Enrique de Ybarra Ybarra ha sido nombrado presidente del Consejo de Administración de Vocento. El hasta ahora vicepresidente del grupo de comunicación sustituye en el cargo a Diego del Alcázar Silvela, que ha presentado su renuncia tras más de cuatro años de dedicación.
Reunido ayer en Madrid, el Consejo de Administración de Vocento decidió designar nuevo presidente a Enrique de Ybarra, hijo del que fuera presidente del grupo Correo asesinado por ETA en 1977, Javier de Ybarra y Bergé, y nieto de Gabriel María de Ybarra y La Revilla, fundador de «El Pueblo Vasco» (desde 1938 fusionado con «El Correo»).
Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, el también presidente de la Fundación Vocento acredita un extenso currículum que incluye la carrera de Ciencias de la Información por la Universidad Complutense y el «master of science» en la Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Su dedicación al periodismo pasa por su labor como corresponsal de la agencia Colpisa, primero en Londres, en 1975, y al año siguiente en Estados Unidos.
Con posterioridad, se encargó del área de cultura del diario «El Correo» y continuó su labor como enviado especial en el extranjero.
Desde la formación en 2001 de Vocento, Ybarra pasa a ocupar puestos de primera responsabilidad, y así, ha sido presidente de la Comisión Editorial desde mayo de 2007 y consejero de «El Correo», «El Diario Vasco», «El Diario Montañés», «La Rioja», «Ideal» y «El Comercio», seis de las cabeceras regionales del grupo.
El nuevo presidente de Vocento mantiene, asimismo, una intensa actividad cultural y un decidido compromiso con la formación y las causas solidarias.
Es presidente, entre otros cargos, del Jurado del Premio BMW de Pintura, vicepresidente de la Fundación Colección ABC, patrono de la Fundación Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y de la Fundación Universidad Antonio de Nebrija y ex vicepresidente de la Asociación Española de Fundaciones.
Acreditado conocedor de la literatura española del siglo XVI, de la historia antigua y bíblica, así como del País Vasco, destaca también su labor como promotor del espacio de poesía iberoamericana «Los balcones del Amado Nervo».