de los impuestos y perjudiquen la recuperación económica.
Arenas también ha negado que sea partidario del copago, y ha insistido en que reducirá los gastos en la Junta andaluza si llega a la presidencia.
Lo que es imparable es la subida luz, retrasada por una argucia administrativa de Miguel Sebastián, ministro de Industria y amigo íntimo de Zapatero. En la última subasta de electricidad, en septiembre, dos meses antes de las elecciones, Sebastián decidió decide disminuir los peajes regulados en un 12%, para congelar el recibo. Iberdrola denunció la medida y el Supremo le ha dado la razón (¿Y por qué no se lleva al Supremo el pago de las subvenciones por las placas solares?).
En definitiva, con sueldos más bajos -los que tienen trabajo o empresa- y con más desempleo, a los ciudadanos se les carga con más gastos y tasas.
¿Y cuántos euros se ahorraría la hacienda catalana si se retirasen a Jordi Pujol, Paqual Maragall y José Montilla sus megapensiones de expresidentes de la Generalitat? ¿Y cuántos suprimiendo la asistencia gratuita a los transeúntes extranjeros, como las embarazadas marroquíes que se ponen de parto en Melilla o los jubilados alemanes que piden aquí las medicinas porque son gratis?