El propio Rajoy pinchó la exclusiva de La Razón
Tengo que pellizcarme para comprobar que he leído lo que he leído. Según Ignacio Camacho (ABC) y Federico Quevedo (ElConfidencial) Mariano se está convirtiendo en don Mariano o incluso en ‘Rocky Mariano’, un tipo que pelea por su vida.
Camacho comienza su columna de la siguiente manera:
«Para evitar que Europa lo sustituya por un tecnócrata a lo Mario Monti, un independiente dispuesto a practicar cirugía de amputación con el Estado del Bienestar, Mariano Rajoy parece haberse decidido a actuar como si no tuviese que presentarse a las elecciones y hasta como si no se hubiese presentado a ninguna.»
Busco en Youtube la banda sonora de ‘Rocky’ para acompañar la lectura de la columna de Quevedo, que ve la intervención en Bankia como un puñetazo contra los poderosos:
«Luego hacer demagogia con eso de que se ayuda a la banca y se le quita el dinero a la sanidad, es cuando menos grotesco y una burla. Rajoy está haciendo lo que no se atrevió a hacer la izquierda, está metiendo en vereda a la banca, a los poderosos de este país con los que Zapatero se reunía en Moncloa»
Y según Curri Valenzuela, que por fin da una noticia, fue el mismo Rajoy quien desmontó la exclusiva de La Razón sobre sus ‘tupper’.
«Yo no estaba allí, confiesa el topillo, pero sí me colé en el café que el presidente compartió con los de Onda Cero después de su entrevista del lunes. Y fue Rajoy quien, mientras se fumaba un gran puro, les contó que no había puesto un pie fuera de Madrid ese fin de semana.»
Ni Corleone, ni Patton, ni Julio César, ¡Rajoy!
CONSPIRANOIA, DE ENRIC JULIANA
En La Vanguardia, Enric Juliana expone una explicación conspiranoica para la caída de Rato. Se trata de una trama de los amos del Gran Madrid y su brazo político, el PP de Aguirre, para salvar la vaca que ordeñan, Bankia, con el dinero y la gestión (sagaz, por supuesto) de los catalanes de Caixa. ‘À bout de souffle’ se titula la película:
«La solución pactada al quebranto de Bankia pasaba, hace menos de cien días, por una absorción vestida de fusión para no herir el orgullo de los grupos dirigentes del Gran Madrid. Se exploró la vía de Caixa Bank, con el acuerdo tácito de Rajoy y Mas. Un gran banco de dimensión europea con sede central en Barcelona y con su corporación industrial quizá ubicada en Madrid. Un reparto de poderes con preeminencia catalana -acorde al carácter real de la operación-, con destacados puestos de dirección para el grupo madrileño»
¿Por qué fracasa este proyecto? Por culpa de ‘Madrit’, cómo no.
«Rodrigo Rato y su grupo de directivos -la historia dirá si el grupo acabó empujando al capitán- no aceptó la subordinación a Barcelona, ni que fuera corregida por un florentino equilibrio de poderes.»
Jesús Cacho, en VozPópuli, nos da una explicación más plausible: una orden del director del banco Central Europeo a Rajoy:
«Draghi conmina a Rajoy: ¡tome cartas en el asunto de una vez y hágalo con dinero español o del Fondo de Rescate Europeo, pero haga algo ya…!»
Estupideces como las de Juliana, más la rebelión de la Generalitat catalana y la Junta de Andalucía contra la política económica del Gobierno nacional, justifican la asombrosa tribuna publicada en El País por el profesor de la Universidad de Valencia Ángel López García-Molins y cuyo título es ‘Delenda est Hispania?’
«Otro modelo es posible. Mejor dicho: resulta imprescindible. Un modelo en el que todas las comunidades autónomas tuvieran las mismas competencias, pero en el que solo hubiese una media docena, precisamente las que figuran en el escudo de España, con algún agregado extrapeninsular.»
«Que nadie piense que en un mundo a la vez global y hostil, como el que nos circunda, podremos subsistir con el modelo vigente, el cual nos hace ser cada vez más pequeños e ineficaces, juntos o separados, poco importa.»
¡Qué cosa más rara que El País publique una tribuna así cuando ha publicado editoriales en contra de los simples anuncios para reordenar el Estado de las Autonomías!
Santiago González en El Mundo nos descifra el laberinto vasco, título de un libro del terrorista arrepentido y luego socialista Mario Onaindía. Primero, por qué no se adelantan las elecciones:
«Muchos analistas habían considerado que la ruptura de Basagoiti con López supondría un adelanto electoral, pero eso es porque no conocen de qué madera tan resistente están hechos los héroes. Hay mucha legislatura por delante: muchos cargos institucionales, 12 mensualidades y dos pagas extras, no diré más.»
Segundo, cómo es López:
«Siempre llevó mal su sociedad, sin darse cuenta de que eso socavaba su propio prestigio y liderazgo. Él habría querido dar el sorpasso al PNV y ser lehendakari con un vice nacionalista. No pudo ser e hizo lo que cabía, mientras los suyos escupían por el colmillo su desdén hacia sus socios.»