Para TVE, El Mundo, PRISA, laSexta o T5 criticar que niños mantengan relaciones con otros hombres o acudan a clubs de alterne es homófobo

Linchamiento mediático contra el obispo de Alcalá por desaprobar que haya menores que practiquen sexo

Gais se quejan en El País de que Reig Pla les mandara al Infierno, cuando Reig Pla nunca dijo tal cosa

«Estoy en desacuerdo con lo que piensa, pero moriría por defender su derecho a decirlo». Es una de las frases más citadas cuando se habla de libertad de expresión, y suele atribuírsela a Voltaire. Para cualquiera que tenga una mínima familiaridad con el sabio de Ferney resulta poco plausible imaginarle dando la vida por nada, y mucho menos por la opinión de sus enemigos. Y, como Voltaire, sus hijos, esa forma moderna de puritanismo conocida como izquierda.

La libertad de expresión es como el veredicto de las urnas, sacrosanto cuando te favorece e ilegítimo o algo peor cuando te lleva la contraria. En realidad, la censura oficial es la menor de las amenazas a la supuestamente venerada libertad de expresión; cualquiera de mis lectores puede, en menos de un minuto, pensar en seis o siete opiniones que cualquiera hemos oído en bares que resultarían absolutamente impublicables en Prensa. Tanta hipocresía es abrumadora.

Que le reciten todos estos píos y grandilocuentes pronunciamientos en defensa de la total e irrestricta libertad de pensamiento a monseñor Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares.

¡A la hoguera con él!

A cuenta de su homilía de Viernes Santo, el prelado ha desencadenado un escándalo que tiene a todos los biempensantes desvaneciéndose por los pasillos y pidiendo las sales, una polémica sobre la que ayer pasamos de puntillas pero que sigue. «Una asociación gay denuncia al obispo de Alcalá«, leo en Público.es. «El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, no sólo cargó contra los homosexuales durante su homilía del pasado Viernes Santo. Según la Federación Valenciana de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Fevalgtb) y la Asociación Grupo de Amigos Gay de Benidorm, el prelado cometió «un delito de fomento y apología del odio contra las libertades sexuales, conforme a lo previsto en el artículo 510.1 del Código Penal».

Hay más: «Los gays piden «la dimisión inmediata del obispo de Alcalá», «Juan Antonio Reig Pla critica a los homosexuales y el aborto en una misa transmitida por TVE», «La TV Pública de España transmitió un mensaje de la Iglesia contra los homosexuales» y «El Consejo de RTVE debatirá sobre la homilía del obispo de Alcalá», por citar sólo algunas, en absoluto sólo de izquierdas.

¿Qué ha dicho el obispo para merecer tan unánime condena, incluida la petición por Twitter de Arturo Pérez-Reverte de que se actúe legalmente contra el prelado? Esto:

«No se pueden corromper las personas. Ni siquiera con mensajes falsos. Quisiera decir una palabra a aquellas personas que hoy, llevadas por tantas ideologías que acaban por no orientar bien sobre lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo, y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen, o van a clubs de hombres nocturnos». (Obispo de Alcalá)

¡Un obispo criticando la promiscuidad sexual, qué escándalo! Para que la cosa se haga al menos ridícula y cansina voy a proponerle una cosa a la progresía, de derechas e izquierdas: dediquen una página fija en sus periódicos y un spot regular en sus televisiones y cadenas de radio a llevarse ritualmente las manos a la cabeza sobre lo atrasada y medieval que es la Iglesia, pero, por favor, dejen de presentar como noticia lo que la Iglesia lleva diciendo desde hace dos mil años.

No sé ustedes, pero yo acabaría aburriéndome si, digamos, La Razón sacara en alarmantes titulares la noticia de que «Representante comunista denuncia la explotación del hombre por el hombre» o «Imán asegura que Dios es Dios y Mahoma su profeta». No es que no sea verdad; es que no es noticia.

Predicando en el desierto

Yo entiendo que la progresía tiene una paciencia infinita con la Iglesia, de la que espera en cada momento que renuncie a sus malos pasos y proclame el dogma del Santo Condón y la doctrina del Estado del Bienestar Inmaculado. Pero, créanme, no trae cuenta. Renuncien, que me la conozco.

Así nos evitaríamos textos como «Gais, prostitución e infierno«, aparecido, cómo no, en El País, con este curioso comienzo: «Leo con estupor en su diario que el obispo de Alcalá, señor Juan Antonio Reig Pla, en su homilía del Viernes Santo, arremete contra gays que van a clubes de hombres y se prostituyen».

De nuevo el verbo «arremeter» referido a la Iglesia

Obviemos la obsesión con el verbo arremeter, ya de uso exclusivo del clero, y centrémonos en lo estupefaciente de que alguien «lea con estupor» que un obispo no es partidario de los clubes de gays. En cuanto nos descuidemos, estos curas nos dicen que amemos a nuestros enemigos, no te digo… ¡Duro con ellos, que no emiten fatwas!

Y me quedo casi sin comentar este divertido titular de Público.es: «Los recortes de Rajoy dejan la prima al máximo». ¿Los recortes, o la insuficiencia de los recortes, compañeros?.

Lea La Gaceta

 

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Autor

Juan F. Lamata Molina

Apasionado por la historia en general y la de los partidos políticos y los medios de comunicación en particular.

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