Gabilondo nos cuenta sus batallitas de Mayo del 68
A medida que la desesperación y el miedo se adueñan de los españoles, las grandes plumas del periodismo dejan de hablar de sus viajes, sus whiskies, sus recuerdos, sus novias de juventud y sus topillos (bueno, no, Curri Valenzuela sigue con su topillo como Juan Ramón Jiménez con su burro). La sinceridad os llega un poco tarde, amigos.
Digámoslo en las palabras de Gabriel Albiac que sacamos de ABC: «Venimos de una mentirosa luz: la fantasía del progreso histórico, sobre cuya leyenda cristaliza lo más característico del fantasear moderno». ¿A que ha quedado claro? Pero de la falsedad del progreso ya hablaron los reaccionarios como Donoso Cortés y De Maestre, ¿no?
Algunos de los columnistas de guardia están afilando las bayonetas. Pedro G. Cuartango en El Mundo constata que
«a nadie le interesa investigar la gestión de estas cajas porque detrás está la financiación de los partidos y la cara más siniestra y oculta de la política. Mientras no se haga justicia, los gobernantes no tendrán derecho a exigir nuevos sacrificios a los ciudadanos.»
Y Manuel Martín Ferrand pide las cabezas de los gobernantes de hoy y de ayer:
«sorprende, y acongoja, que Mariano Rajoy, como presidente de la comisión delegada de asuntos económicos, y sus dos cabezas especializadas, Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, nos den más sermones tenebristas a los ciudadanos que palos en el lomo a los responsables de la gestión de las entidades»
Muchos columnistas se nos descubren hoy expertos no ya en economía, sino en la obra de Paul Krugman, al que podríamos llamar ‘el Zapatero de los Nobel’.
Empecemos con Raúl del Pozo:
«La gente bien informada sabe que una restricción de depósitos es casi imposible mientras estemos bajo el paraguas de Europa, pero surgen cada día videntes a sueldo que siguen profetizando desdichas y precipicios. Los que en otros tiempos anunciaban malos agüeros por lo menos consultaban a los dioses, y si se equivocaban los apedreaban. Éstos se comportan como hienas. Y no son echadores de cartas sino premios Nobel.»
Sigamos con Jordi Barbeta, en La Vanguardia:
«La Unión Europea no se fía del Gobierno español, el Gobierno español no se fía de las comunidades autónomas, éstas desconfían absolutamente del Ejecutivo, la gente, con razón empieza a desconfiar de los bancos, y para acabarlo de arreglar viene un premio Nobel y dice que en España está al caer el corralito.»
Concluyamos con Santiago González en El Mundo, que llama a Krugman «ese amable cantamañanas».
Y merece la pena recomendar el artículo de S. McCoy publicado en Cotizalia y titulado ‘Dios mío, ¡el enloquecido Krugman ataca de nuevo!’. Así empieza: «Les voy a decir una cosa: que Krugman prediga ruptura del euro no es ninguna novedad. Lleva meses haciéndolo».
Elvira Lindo clama por el castigo en su columna de El País:
«España se va manteniendo gracias a la unión de muchos esfuerzos anónimos e individuales. Eso es lo que de momento contiene el cabreo que produce el ver que los responsables de esta pesadilla nunca serán castigados.»
Elvira, te recuerdo que el gobernador del Banco de España tenía despacho en la sede de PRISA en la Gran Vía y que Krugman, idiota o interesado, escribe en tu periódico.
DOS VIEJAS GLORIAS SOBRE EL 15-M
En su vídeo de El País, Iñaki Gabilondo, al que un bloguero llamó ‘el Emilio Romero del régimen’ completamente superado por una realidad incompresible para él recurre a su autoridad sobre Mayo del 68 para sermonear sobre el 15-M: «Yo recuerdo cuando en mayo del 68 se hacían reproches muy parecidos al que se hacen al 15-M: todo eso está muy bien, pero para qué sirve…». Los hay que viven conectados a los teletipos y no se enteran de nada. Los progres, cada día más abuelos Cebolleta.
Por primera vez en muchos meses leemos el billete de Ansón en ElImparcial.com. El ilustra académico también se aproxima a las barricadas. Ésta es la primera frase de su texto: «Hace un año, el 15-M irrumpió en la vida española como un viento liberador». Ja, ja, ja. Luis María, ¿de verdad te lo crees?
Y un poco de crónica rosa para no llorar. Carmen Rigalt dedica su columna ‘mundana’ a despellejar un poquito al cuñado de la princesa consorte de Asturias, al que llama «Jaime Colateral de Pelma». Y Javier Neira en La Nueva España nos advierte de que la cortesana Corinna ha abandonado la protección del Rey por la protección de Mónaco:
«tendremos un Gobierno completamente irresponsable, una nueva versión del clásico despotismo ilustrado, que es el horizonte soñado de todo tecnócrata fundamentalista. No me extraña que Corinna se haya ido a vivir a Montecarlo.»
Por último, En República.es, el exmagistrado José Luis Manzanares critica los procesos sobre supuestos robos de recién nacidos, que acabarán en nada:
«Viene esto a cuento del proceso abierto por el robo de niños en tiempos lo suficientemente lejanos como para preguntarse si los jueces penales no estarán perdiendo el tiempo cuando las responsabilidades criminales habrían prescrito en el caso de haber existido. Los supuestos culpables, nunca irán a la cárcel, pero serán triturados por ciertos tertulianos televisivos para que el escándalo no decaiga. Y si sentamos en el banquillo a una monja, pues mejor que mejor.»
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