Cuando los gobernados y, sobre todo, los columnistas y tertulianos pierden el respeto a los gobernantes, es que estamos cerca de una catástrofe o un cataclismo. A Rajoy y a sus ministros ya les llaman tontos hasta los suyos.
Raúl del Pozo nos cuenta que come con el presidente de la CEOE y toma café con un exministro del PP. Éste pone a caldo a sus compañeros del Gobierno:
«Luego me voy a tomar café con un ex ministro del PP y me explica que éstos que ahora gobiernan son aún más tontos que los que mandaban antes. Ya puede decir Mariano misa -afirma-, España empieza a parecerse a un coro de mendigos en la puerta de un templo. Estamos perdiendo el acceso a los mercados de capital y España puede salir del euro. Vuelven las hijas de la caridad, las parroquias sustituyen al Estado del Bienestar mientras la panocha huye como un quinqui acosado por los picos».
Almudena Grandes también cree que Rajoy es tonto:
«En esta situación de desgobierno absoluto, mientras tus ministros se quedan alelados mirando las gráficas de la Bolsa como si fueran el único idioma que no conocen, la alusión de Merkel a la herencia es la guinda, y nunca mejor dicho. Quizás, Mariano, podrías enviar a alguien que dominara el alemán para explicarle a tu socorrista a qué partido pertenece Rato, y quiénes gobernaban en Madrid y Valencia para poner y quitar consejeros en Cajamadrid y Bancaja, mientras alardeaban de la modélica gestión de ambas cajas y de la pujanza de sus respectivas economías. No vaya a ser que, al final, en Europa acaben opinando que el más tonto de todos eres tú.»
Serán tontos Rajoy y sus ministros, pero ellos se han presentado a las elecciones y han recibido millones de votos. Por el contrario, los tribunos de El País quieren decidir cómo se gobierna desde sus tribunas de papel.
El francés Bernard Henri-Levy, agasajado por Sarkozy, nos confiesa que votó por el socialista Hollande y le pide a éste que haga en Siria lo mismo que hizo el primero en Libia.
“¿Francia va a hacer por Hula y Homs lo que hizo por Bengasi y Misrata? ¿Va usted a usar su considerable crédito personal y el de nuestro país para dirigirse a nuestros aliados de ayer y, junto con Gran Bretaña, Estados Unidos, la Liga Árabe y Turquía, decidir una estrategia que vaya más allá del “indefectible apoyo a la misión de Annan” expresado en el comunicado del Elíseo del pasado lunes, a las 18 h?”
Sobre los islamistas, ni una palabra.
Hoy, 4 de junio, es Francisco Llera quien propone en El País la ‘Gran Coalición’, como titula su tribuna:
“aunque no sea necesaria la gran coalición, es imprescindible la política de gran coalición entre los dos partidos de gobierno del país con un verdadero pacto nacional, que podría muy bien denominarse ‘juntos por España’ (con los añadidos que se quieran), que restaure el consenso fundacional y constitutivo de nuestro modelo de democracia y que incluya una amplia y profunda agenda de reformas y políticas, con el objetivo recuperar la confianza ciudadana y la de nuestros socios exteriores”
Pero, ¿para hacer qué? ¿Se van a suprimir autonomías y municipios?, ¿se van a despedir a empleados y funcionarios de las Administraciones?, ¿se van a cerrar fundaciones, empresas públicas, universidades y televisiones? Por ejemplo, Enric Sierra, en La Vanguardia, se opone a que se supriman municipios pequeños por decreto e insiste en que el camino es que compartan servicios y se coordinen mediante el diálogo. Así no hay manera. Al menos, el director del periódico, José Antich, dice lo contrario que el citado Sierra: eliminar municipios y los consejos comarcales: “Es necesario que los ciudadanos de a pie vean que la crisis desmonta también estructuras y que no son ellos los únicos que la padecen”.
Federico Jiménez Losantos y Carlos Cuesta, los dos en El Mundo, se dejan de parches y reclaman que se re-centralice el Estado.
EL DESTINO DE RATO
Isabel San Sebastián y Casimiro García-Abadillo, con importantes fuentes en el PP, cuentan la caída de Rodrigo Rato, que sigue resistiéndose a cargar con su responsabilidad en Bankia. García-Abadillo escribe lo siguiente:
“Las fuentes consultadas insisten en que el ex vicepresidente del Gobierno apenas si tiene apoyos de peso dentro del PP, que, en este asunto, respalda al Gobierno sin apenas fisuras. «Será una batalla de Rato en solitario, seguido de un pequeño grupo de fieles, entre los que habrá algún consejero de Bankia y del BFA », dicen en su partido.”
Y San Sebastián le da ya por expulsado de la vida pública:
“Es seguro que él, Rodrigo, está ya marcado a fuego como un dirigente político y empresarial que no aguantó la presión, antepuso sus cuitas personales al interés de su compañía y renegó públicamente de sus antiguos compañeros. Errores que en su mundo no se perdonan.”
Pasemos a otros temas. Fernando Sánchez Dragó en El Mundo propina unos capones al defensor de los animales Jesús Mosterín, al que niega el título de filósofo.
El sedicente filósofo Mosterín, caudillo de los tauricidas, va a salirse con la suya. ¿Lo vieron el otro día en El Gran Debate? Parecía un poseso. ¡Las barbaridades que soltó! Yo, de ser Jordi González, habría llamado a los loqueros para que lo redujesen e inmovilizasen con una camisa de fuerza. (…) ¿Filósofo, esto es, hombre que ama la sabiduría? ¡Venga ya! Más bien misósofo (persona que la odia), pues todo lo que dijo rezumaba nesciencia”.