Mariano Rajoy no ha convocado un congreso del PP. España se abstiene de preparar su salida del euro. Obama no estudia dimitir. No, no es que me haya vuelto loco; es que uno de los periódicos más prestigiosos de España ha decidido que la noticia es lo que no ocurre.
El otro día se me pasó o, por mejor decir, lo dejé pasar, pero es que hoy repiten y la cosa se vuelve bastante idiota. El Papa, líder espiritual de más de mil millones de católicos en todo el mundo, visitó una de las últimas dictaduras comunistas del planeta, militantemente atea (como se define Ignacio Escolar), después de haber dicho que el comunismo carece de sentido como ideología.
Durante su visita, el Papa ha dicho, como suele, palabras luminosas y ha vivido encuentros conmovedores. Todo, en fin, para tener no una noticia, sino muchas, sin necesidad alguna de hinchar el perro, cual es costumbre en la profesión con los temas flojos. Ha habido detención de disidentes en la víspera, represión violenta contra un anticomunista, Benedicto XVI se ha entrevistado con Raúl Castro en plena «actualización del socialismo». Es decir, han pasado muchas cosas y muy jugosas. Y El País, ese papel para progres exquisitos que sigue presumiendo de «diario de referencia», titula por lo que no ha pasado: «El Papa evita ver a la disidencia cubana».
¡DAME PACIENCIA, SEÑOR!
El Papa es para los católicos el representante de Cristo en la Tierra, y al grueso de los mismos se le da una higa que sea, al mismo tiempo, el jefe de Estado de un país de opereta enclavado en la capital italiana. Ha visitado a parte de su rebaño, una parte que sufre especialmente la represión por su fe. No es un político. A ver, Bedoya, explícaselo a tu director, que no da una. Pero me desespero en vano: Juan Bedoya, corresponsal religioso del diario, es el primero en interpretar todo lo eclesial en clave política.
RECICLADO DE CHISTES
El Roto, ese genial viñetista azote de los mercados que trabaja para el órgano de Prensa de un fondo americano de capital riesgo, también se apunta al modo El Frailazo en su viñeta de ayer: «¡Evangelizad el Vaticano!», clamó una voz desde lo alto. Oh, qué terriblemente original; esto de pretender que el centro de la cristiandad carece de fe sólo tiene unos… mil setecientos años, como atestigua el refrán «Roma veduta, fede perduta». Pero imagino que no es fácil reciclar con habilidad chistes tan viejos e ironías tan añejas. Por lo demás, no veo a El Roto esperando que una voz clame en el consejo de administración de PRISA para que se apliquen el cuento izquierdista que venden cada día. Donde esté la Iglesia como muñeco de pimpampún, que se quiten hasta los mercados.
La jerarquía, claro, no se ajusta siempre a estos sencillos esquemas. Así, Publico.es informa con algo parecido al asombro de que «El obispo de Ciudad Real carga contra la reforma laboral». A ver si la Iglesia no va a ser neoliberal, después de todo… «El obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, ha criticado la reforma laboral», informa el heredero digital de Público.
«Entiende el prelado que la nueva norma aprobada por el PP rebaja «claramente» los derechos de los trabajadores y busca establecer un mercado de trabajo en el que los empleadores «hagan y deshagan a su antojo». Antes de que los redactores del digital de Roures se pregunten cuánto tardará Roma en disciplinar a este prelado rojo les aconsejaría que le echaran un vistazo a la encíclica Rerum Novarum, publicada por León XIII en 1891. A lo mejor hasta se entean de algo que no sabían.
CHEQUES EN ROJO
Yo soy de Internet a muerte, pero tengo que reconocer que quienes critican el nivel general de los escritos de la Prensa en bits comparada con la de papel tienen un punto. Insurgente.org es fuente inagotable de divertimento rojo sangre para este Trasgo, pero su lectura no siempre, por ser piadosos, lo bastante fluida.
Ayer me metí con «Sánchez Gordillo: Un pacto con el PSOE sería la desaparición de IU», más que nada porque el personaje promete. Pero el comienzo desanima:
«Por su parte, el coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, ha descartado que en Andalucía pueda producirse un escenario similar al registrado en Extremadura, donde IU propició con su abstención la investidura del PP como fuerza más votada, porque nosotros combatimos las políticas de derecha’ y tendría poca coherencia y sentido tratar de mezclar algo imposible, el agua y el aceite, pero eso no significa ningún cheque en blanco para nadie».
¿Por su parte? ¿Esto no se dice cuando ya hemos hablado de otro tema, para cambiar de tercio? Pero me quedo con el florido verbo de Julio Anguita en Kaosenlared, «¿Dónde estamos?«: va siendo hora de que los hombres y mujeres que nos reclamamos de la izquierda asumamos con todas sus consecuencias que hemos perdido la guerra. No se trata de una derrota parcial en una fase histórica precisa del desarrollo del sistema al que, mal que bien, hemos combatido. Es el final de un enfrentamiento multisecular que se ha saldado con el cadáver del vencido yaciendo en el campo de batalla». Amén, don Julio.
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