Están tan mal las cosas que muchos columnistas ya o se preocupan por su futuro, que por perdido, sino por el de sus hijos.
S. McCoy, que sabe de finanzas, aunque a veces se líe al tratar de explicárnosla, publica en Cotizalia una columna que se titula ‘Así crucificó la prensa extranjera al autoinmolado Rajoy’:
«Se está cumpliendo el guión, paso por paso, sin solución de continuidad. Todos en Europa lo conocen al dedillo. El único que no parece haberse enterado es el gobierno español. (…) Se limita a describir lo que está pasando ahí fuera. No me prejuzguen. Con cinco hijos, el mayor de 10 años, qué voy a querer yo sino el mejor futuro para España.»
En ABC Isabel San Sebastián escribe otra titulada ‘Les hemos robado el futuro’:
«Esta crisis no se resolverá en un año ni en cinco. Ha venido para quedarse, porque el daño causado a la credibilidad de esta Nación, y por ende a sus posibilidades de crecer, es inmenso. Lo que significa que les hemos robado el futuro a nuestros hijos.»
Arcadi Espada cree que su generación, la que nos trajo las autonomías y la monarquía parlamentaria, todavía tiene una misión, que es la realizar la unidad europea, y para conseguir que nos empeñemos en ella nos mete miedo y, como el general Máximo en ‘Gladiator’, nos recomienda fuerza y honor, y apretar los dientes.
«Toda nuestra vida, al margen de las peripecias particulares, ha sido un brillantísimo paso adelante: el final del franquismo, la entrada en la UE, la caída del muro y el iPad. Muchas veces hemos echado una orgullosa ojeada a las generaciones de padres y abuelos.»
«No en vano somos la última ola de la única civilización que, parafraseando a Michael Shermer, no ha desaparecido antes de fabricar la pantalla de plasma. ¡Así que honor y gloria! Nosotros no damos pasos atrás, y es por ello que Europa no puede caer y no caerá.»
Una persona tan racionalista como Espada obnubilada por un pensamiento mágico. ¡Lo mismo que decían los Romanov ante Lenin: el zar no puede caer porque Rusia no existiría sin él!
Cuidado, Mariano, cuidado, Alfredo, cuidado, Juan Carlos, cuidado MAFO, cuidado Ángela, que la gente se está enfadando mucho, mucho, mucho, y en el momento en que no tiene nada que perder se puede echar a la calle. Ana María Moix lo cuenta en El País:
«En este país, el ciudadano -¡el ciudadano medio, eh!-, desde la instauración de la democracia , ha sido de una obediencia ejemplar: ha pagado impuestos, ha votado, ha comprado pisos, ha pedido créditos e hipotecas, ha hecho, en fin, lo que el sistema establecido le ha inculcado. Ahora, le dicen que es culpable.»
Me encanta una columna del catedrático de derecho constitucional Francesc Carreras en La Vanguardia titulada ‘El mito del concierto económico’, en el que se opone no sólo a este sistema fiscal, sino a su extensión a Cataluña:
«Y lo que debería cesar es la privilegiada financiación de las comunidades vasca y navarra. No se trata de suprimir el sistema de concierto -ahora convertido por el nacionalismo catalán en un nuevo mito-, sino de modificar la ley que establece los criterios para el señalamiento del cupo»
LAS BATALLITAS DE LOS ABUELOS
Ahora pasemos a ocuparnos de los abuelos del patio de columnas.
En ABC, Darío Valcárcel nos recuerda al rey Faruk, de Egipto, muerto hace 50 años y derrocado por corrupto. ¡Qué modelos proponen los monárquicos!
«El pobre (sic) rey Faruk desapareció de escena en 1952, expulsado por Gamal Abdel Nasser. Desde entonces Egipto vive invadido por su ejército.»
Juzguen ustedes. Doña Curri escribe sobre la propuesta de nombramiento del director general de RTVE.
«Hay quien ayer daba por hecho que el elegido iba a ser Estanislao Rodríguez Ponga, secretario de Estado de Hacienda con Cristóbal Montoro de ministro de Aznar, inspector de Hacienda por oposición, actual consejero de Caja Madrid y directivo de El Corte Inglés. Pero el topillo dice que no, que los tiros no van por ahí. «No te creas nada hasta que no lo veas», le recomendó Soraya Sáenz de Santamaría cuando le abordó ayer en el Congreso. «El que nombra, nombra», abundó su portavoz parlamentario, Alfonso Alonso. «Tú escribe, me dijo el topillo, que el nombre es un secreto guardado entre Mariano Rajoy y Soraya. O sea, que abstente de especular».»
¿Para decir esto, que el nombramiento es un secreto que no conoce nadie, hay que escribir una columna y cobrarla?
El finalista para el premio es Antonio Gala, el juglar de lo árabe en la prensa española.
«Yo fundé y presidí la Asociación Hispano-Árabe que teníamos los españoles la obligación moral de promover. Como homenaje a un mundo que, durante siglos, en la Europa de su tiempo, fue luminoso, sabio y tolerante.»
Antonio, ¿es que no sabes que la mezquita de Córdoba se construyó sobre una basílica cristiana?, ¿que Mérida fue arrasada por oponerse a los invasores, ¿que cada nueva invasión de musulmanes africanos pasaba a cuchillo a los supervivientes de la anterior?