‘El gran golpe del gánster de Barcelona’ llega para romper cualquier molde literario, pero a cambio ofrece el excepcional retrato de la vida criminal y carcelaria de la Barcelona underground de la década de 1980 en adelante, de la mano del álter ego de Dani el Rojo, alias el Millonario, mítico delincuente del momento.
Pero no es sólo eso. En sus páginas se planea, hasta el mínimo detalle, el gran golpe que terminará definitivamente con una flamante carrera delictiva y, tras la estancia carcelaria, y mil y un avatares, convergirá en una apasionante reinserción en los circuitos musicales y culturales españoles. El resultado es una novela necesaria por su sorprendente frescura y autenticidad.
Digna continuación de Confesiones de un gángster de Barcelona en esta, el autor Lliuc Olivares nos cuenta de manera novelada la segunda parte de la vida de ‘Dani el Rojo’. Última etapa carcelaria y algunas de las trabas que absurdamente pone la administración en la rehabilitación de los presos.
ADICCIONES
Soy una persona adictiva. Si me creyera que porque ahora estoy fuerte puedo probar droga la cagaría. Las drogas están ahí, el problema es como las utilizamos. Lo malo es cuando hay un abuso, un hábito, un enganche.
LA DROGA
No todo fue la droga. La droga te lleva al delito. Estamos hablando de un perfil bajo de delincuente. Si el pasado que has tenido y no sacas provecho, pues queda ahí, es pasado y no aprender.
En los finales de los ’80 la droga acabó masivamente con todo. En el 78′, 79′ teníamos unos códigos y la droga acabó con esos códigos. En los ’90 no había código ninguno y por eso atracaba solo. El 85 por ciento de la gente que aparece en el libro está muerta.
La droga se te mete tanto en la cabeza que cualquier persona que te dice ‘no tomes’ la apartas. Te creas un mundo ideal. Para dejar la droga tienes que dejarla por ti mismo. Te das cuenta que la felicidad no está tras 23 años drogándome todos los días y no estoy encontrando lo que estoy buscando. Al quitarte las drogas del cerebro aparecen los valores que te inculcaron tus padres y comienzas a ver que hay una vida ‘real’. Mi mujer me dio estabilidad pero no dejé las drogas por ella sino por mí.
ATRACOS
No pienso en los atracos que hice. Tenemos una memoria selectiva, es un mecanismo de defensa.
CÁRCELES DE JÓVENES
Creo que sí tengo un mensaje para chavales con problemas en las drogas. No me veo un ejemplo para chavales de instituto. El joven en mí puede ver una esperanza de salida porque yo estaba muerto y resurgí.
‘El Gran Golpe del Gánster de Barcelona’ – Lluc Olivares – Ediciones B – 2012